La cuarta temporada de Emily in Paris acaba de estrenarse y ya se ha convertido en la serie más popular del momento en Netflix. Todos hablan sobre los nuevos capítulos, que ya pueden verse en la plataforma, de esta serie protagonizada por Lily Collins, quien da vida a Emily. En esta cuarta entrega vuelven a trabajar los actores que ya enamoraron al público en anteriores temporadas, como Ashley Park, en el papel de Mindy, uno de los personajes favoritos de la audiencia. Pero mientras que Mindy ha conquistado a los fans de Emily in Paris con su carácter divertido y despreocupado -además de con su impresionante voz-, la actriz que la interpreta ha atravesado a lo largo de su vida situaciones muy complicadas que nunca ha intentado ocultar.
Ashley se ha convertido en una gran estrella con Emily in Paris, pero su vida no ha sido un camino de rosas. Cuando apenas tenía quince años vivió momentos muy complicados al diagnosticarle leucemia. Tuvo que estar ocho meses ingresada en el hospital, atravesando una etapa muy dura de su vida, pero la pesadilla se repitió recientemente. Durante las pasadas Navidades, la actriz de 33 años sufrió una amigdalitis que terminó convirtiéndose en un shock séptico, llegando a peligrar su vida. "Nadie de 15 años debería tener cáncer y nadie de mi edad debería tener un shock séptico", ha declarado en una entrevista con Cosmopolitan. "Me siento afortunada, en realidad. Ha sido una especie de milagro cómo me he recuperado", ha añadido.
La intérprete ha narrado cómo lo que comenzó siendo un viaje de ocio junto a su pareja, su coprotagonista en la serie Paul Forman, terminó convirtiéndose en una situación crítica. Aunque Ashley explica que solo había guardado en su maleta bikinis para esta escapada de Nochevieja, la amigdalitis no tardó en convertirse en el primer problema de sus vacaciones. "Luego todo comenzó a ir mal. Estuve en diferentes UCI y luego en ambulancias aéreas durante un mes", ha relatado. "Cuando fui a urgencias y a la UCI por primera vez, estaba en las Maldivas con Paul", ha explicado. Desde su punto de vista, la ayuda de su chico fue fundamental para salvar su vida: "No creo que lo hubiera logrado sin él. Todos los demás estaban al otro lado del mundo".
Poco después, Ashley ya se encontraba frente a las cámaras grabando la cuarta temporada de Emily in Paris: " En realidad, para mí se trataba de sobrevivir. No recuerdo nada porque no me encontraba bien", ha explicado sobre el rodaje. La interpretación fue para ella su mejor terapia cuando enfermó de adolescente, y ha continuado siéndolo hasta ahora, llegando a ser no solo una afición, sino su profesión y el medio en el que ha conocido también a su media naranja. Y el humor, otra de sus grandes herramientas, no puede faltar en su vida: "Ya sea por sepsis, cáncer o gente mala en clase, he aprendido a sonreír a pesar de las cosas que no quería sonreír y a encontrar una manera genuina de hacerlo. Es mucho más fácil que estar enfadada".