Comenzaron su relación con la máxima discreción, en abril de 2022, y pronto pudimos confirmar que Sara Carbonero había vuelto a recuperar la ilusión al lado del músico Nacho Taboada. Una bonita historia de amor que, finalmente, no ha podido ser. Según ha podido saber ¡HOLA! por fuentes cercanas a la pareja, la periodista y el artista han puesto punto y final a su noviazgo, tras algo más de dos años juntos.
La ruptura, nos cuentan, se produjo hace varias semanas. Después de mucho tiempo de idas y venidas, la pareja tomó la difícil decisión de separar sus caminos. No porque se haya acabado el amor (de hecho, nos aseguran que "se quieren mucho y son amigos"), simplemente porque Nacho y Sara ven la vida y el futuro de forma diferente y, ahora mismo, se encuentran en distintos puntos de vida. Por eso, aunque su relación sentimental ha terminado, seguirán manteniendo una buena amistad. Prueba de ello es que el artista no dudó en dejar un bonito comentario (un corazón) en uno de los últimos posts publicados por la comunicadora hace tan sólo unos días en sus redes sociales.
Hacía tiempo que no veíamos a la pareja en público, lo que hizo 'saltar las alarmas' sobre un posible distanciamiento entre ellos. Llamaba la atención que, este año, Sara no acompañase a Nacho en sus últimos conciertos, a diferencia del verano anterior, cuando sí estuvo al lado de su chico en algunas de sus actuaciones por España. Además, a principios de este mes, descubríamos en nuestras páginas a la presentadora, muy tranquila y feliz, disfrutando de las playas de Almería en compañía de su íntima amiga y 'comadre' Isabel Jiménez, uno de sus grandes apoyos y pilares. Una escapada en la que no le acompañó la que, hasta ahora, había sido su pareja.
Pese a la noticia de su ruptura con Nacho, Sara está disfrutando de un verano también especial. Tas su escapada a Almería, emprendía un nuevo viaje, esta vez, humanitario, de la mano de Unicef —organización de la que es embajadora desde 2017— para mostrar una "realidad terriblemente dura y sobrecogedora".
Tal y como ella misma nos contaba, en una sincera entrevista: "Me ha hecho más consciente de la importancia de nuestra labor como embajadores y del impacto que podemos tener. Me ha dado una perspectiva más profunda sobre la urgencia de actuar y sobre el poder de la solidaridad. Siento una renovada determinación de seguir trabajando para asegurar que ningún niño tenga que sufrir solo". Una experiencia que nunca olvidará y que, además, está deseando compartir con sus hijos.