Estamos llegando a final de agosto y es raro encontrar a alguien que no haya escuchado la canción de Isabel Aaiún Potra Salvaje en algún chiringuito, fiesta o discoteca. Y es que en los últimos meses se ha convertido en un auténtico fenómeno cuyos datos en reproducciones son una locura que la cantante jamás llegó ni siquiera a atreverse a soñar. Al escribir estas líneas, suma casi 15 millones en Spotify y su versión remix 39 millones, mientras que su videoclip tiene 25 millones de visualizaciones, llegando a alcanzar el número 2 de las canciones más virales del mundo y el número 1 de la lista oficial de canciones en España. Increíble, y más aún sabiendo que no es una canción nueva, sino que se lanzó en 2021 y que, como nos ha confesado la propia Isabel, llevaba un tiempo guardada en un cajón.
Con una letra que inspira y que la selección española de fútbol utilizó como su 'himno emocional' en su conquista de la Eurocopa, muchos se preguntan quién hay detrás de estos acordes y esa voz cargada de energía y el resultado sorprende. Isabel es una segoviana de 37 años que hasta hace nada se dedicaba a ser jinete y cetrera y cuya afición era la música, pero en los últimos meses las tornas han cambiado, ha lanzado un disco, ha llegado a cantar en el Bernabéu, en el Palacio de Cibeles con los jugadores de La Roja y está inmersa en una gira de conciertos en la que ya colgó hace más de un mes el cartel de sold out en el Wizink Center, donde se subirá al escenario el 26 de octubre. Un suma y sigue de éxitos para esta joven que es hija, nieta y biznieta de zapateros y avanza con paso firme, pero manteniendo los pies en la tierra. Con ella hemos podido hablar en medio de esta vorágine de actuaciones y nos ha contado cómo está viviendo este éxito, cómo nació esta canción y cómo mira al futuro.
-¿Cómo estás viviendo el fenómeno de la Potra salvaje?
-Con muchas emociones, estoy viviendo experiencias muy guays, conociendo a mucha gente, disfrutando mucho de la gente, de los conciertos, de todas las entrevistas… Pero, sobre todo, con cuidadito y con calma para no olvidarme de dónde vengo.
-Es que los datos de las reproducciones y visualizaciones son increíbles. ¿No te da vértigo? ¿Cómo te lo tomas?
-Lo admiro mucho y estoy súperagradecida a la gente porque hayan tenido esta respuesta, pero yo tengo mucho miedo a volverme loca, entonces procuro quitarle importancia.
-Vamos a empezar por el principio de esta canción, ¿la lanzaste hace años?
-Sí, en 2021.
-¿Cómo nació?
-Fue a raíz de una colaboración que hice con Pablo Mora, de Lagarto Amarillo, en una canción suya. La gente preguntaba mucho por mí, que quién era y dónde podían escuchar algo en solitario mío… Entonces, como tuvo esa acogida tan buena, pensamos en sacar una canción juntos, que cantara yo y la sacara yo en solitario, a ver qué pasaba. Nada malo podía pasar, así que lo hicimos y nos tomamos nuestro tiempo. Desde que empezamos a componer, la grabamos en el estudio, hicimos el videoclip -todo casero, menos el máster-, hasta que la lanzamos, pasaron como dos años porque nadie nos estaba esperando, no teníamos prisa ninguna. Y la canción se tiró un año en el cajón.
-No me lo creo.
-Y de repente, un día la sacamos. Y cuando la sacamos, alucinamos con la acogida, no nos esperábamos ni mucho menos que fuese a conseguir lo que ha conseguido.
-¿Qué tiene de ti la canción? ¿Tienes seis tatuajes por siete motivos?
-Los tengo, los tengo. Tengo seis tatuajes por siete motivos. No te voy a contar cuáles son los motivos y dónde tengo los tatuajes. Algunos se me pueden ver, otros no. Pero sí te voy a contar que hay un tatuaje que vale por dos, por eso son seis por siete.
-¿Es verdad que cuando lanzaste esta canción eras jinete y cetrera?
