Sofía Suescun y Maite Galdeano siempre habían presumido de mantener una buenísima relación. Madre e hija participaron juntas en Gran Hermano 16, edición en la que la influencer navarra se proclamó vencedora; se han defendido en los platós de televisión; e, incluso, compartían casa. Una situación que cambió por completo a principios de este mes de agosto, cuando Maite anunció en sus perfiles públicos que su hija le había expulsado de su vivienda. Además, Maite hizo culpable de toda esta delicada situación a Kiko Jiménez, novio de la creadora de contenido.
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Sofía, que se había apartado del mundo virtual después de que estallara esta polémica, ha tenido la oportunidad de defenderse y contar su versión de los hechos. “Estoy triste y también cansada. Han sido los peores días de mi vida y me ha dado mucha pena verme obligada a dar estas explicaciones. Lo único que pido y quiero es libertad, ser libre, no vivir con esa presión que muchas veces me quitaba las ganas. Prefiero que no me quieras a que me quieras tan mal”, ha comenzado relatando la creadora de contenido en el programa de Telecinco ¡De Viernes!
Sofía, entre lágrimas, también ha confesado que Maite es una mujer muy posesiva y, que desde era tan solo una niña, le ha cortado las alas controlando cada aspecto de su vida. Sin embargo, la gota que ha colmado el vaso fue cuando empezó a hacer numerosos reproches del paso de Sofía por el concurso Supervivientes All Stars. “Llega un punto que me da un ataque de ansiedad porque mi madre me machaca más que nunca. Siento una situación de pánico. No puedo más. Lo más sano es tomar la distancia que hemos tomado y esperar, sobre todo a que ella reconozca sus errores”.
La que fuera tronista de Mujeres, hombres y viceversa ha narrado uno de los episodios más duros que ha vivido en estas semanas, puesto que Maite se coló en su casa y la policía tuvo que intervenir. Allanamiento que la llevó a pedir una orden de alejamiento. “Se salta las normas, la valla, la casa. Cómo le explicas a la policía que no sabes dónde puede llegar tu madre porque hay unas amenazas graves fruto de sus celos tóxicos e incontrolables. Ellos me recomiendan protegerme y yo hago lo que me dicen. Es la primera vez que tengo tanto miedo de mi madre”.
Por ahora, la ganadora de Supervivientes no quiere tener contacto con su madre. Eso sí, espera que se ponga en manos de profesionales y que en algún momento puedan tener una relación sana. “Me da pena, a pesar de todo es mi madre y siempre lo va a ser. Quiero creer que esto puede tener una solución y que en el futuro podamos sanar la relación, estar bien y apoyarnos” Finalmente, Sofía ha dado las gracias a su hermano Christian, y, sobre todo a Kiko Jiménez, al que considera una víctima de los celos de su progenitora, por el apoyo que le han brindado. “No os imagináis cuánto ha sufrido. La culpa es mía por haber normalizado estas situaciones y haberle hecho cómplice”