Expectación, mucha expectación fue la que se vivió el pasado fin de semana en Sanlúcar de Barrameda. Un cartel de lujo para una tarde gloriosa formado por los diestros El Cid, Manuel Escribano y Esaú Fernández, que salieron a hombros por la puerta grande. Un momento en el que Escribano no solo contó con el calor del público, sino también con el de la que se ha convertido en una de las personas más importantes de su vida, Laura Sánchez. Sonriente, la modelo y empresaria aparecía en la plaza en compañía de un grupo de amigos y, durante toda la lidia, estuvo muy pendiente de todo lo que hacía el torero, contemplando emocionada sus movimientos en el albero. "La verdad es que es un placer estar cerca de él, ¿no?", afirmó la top, que argumentó su ausencia en otros festejos debido a sus compromisos profesionales: "Me puedo escapar cuando me puedo escapar". En el que está siendo un verano muy distinto para ella, tras su separación de David Ascanio después de 15 años de amor, Laura ya se encuentra preparando su pasarela, We Love Flamenco 2025, y está muy pendiente de la parcela que explotaba su padre, tristemente fallecido el verano pasado, en la serranía de Huelva, cerca de Aracena.
Tras su triunfal tarde, el torero recibía la enhorabuena por parte de los aficionados que le esperaban para saludarle a la salida de la plaza. Minutos después, Laura y Manuel llegaban por separado al hotel, del que salieron juntos para celebrar el éxito, un momento en el que el diestro se pronunció sobre su relación con la modelo, asegurando que "va todo fenomenal". Manuel, que se define como un torero clásico y variado, celebrará su 40 cumpleaños y el vigésimo aniversario de su alternativa este 25 de agosto, encerrándose en solitario en la plaza de toros de Tarifa, un escenario íntimamente vinculado a las raíces y afectos del torero de Gerena y su familia: "Es un lugar donde siempre me he sentido arropado por el cariño y la pasión de su gente", comenta el diestro, destacando "la importancia de celebrar este momento crucial de mi carrera y vida personal en un entorno tan significativo". Un día en el que, demostrado que su relación se consolida, probablemente esté acompañado por Laura, que el pasado mes de junio vivió uno de los momentos más emocionantes de su vida en la graduación, en Bilbao, de su hija, Naia. La joven, que celebró el pasado 1 de agosto su mayoría de edad, comenzará pronto sus estudios en la Universidad de Connecticut, a la vez que se desarrolla como futbolista, afición que ha heredado de su padre, Aitor Ocio, exjugador del Athletic Club de Bilbao y del Sevilla.