Las escenas de 'alta contenido' son tan delicadas y exigen tanta preparación como las de acción o violencia. De hecho, incluso, más. Porque las personas implicadas están desnudas y, ¿se puede estar más vulnerable que desnudo? No. Sabemos que los actores son profesionales de lo suyo, de la interpretación, de fingir y hacer real lo que en realidad está escrito en un guion y también sabemos que su herramienta de trabajo es su cuerpo y su voz, pero, ¿cómo solventar una interacción tan íntima con otro compañero de trabajo cuando es eso, un compañero de trabajo y no tienes dónde esconderte? Y otra cosa, el cuerpo responde a estímulos que la mente es, a veces, incapaz de controlar, ¿cómo evitar situaciones incómodas?
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Sin embargo, pese a que las escenas de tiros o los asesinatos son coreografías muy ensayadas que se estudian en escuelas de teatro desde que el mundo es mundo, las escenas amatoriales se han dejado un poco al libre albedrío, lo que ha desembocado, a lo largo de los años, en malentendidos en el mejor de los casos o en abusos conscientes, en los peores. Pero siempre, en silencio. Hasta que llegó el metoo y hubo un click en las conciencias. Nació el concepto 'coordinador de intimidad' y hoy, en productos donde la carnalidad es un personaje más de la trama, es ineludible. Y si hablamos de escenas subiditas de tono… voilà, Élite es el epítome perfecto. Una serie en donde el sexo sobrevuela cada frame de los 51 minutos que dura cada capítulo. Porque sus personajes se mueven a través de sus instintos y no hay otro instinto más primitivo y más poderoso que ése, el que te hace vibrar el corazón y eriza la piel.
Pero Élite también es una epítome de la correcta interpretación del sexo en la pantalla, dado que el rodaje de esas escenas está más que controlado y reglado. En definitiva, es un ejemplo de cómo hacer creíbles esas escenas que nos sacan los clores cuando, en realidad, todo tiene trampa y cartón. Con motivo del estreno de la última temporada de Élite, entrevistamos a las artífices de que todo funcione correctamente y al mismo tiempo, el objetivo de la cámara se empañe… de tanto calor. Ellas son Tábata Cerezo y Lucía Delgado, juntas han dado vida a IntimAct .
-Tábata, ¿Cómo llegaste a Élite?
-Ambas formamos parte de un programa de formación a nivel europeo impartido con el apoyo de Netflix, por lo que uno de los primeros shows en los que comenzamos a trabajar tras finalizar nuestro entrenamiento como coordinadoras de intimidad fue la sexta temporada de Élite. Nos hizo especial ilusión, ya que el contenido íntimo era desde el comienzo de la serie uno de los grandes distintivos de la serie.
- ¿Y a esta profesión? ¿Desde cuándo llevas dedicándote a ser coordinadora de intimidad?
-Comenzamos nuestra formación en 2021, y ese mismo otoño formamos juntas IntimAct, nuestro proyecto de coordinación de intimidad. Ambas somos también actrices, y conocíamos muy bien el vacío que existía en nuestra industria a la hora de abordar este contenido, por lo que tenía mucho sentido para nosotras poder formar parte de este cambio.
-En qué consiste tu trabajo, porque para mucha gente es algo casi desconocido…
-Nos encargamos de la gestión del contenido íntimo de las ficciones, poniendo en el centro el consentimiento de los actores, ayudamos a los directores en la coreografía de las escenas íntimas y ocupándonos de que este contenido se lleve a cabo de forma creativa, respetuosa, profesional y segura. Es muy parecido a lo que haría un coordinador de acción con una escena de violencia.
- Por cierto, ¿cómo nació esta disciplina? ¿Por alguna película en concreto?
-Comenzó en EEUU e Inglaterra en torno a 2018 a raíz del movimiento #metoo. Distintas profesionales comenzaron a preguntarse por qué cuando había escenas de lucha siempre había en el set una persona especializada haciéndose cargo del contenido (de que nadie se llevase un puñetazo, y de que acciones simuladas parecieran reales por cámara sin serlo) y, en cambio, las escenas de sexo la mayoría de las veces se improvisaban, pudiendo dar lugar a situaciones evitables o incómodas.
- ¿Qué desafíos te ha planteado la serie que no te has encontrado antes?
