A lo largo de estos últimos días, Lucía Rivera se ha encargado de dejar claro que se encuentra ilusionada. "Tengo el corazón contento", ha confesado hace unos días la hija de Blanca Romero y Cayetano Rivera a la vez que ha compartido compartido fotografías con un atractivo chico. Sin embargo, ha sido ¡HOLA! quien ha revelado su identidad de su misterioso amor de verano. Se trata de Fernando Wagner Sampol, un broker inmobiliario que trabaja en su Mallorca natal, con el que la modelo ha pasado gran parte del verano. Ahora, hemos dado con nuevos datos sobre él y son, cuanto menos, sorprendentes.
Después de realizar un análisis minucioso de su árbol genealógico, hemos comprobado que Fernando tiene sangre real. De esta forma, hemos descubierto que el broker mallorquín desciende directamente del mismísimo Alfonso X El Sabio, entre otros monarcas medievales de la Casa de Borgoña. Y no sólo eso porque, en su linaje, hemos dado con los primeros españoles que conquistaron América.
Para entender todos estos orígenes tan ilustres, cabe señalar que el nuevo novio de Lucía Rivera es hijo de Fernando Wagner Ureta, un broker de seguros que nació en Lima y que se instaló en nuestro país hace ya varias décadas. Este señor está emparentado con el político Allan Wagner, el que fuera Ministro de Relaciones Exteriores de Perú en 2021, pero es su rama materna la que guarda sus raíces más sorprendentes.
Entre sus antepasados, figuran los primeros españoles que llegaron a Perú a principios del siglo XVI. Por ejemplo, Juan de la Torre y Díaz Chacón, un noble hidalgo extremeño que formó parte de los Trece de la Fama o Trece Caballeros de la isla de Gallo, que es como se llama al pequeño ejército con el que Francisco Pizarro derrotó al imperio inca. Además, Juan de la Torre es considerado el fundador de la ciudad de Arequipa. Entre los antecesores del novio de la modelo también localizamos a otro de los trece militares de Pizarro: el gaditano Nicolás de Ribera y Laredo, que fue el primer alcalde ordinario del Cabildo de Lima y que regresó a España para reclutar más soldados con los que seguir ocupando las nuevas tierras.
Que el novio de Lucía Rivera proceda de tantos personajes involucrados en la conquista de América no debería resultarnos tan llamativo, ya que no eran tantos los españoles que cruzaron el Atlántico a principios del siglo XVI y, por tanto, era fácil que todos ellos terminaran emparentados. De hecho, Fernando también desciende de otros conquistadores de Perú, como el terrateniente manchego Francisco de Valverde y Montalvo, que estuvo a las órdenes de Pizarro; o el capitán salmantino Isidro Robles y Pachecho, que ayudó en la ocupación de Santo Domingo y Perú. También del almirante sevillano Juan Manuel Ramírez de Zegarra y Casausel y el capitán segoviano Diego de Peralta Cabeza de Vaca, que ambos batallaron por el control de la ciudad de Cuzco.
Pero, como señalábamos anteriormente, Fernando Wagner Sampol cuenta con sangre azul. Concretamente, de monarcas de la Casa Borgoña, que reinaron en Castilla, León y Portugal durante la Edad Media. De manera inesperada, un destacado antepasado directo del broker mallorquín es Juan de Castilla y Castro, que era nieto de Alfonso XI de Castilla y Portugal, el llamado El Justiciero, y también tataranieto de Sancho IV El Bravo, a su vez, hijo de Alfonso X El Sabio.
El árbol genealógico del novio de Lucía Rivera es una verdadero caja de sorpresas, porque, entre otros personajes ilustres de nuestra historia, también encontramos a Íñigo López de Mendoza y de la Vega, el emblemático marqués de Santillana, que, como recordarán nuestros lectores, este militar fue uno de los grandes poetas de la nuestra literatura prerrenacentista. Por otro lado, también localizamos a Pedro de Rivera y Tapia, el que fuera mecenas de Lope de Vega y Miguel de Cervantes –le dedicó Viaje al Parnaso a su hijo–. Sin duda, una sangre con mucha historia, que ahora hace palpitar el corazón de Lucía Rivera con fuerza.