Cayetano Rivera y Maria Cerqueira se han escapado unos días a las playas de El Algarve y han hecho un alto en su respectivos compromisos profesionales para disfrutar de unas mini vacaciones. Este es su segundo verano juntos, pero el torero y la estrella lusa de la televisión van dando pasos que consolidan cada vez más su relación.
Como muestra, en estos días de descanso en la playa han estado acompañados por sus respectivos hijos, el pequeño Cayetano y los dos de Maria, Kika, de 21 años, y Joao, que ha hecho muy buenas migas con el hijo del diestro por sus edades similares, seis y siete años.
A pesar de estar rodeados de familiares y amigos, Cayetano y Maria han buscado momentos de privacidad para dar rienda suelta a sus sentimientos. Así, en el reportaje que la revista ¡HOLA! publica en su último número en exclusiva, hemos podido ver a la pareja protagonizando escenas muy románticas, cuando se daban un refrescante baño en las aguas del Atlántico. Entre risas y juegos, cómplices, cariñosos y con el azul del mar de fondo, el torero y la guapa periodista parecían dos adolescentes.
Hace cinco años que sus caminos se cruzaron por primera vez. Fue en la plaza de toros "Campo Pequeno" de Lisboa, donde Maria, presentadora de la cadena TVI y toda una estrella en su país, entrevistó al diestro. En febrero del año pasado saltaba la noticia de que los amigos, tras sus respectivas separaciones, se habían reencontrado y se habían convertido en pareja.
A lo largo de este tiempo, se han sucedido las fotos de ambos en el aeropuerto, o en los canales de Venecia, o viendo un atardecer en el Chiado lisboeta, o disfrutando de unos días de playa, o rigurosamente abrigados en El Recreo de San Cayetano, de Ronda, para pasar la Nochevieja. Lo habitual del primer año de noviazgo, cuando uno está enamorado y no para quieto.
El pasado marzo, en Écija, Maria acudía por primera vez al ruedo donde “su chico” se jugaba la vida. En mayo, Sevilla volvió a ser el escenario de un amor que les impide separarse. Y ahora su paraíso portugués ha vuelto a ser testigo del gran momento que está viviendo esta pareja de guapos, en lo mejor de su relación.