Llevan juntos más de una década, pero siguen igual de enamorados que el primer día. El pasado mes de julio, Francisco Rivera y Lourdes Montes celebraron el décimo aniversario de su 'sí, quiero' más esperado, el que pronunciaron ante la Esperanza de Triana, en la capilla de los Marineros de Sevilla, diez meses después de haberse casado por lo civil —en septiembre de 2013—.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Diez años de matrimonio y dos hijos en común —Carmen, de ocho años, y Curro, de cinco—, que son, junto a Tana —la hija que Francisco tuvo con Eugenia Martínez de Irujo—, lo más importante para ellos.
Juegos en la orilla y chapuzones en el mar
Han formado una familia unida y feliz, y así lo demuestran las imágenes que acompañan estas líneas, en las que podemos ver a la diseñadora y al extorero aprovechando estos días de descanso para estar con sus hijos pequeños.
Un verano más, han dejado atrás la capital hispalense para escaparse a su refugio estival, la costa gaditana. En esta ocasión, han elegido Sancti Petri como destino, y no cabe duda de que están disfrutando al máximo su estancia en este bonito pueblo pesquero, situado en el municipio de Chiclana de la Frontera.
En una divertida jornada de playa, Curro, que ya está hecho todo un 'hombrecito', sorprendió con unas gafas de sol con montura blanca y un bañador de lo más colorido.
Si bien decía la diseñadora, hace tan solo unos días, en sus redes sociales, que estaba dedicando sus vacaciones a correr por la playa, está claro que a Curro también le gusta practicar otros deportes. Sobre todo, con su padre, con quien estuvo jugando a las palas.
Mientras, su hermana Carmen se animaba a darse un buen chapuzón en el mar con Lourdes, que presumió de figura con un sencillo bañador azul. Madre e hija llevaban, de hecho, un traje de baño muy similar, puesto que el de Carmen, aunque era blanco, tenía detalles en este mismo color.
Un verano también difícil
Durante esta jornada de playa, Francisco y Lourdes también se mostraron de lo más románticos, dándose un cariñoso beso. Un gesto que lo dice todo. Pese a la felicidad por su décimo aniversario de boda, cabe señalar que este ha sido, también, un verano lleno de recuerdos para Francisco. El pasado 23 de julio se cumplieron 20 años de la muerte de su madre, Carmen Ordóñez, un duro golpe que dejó devastados a los hermanos Rivera.