-Las escenas íntimas en Élite forman una parte muy importante de la serie y de las tramas de los personajes, por lo que era especialmente desafiante poder estar a la altura de las expectativas de los espectadores en este sentido. Por otro lado, el reparto es muy joven, por lo que se vuelve una prioridad para nosotras poder conseguir que sus experiencias en rodaje sean positivas, también en la grabación de esas escenas.
-¿Cómo aplicáis normas de 'intimidad' en la práctica y en el contexto de un ambiente de trabajo artístico?
-Uno de los pilares más importantes de nuestro trabajo es el consentimiento, por lo que todo aquello que se representa en la pantalla parte de conversaciones con dirección y actores sobre sus límites de desnudez y de representación. Es fundamental crear escenas que partan de una conversación y de un pacto común.
-Lucía, ¿cómo abordas un día de grabación con una escena precisa?
- En realidad, una vez llegamos a rodaje hemos hecho tanta preparación de cada escena que ahí es simplemente, acompañar al equipo artístico, directores y otros departamentos, asegurarnos de que por cámara se ve el realismo deseado, chequear y ajustar la coreografía para que funcione, etc.
Siempre señalamos que la parte más importante de nuestro trabajo ocurre antes, y esto es fundamental. Nosotras hacemos una preparación muy rigurosa que incluye varias conversaciones con directores, productores y elenco y unos ensayos que dejan el terreno muy preparado de cara al día de rodaje.
También de esta forma, en rodaje, somos eficientes con el tiempo, ya tenemos claro de qué va la escena y qué cuenta.
- ¿Cómo evitas los momentos incómodos -la fisiología humana no se controla…-? Concentración, 'artilugios'...
- Lo primero es que lo abordamos como algo natural, que puede pasar. Es importante mencionarlo para que nadie se sienta más incómodo o mal de lo necesario. Dicho esto, es algo que lógicamente tratamos de prevenir utilizando diferentes elementos que evitan el contacto genital y la sensibilidad en esa zona lo máximo posible. Y si ocurre (esto o cualquier otra situación que lo requiera), paramos cinco minutos, descansamos y retomamos.
- ¿Qué es lo más complicado de una de estas características (escenas?)? O todo es más fácil, sencillo y natural de lo que pensamos…
- En realidad es todo muy técnico. Igual que con las escenas de acción, lo más complicado puede llegar a ser que no se vea el truco, conseguir el realismo deseado por cámara, mientras que nos aseguramos de que todos los límites pactados están siendo respetados. También trabajar con los cuerpos de manera técnica, al final no se trata de los movimientos o expresividad de la vida privada de los intérpretes, sino de los personajes, por lo tanto hay una parte interpretativa que también hay que sumar a la parte técnica.
Habrá ocasiones donde las escenas salen más fácil y otras donde se complican, la mayoría de las veces porque, como digo, es algo técnico, complejo, que requiere de la colaboración entre directores, intérpretes, DoPs, operadores y nosotras.
- ¿Cuáles son los principales consejos (tips) que das a los actores para afrontar estas escenas…? Porque no todo el mundo es igual de pudoroso o de tímido…
- Lo importante es ofrecer una red de seguridad respecto a estas escenas que se adapte a las necesidades de cada intérprete y a sus límites. En el caso de intérpretes muy jóvenes o con poca experiencia, solemos acompañarles en muchas ocasiones en descubrir cuáles son esos límites, cómo se modifican con el tiempo y/o las escenas.
Y luego, por supuesto, una vez estamos creando la escena con ellxs, les ayudamos a nivel expresivo a buscar a estos personajes en estas situaciones para que la escena sea narrativa.
- ¿Has tenido algún tipo de conflicto entre lo que consideras que tiene que ser y lo que el autor 'considera' 'artísticamente' que tiene que ser?
- Lo primero es que, por supuesto, es dirección quien toma la decisión última. Nosotras trabajamos colaborando con directores para buscar las mejores escenas posibles que respeten los límites del elenco y buscar soluciones creativas y diferentes posibilidades desde una mirada especializada para poder ofrecerlas.
-¿Hay diferencias entre coordinar a un actor o a una actriz? Las actrices contractualmente están menos expuestas que los actores? Es decir, lo tienen todo más firmado que ellos?
-En principio no hay ninguna diferencia. Insistimos mucho en que desde coordinación de intimidad trabajamos para todas las personas involucradas en estas escenas: elenco, directores y equipo técnico.
En nuestra experiencia a nivel de límites de desnudez o de acciones, el género de los intérpretes no influye de manera significativa en la forma de trabajar. Tratamos a cada persona, cada caso, cada escena de manera particular.