El hundimiento del exclusivo yate Bayesian mientras estaba atracado en la costa siciliana es una de las grandes tragedias del verano. El naufragio ha dejado siete fallecidos entre los que se encuentran el dueño de la embarcación, el magnate británico Mike Lynch (59), y su hija Hannah (18), que ha sido la última víctima en ser rescatada por la Guardia Costera italiana. La familia del empresario, cuya esposa logró salvarse de las enfurecidas aguas, ha roto su silencio en un conmovedor homenaje.
"La familia Lynch está devastada, en estado de shock y está recibiendo consuelo y apoyo de familiares y amigos. Sus pensamientos están con todos los afectados por la tragedia. Quisieran agradecer sinceramente a los guardacostas italianos, a los servicios de emergencia y a todos aquellos que ayudaron en el rescate. Su única petición ahora es que se respete su privacidad en este momento de dolor indescriptible”, han dicho mediante un portavoz.
La muerte del poderoso emprendedor, considerado el Bill Gates británico, ha causado una gran conmoción, ya que era un empresario conocido internacionalmente y estaba celebrando con su entorno que la justicia le había dado la razón tras un litigio de más de una década que le obligó a estar incluso en arresto domiciliario. Ahora muchos de los que compartieron con él su exitosa carrera profesional y su vida se han mostrado devastados por esta repentina pérdida.
Andrew Kanter, uno de sus íntimos, con el que además trabajó codo con codo durante un cuarto de siglo, le ha recordado como "la persona más brillante y solidaria y alguien sin rival en su comprensión de la tecnología y los negocios". Ha resaltado además que "su pasión por la vida, el conocimiento y todos los que lo rodeaban inspiraba instantáneamente a todos los que conocía y lo echaremos mucho de menos".
Sushovan Hussain, conocía a Lynch desde la infancia y también era amigo de otras tres víctimas, Chris Morvillo y Jonathan y Judy Bloomer. "Mi esposa y yo estamos completamente devastados por la muerte de tantos de nuestros queridos amigos. No hay palabras que puedan expresar nuestro dolor. Conocía a Mike desde que íbamos al colegio, y durante la mayor parte de ese tiempo nuestras vidas han estado unidas. Me emocioné cuando fue absuelto y ahora su partida deja un vacío insalvable en mi vida. Conocimos a Hannah desde que nació, es una crueldad inimaginable y una tragedia indescriptible", ha indicado.
El recuerdo de Hannah
Hannah Lynch, que tenía 18 años y pasaba el verano con sus padres mientras preparaba ilusionada su incorporación a la Universidad de Oxford para estudiar Literatura inglesa, está recibiendo un sinfín de homenajes y desde su entorno están publicando fotos. Su amiga Katya Lewis, ha destacado que la joven sentía un amor apasionado y puro por todo y que tenía un alma cálida y hermosa: "Es la amiga más especial que cualquiera podría desear y siempre la amaré”. Por su parte, Gracie Lea, compañera de clase, dice que era sincera, inteligente y que siempre estaba sonriendo.
Jon Mitropoulos-Monk, que ha sido su profesor de inglés en la elitista escuela Latymer durante cuatro años, ha resaltado que "iluminaba el aula con su energía, pasión por aprender y pura inteligencia (aunque nunca con una pizca de arrogancia)" y asegura que aprendió de ella "la amabilidad, la compasión y el compromiso". La recuerda como una de las mejores estudiantes del país y una apasionada de la literatura que se había esforzado mucho por entrar en Oxford. Cuando fue admitida, dice, buscó a todos los profesores que la habían ayudado y les dio un abrazo como agradecimiento.
En todas estas características sobre Hannah coincide Patrick Jacob, amigo de los Lynch. "Era encantadora y muy inteligente, con una sed insaciable de vida y conocimiento, además de muy considerada. Tengo 50 años más que ella y nunca había conocido a nadie así. Hemos perdido a una estrella brillante con un futuro prometedor", ha indicado.
Una investigación en marcha
Mientras que sus allegados intentan asimilar este duro mazazo y se vuelcan en apoyar a la viuda de Lynch, Angela Bacares, y su otra hija en común, las autoridades continúan con la investigación para esclarecer por qué una manga marina colocó a 50 metros de profundidad y en escasos segundos un barco que se suponía que era insumergible. El Bayesian, que tenía 56 metros de eslora, un peso de 474 toneladas y un mástil de aluminio de 75 metros, podría haberse hundido de madrugada mientras estaba atracado a causa de un error humano, según las primeras pesquisas.