-Sí, siempre me he dedicado al mundo del caballo, desde que era bien pequeñita sabía y tenía clarísimo que yo lo que quería era montar a caballo, entrenar caballos, domar caballos, yo quería caballos. Y bueno, tuve la suerte de poderme dedicar a ello, trabajé mucho también para ello. Lo de cetrera me viene después, no siempre he sido cetrera, pero también me he dedicado durante un par de años y de repente tuve que elegir.
-¿De dónde te viene? Porque lo de la cetrería es algo a lo que no se dedica mucha gente hoy en día.
-Me vino también de golpe, de sorpresa. Sin yo esperarlo, ni pedirlo. Simplemente, vi la oportunidad y me gustó la idea. Así que he tenido una época de mi vida en la que por las mañanas era jinete y por las tardes era cetrera.
-¿En tu familia alguien se ha dedicado a ello?
-Ni a la cetrería, ni a la equitación ni a la música. Nadie. ¡A lo mejor fui adoptada y no lo sé! -bromea-.
-¿Qué te dijeron en tu familia cuando decidiste seguir estos caminos?
-Mi abuelo Martín es el que siempre me llevaba a ver los caballos, pobrecito, lo tenía frito al hombre. Le hacía meterse en el prado con todos los caballos, solo porque a mí me daba miedo entrar sola porque era muy pequeña. Pero yo quería entrar, no quería verlos desde la valla. Cuando era la hora de comer y yo no estaba, mi abuelo sabía perfectamente dónde tenía que ir a buscarme: con los caballos en el prado. Y bueno, mi abuelo y mi familia siempre han estado muy orgullosos de que me dedicase a lo que me gustaba. Con esto de la música pasó igual, porque siempre me ha gustado mucho. Lo que pasa es que nunca me había planteado la posibilidad de dedicarme a ello, hasta este momento, hasta el pasado mes de noviembre.
-Es que, por si fuera poco, tu canción la eligió la Selección española de fútbol como su himno en el vestuario ¿cómo te quedaste al verlo?
-Imagínate. Al principio no me lo creía, pensaba que alguien había cogido el vídeo y le había puesto el audio de la Potra Salvaje, pero no. Era de verdad. Y pensé, si ha pasado esto, puede pasar ya cualquier cosa.
-Y te llamaron para celebrar la victoria de la Eurocopa con ellos.
-Creo que todavía no soy consciente de que he estado allí cantando con ellos y con un montón de gente en la Cibeles.
-Días después, actuaste en el Bernabéu, por donde estos meses están pasando grandes estrellas. Tiene que ser increíble la sensación de cantar ahí, ¿no?
-Aquello fue alucinante. Creo que ahí, por primera vez, me he empezado a dar cuenta de lo que estaba pasando. La energía de toda esa gente cantando, animando…
-En el Wizink Center has vendido ya todas las entradas para el 26 de octubre, eso tampoco el fácil.
-Eso ha sido otra sorpresa, otra cosa que todavía sigo sin creerme. Yo decía: ¿cómo vamos a llenar la sala del Wizink? Pensaba que la gente no iba a venir a verme y resulta que llevan agotadas un mes y medio. No me lo puedo creer.
-¿Tú llegaste alguna vez a soñar esto?
-No, porque ni me lo planteé. De pequeña nunca decía que quería ser cantante y llenar el Wizink Center. Siempre me ha gustado cantar y bueno, a veces fantaseas, ¿no? pero nunca pensé que me iba a dedicar a la música, que iba a sacar una canción con la que pudiera elegir entre seguir ganándome la vida como jinete o dedicarme a la música… Es que era solo mi hobby y se ha dado la vuelta la tortilla.
-Viendo que te han pasado cosas increíbles, ¿con qué sueñas ahora? ¿Con quién te gustaría hacer una canción o a quién te gustaría conocer?
-Me encantaría hacer una canción con Alejandro Sanz o con Alejandro Fernández. Y ¿te imaginas con Miley Cyrus? Me encanta, me parece una artista flipante, un referente para mí. Tengo que reconocer que no es una de las artistas que yo haya seguido desde siempre, para nada. Pero desde hace un tiempo me gusta mucho.