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Con ellos llegó el estilo. Bien podría haber sido ese el titular de esta crónica, porque, en verdad, el desembarco de los duques de Huéscar en Marbella ha sido espectacular. En realidad, lo que son de impacto son las imágenes que nos han brindado al inaugurar sus vacaciones de verano, surcando las aguas, a toda velocidad, a bordo de una lancha clásica Riva, considerada el Ferrari de los mares.
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Acompañados de otra pareja de amigos, Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo salieron a navegar en esta embarcación, el summum de la elegancia y la sofisticación, y a explorar calas recónditas. Mientras el joven aristócrata ejercía de copiloto, su mujer y su amiga disfrutaban del trepidante paseo sentadas en la parte de atrás, y muertas de la risa al ver cómo les salpicaba la espuma de las olas.
Sofía, que se ha convertido en todo un referente de moda para miles de mujeres, escogió un atuendo acorde para la ocasión: un traje de baño completo gris plomo, de estilo maillot, con la espalda descubierta, y un colorido pareo con estampado étnico en un tono anaranjado, a juego con su sombrero de rafia y sus sandalias planas.
Los condes de Osorno también se encuentran ya en Marbella, la localidad de la Costa del Sol en la que a lo largo del verano suelen recalar varios miembros de la familia Alba. Tanto Fernando y Sofía como Carlos y Belén suelen pasar, asimismo, temporadas en la cercana urbanización gaditana de Sotogrande, donde disfrutan de tranquilas jornadas en familia al borde del mar.
Por el momento, las dos jóvenes parejas han sido fotografiadas cuando salían a navegar por separado, con sus respectivas pandillas de amigos.
La duquesa presumió de su espléndida figura en bikini, mientras que su cuñada Belén Corsini, que fue madre hace cinco meses, apostó por un caftán de vistoso estampado
Juntos pero no revueltos. Eso sí, los duques de Huéscar dejaron en casa a sus hijas, Rosario y Sofía, al igual que los condes de Osorno, que tampoco llevaron al pequeño Carlos, que acaba de cumplir cinco meses.
En otra de las jornadas marineras de los hijos y las nueras del duque de Alba, la primera en llegar al puerto fue Sofía, con un vestido boho chic, de color beis con estampado de rayas y cangrejos en negro, y anudado en la cintura, que combinó con sombrero "fedora" de paja, al igual que su capazo, y sandalias planas de tiras con detalle de metal. Después, se pudo ver al duque llegando al pantalán con su perrito teckel. Una vez a bordo, la joven duquesa se desprendió del vestido y se dispuso a tomar el sol, acompañada de sus amigas, con un bikini verde que mostraba su espléndida y atlética figura.
Belén, por su parte, hizo gala de su buen gusto con un caftán con maxiestampado paisley, bordados y abalorios en el escote, de la colección del verano pasado de Zara. La condesa no usó sombrero, pero, al igual que su cuñada, sí que apostó por el capazo, uno de los accesorios imprescindibles del verano.
