No ha podido ser. El deseo de Rafa Nadal y Carlos Alcaraz de volver a casa con una medalla olímpica en dobles se ha desvanecido tras ser derrotados este miércoles por los norteamericanos Austin Krajicek y Rajeev Ram por 2-6 y 4-6. En la pista Philippe-Chatrier de Roland Garros, llena de buenos recuerdo para ambos, han contado con el apoyo incondicional de sus familiares, en los que el tenista manacorí se refugiará en las próximas semanas para tomar una importante decisión: continuar o finalizar aquí su brillante carrera deportiva, una de las más importantes de la historia.
© Getty Images"Se ha terminado una etapa para mí. La etapa que me había marcado era hasta los Juegos Olímpicos y hoy se acaba. Necesito volver a casa y, en frío, después de un descanso, analizar las cosas tal y como las veo y las siento, las ganas que tengo y la fuerza interior para tomar una decisión u otra. La tomaré cuando la tenga que tomar porque tengo total libertad y me he esforzado durante toda mi vida para hacerlo cuando lo sienta", ha dicho a los micrófonos de TVE en la zona mixta tras el encuentro, el último de Nadalcaraz, tándem que ha ilusionado a todo un país.
© Getty Images"Soy una persona tranquila y necesito mis tiempos. Cuando tenga claro mi siguiente paso, lo haré saber, pero ahora lo que necesito es estar con la familia y desconectar. Han sido meses emocionantes porque he vuelto a jugar al tenis, pero también ha habido decepciones. Ahora tengo que gestionar todo y ver lo que realmente siento", ha añadido Nadal, que en 2023 puso en pausa la competición por una lesión.
© Getty ImagesNadal, que ha causado sensación en los JJOO y sus propios compañeros en la Villa Olímpica no han dejado de pedirle selfies, tiene por delante la decisión más complicada de su carrera. Para tomarla cuenta con el apoyo incondicional de su familia, que siempre ha estado a su lado, celebrando las victorias, asumiendo las derrotas y respetando sus tiempos. En sus padres, Ana María y Sebastián, en su hermana Maribel, en su mujer Mery Perelló y en su hijo Rafael ha tenido a sus talismanes.
El pequeño Rafael, que está a punto de cumplir dos años, ha estado presente en prácticamente todos los partidos que su padre ha disputado este 2024. En las gradas, y habitualmente con una miniraqueta, se ha mostrado de lo más simpático y espontáneo, con gestos de ilusión por ver a su papá. "A mi mujer le gusta que siga jugando al tenis, le gusta que tengamos esa experiencia con mi hijo", explicaba el deportista, para el que es importante que su niño haya podido verle en activo.
A pesar de no haber logrado su objetivo, Rafa Nadal ha tenido un papel destacado en este evento deportivo. Es uno de los mejores tenistas de todos los tiempos y así quedó reflejado en la ceremonia de apertura, en la que formó parte del grupo que se encargó de trasladar la antorcha olímpica hasta el pebetero. En la plaza de Trocadero cogió el relevo de Zinedine Zidane y se montó en una barca en el Sena junto a Serena Williams, Carl Lewis y Nadia Comaneci para entregarla a los siguientes compañeros. Una experiencia que, según dijo, tendrá siempre en su corazón.
Su deseo cuando deje la competición
El juego de Nadal emociona siempre, sin importar el resultado. Su buen hacer en la pista, su apuesta por el juego limpio y la deportividad con la que se comporta con los rivales hace que sea un referente para las nuevas generaciones. Es el mejor ejemplo de que un esfuerzo más siempre merece la pena y de que el trabajo duro y la constancia dan sus frutos. ¿El resultado? 22 Grand Slams, dos oros en JJOO y numerosos reconocimientos que lo han colocado en el Olimpo del tenis. Pero más allá de sus meteóricos números, él tiene un único deseo cuando diga adiós a las pistas: ser recordado como una buena persona.
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