Tras superar un bache sentimental que parecía que iba a dar al traste con la relación que mantenían desde hace más de dos años, Ernst de Hannover y Claudia Stilianopoulos han decidido seguir adelante con su historia de amor. Como en todas las parejas, a veces, los obstáculos parecen infranqueables, pero ellos han decidido dar carpetazo a las malas "vibras" y reanudar firmemente su romance, si es que, por algún momento, estuvo a punto de diluirse en un mar de circunstancias.
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Y su última escapada a un restaurante en la calle Velázquez, la céntrica y nueva meca gourmet de la capital, así nos lo atestigua. Plantando cara incluso a la tercera ola de calor del verano, que derrite el asfalto madrileño. Y es que Madrid ocupa hoy una parte muy importante del corazón del príncipe. Es su lugar en el mundo y la ciudad que le hace feliz. Y no solo porque este sea el espacio urbano que transita con su chica —con la que comparte vida, aunque no así techo—, sino porque aquí es donde viven su hijo Christian, su nuera Alessandra de Osma y tres de sus nietos. Sin olvidar a su otra familia deseada, la de los amigos. Que crece y crece. Casi tanto como la de sangre, a kilómetros de distancia, porque el príncipe ha vuelto a ser abuelo. Ya por séptima vez, que, paradojas del destino, es el mismo número de nietos que tiene Carolina de Mónaco, de la que aún no se ha divorciado.