Las imágenes que ilustran este reportaje tienen como común denominador la felicidad. Una felicidad que, tras doce años de noviazgo —también feliz y, sobre todo, discreto, porque la discreción ha sido el santo y seña del matrimonio—, se inició oficialmente el 16 de junio de 2017, con una boda sorpresa en Mallorca, y se acrecentó con el nacimiento de sus dos hijos, Matilda, de ocho años, y Mario, de seis, que colmaron de alegría a Malena Costa y a su marido, el exfutbolista Mario Suárez. "Recuerdo el día de nuestra boda como uno de los más bonitos de mi vida por el cariño y el amor con los que, sin yo enterarme de nada, Mario organizó todo. Ni siquiera cuando me quité el antifaz pensé que me estaba casando", reconoce la modelo, que cumplirá 35 años el próximo 31 de agosto.
A su lado, sonriente, Mario asiente y afirma: "Sí, la verdad es que fue un momento precioso. Además, a excepción de mis dos cómplices —mi cuñada y mi padre—, nadie se imaginaba nada. Quizá haya que preparar algo parecido más adelante, para que Malena pueda disfrutar de su día sin estar embarazada... ¡quién sabe!".
El mejor regalo
—Malena, habéis cumplido siete años de matrimonio. ¿Cómo lo habéis celebrado?
—Esta vez lo tuvimos que celebrar por adelantado, en Ibiza, los dos solos, ya que, debido a los compromisos profesionales de Mario, no hemos podido estar juntos el día de nuestro aniversario.
—¿Os habéis hecho regalos especiales?
—A veces nos los hacemos, pero el mejor regalo que nos podemos dar, y más cuando tienes hijos, es tiempo de calidad en pareja.
—¿Quién de los dos es más romántico?
—Yo pensaba que era romántica hasta que conocí a Mario (ríe). Me supera en muchas cosas, pero yo también soy muy detallista.
—Aparte de vuestra boda y del día que nacieron vuestros hijos, ¿qué momento de vuestra relación recordarás siempre?
—Es que guardo muchos recuerdos: el día que me pidió matrimonio, en el Ponte Vecchio de Florencia; el viaje a África que organizó Mario cuando empezábamos, porque era mi sueño hacer un safari fotográfico; el día que trajo a nuestro perro 'Roco' a casa por sorpresa. Pero también me encantan los momentos más sencillos, como estar en casa juntos, viendo una película o una serie.
—Mario, ¿tú supiste enseguida que Malena era la mujer de tu vida?
—Lo supe desde el primer momento en que la vi. Pero lo mejor es que, después de tanto tiempo, sigo pensándolo.
—El vuestro parece un amor eterno, Malena, ¿cuál es el secreto? ¿Hay que luchar mucho en el día a día para mantenerlo?
—Yo creo que no hay parejas perfectas y que cada relación tiene sus cosas. Lo más importante es lo mucho que nos queremos y la química que, a día de hoy, seguimos teniendo.
—Aunque da la impresión de que vivís en una permanente luna de miel, imagino que también habrá algo en lo que chocas con Mario. ¿Qué es lo que te saca de quicio de él?
—Ja, ja, ja… Siempre pueden surgir cosas en cualquier convivencia, pero no hay nada concreto que me saque de quicio. Tenemos nuestras discusiones, porque los dos tenemos bastante carácter, pero nada fuera de lo normal.
—Y a ti, Mario, ¿cómo te conquista Malena a diario? ¿Te sigue sorprendiendo?
—Creo que todas las parejas tienen sus códigos y normas, y lo que a unas les vale, a otras no. Nosotros, después de doce años, con nuestras cosas y nuestros momentos mejores y peores, seguimos sorprendiéndonos el uno al otro y seguimos queriendo estar juntos.
—Los dos sois muy activos, ¿cuál es vuestra fórmula para compaginar trabajo y amor?
—La fórmula es que nos encanta estar juntos. Siempre intentamos organizarnos para poder estarlo, tanto solos como con los niños cuando no están en el colegio.
—Y qué aficiones o actividades os gusta compartir?
—Nos encanta viajar, comer bien y beber buen vino. También, cuando podemos hacerlo, entrenar juntos, leer y ver series.
"Malena me ha dado lo mejor que tengo"
—Mario, te retiraste del fútbol a finales del año pasado. Tu mujer ha sido un apoyo fundamental para ti, pero ¿hasta qué punto? ¿Qué hubiera sido de Mario Suárez sin ella a su lado?
—Malena me ha dado lo mejor que tengo en esta vida, que son nuestros hijos, pero, además, sin su apoyo, no hubiera podido hacer la carrera que he hecho. Es verdad que los dos hemos tenido que rechazar cosas en determinados momentos, pero ella ha sido la que más ha tenido que sacrificar su carrera para poder estar en familia cuando he jugado en el extranjero, y se lo agradeceré siempre.
—¿Cuándo sentiste de verdad que ya no eras un futbolista profesional?
—El último año, en el que prácticamente no jugué. Tenía claro que o continuaba en el Rayo Vallecano un año más o iba a ser difícil que una oferta extranjera me motivara para continuar. He podido jugar en el equipo de mis sueños, el Atlético de Madrid; he vivido experiencias en el extranjero, y he jugado con la selección, pero ahora lo que me apetecía y pedía el cuerpo era estar con mi familia y hacer otras cosas.
—¿Cómo es la vida de un deportista después de la retirada? ¿Qué haces ahora con tu familia que antes casi no podías disfrutar?
—La verdad es que, por suerte, no he parado desde que me he retirado. He estado comentando la Eurocopa, también trabajo con ESPN Deportes y lo que más tiempo me ocupa son dos proyectos que me motivan e ilusionan mucho: la inmobiliaria que tengo con mi hermano Sergio, Suma Inmobiliaria, y el Café de Finca, un café de especialidad con un CEO, Jonathan Moral, que es un fenómeno, y en el que también son socios los hermanos Gasol, Falcao y Ter Stegen. Y a nivel familiar puedo pasar más tiempo con los míos y me encanta. Puedo llevar a mis hijos al colegio y recogerlos casi todos los días, y podemos viajar en Semana Santa, los fines de semana y los festivos, algo que antes no podía hacer, o sea, que puedo pasar más tiempo de calidad con la familia.
—A ti te gusta la cocina, Malena. ¿Cocinas para tu marido y tus hijos?
—Cuando me pongo, sí me gusta, pero a veces me cuesta ponerme (ríe). Lo que me gusta es "copiar" las recetas saludables que crea mi hermana Emily, @myebycosta, con la que he sacado la segunda edición del libro No comas menos, come mejor, y que toda la familia las pruebe.
—Si la felicidad que sientes fuera un alimento, ¿qué ingredientes tendría?
—Ja, ja, ja…Dicen que el café y el vino son alimentos, ¿no? Pues esos serían. El café, porque me hace feliz por la mañana y me ayuda a empezar el día con fuerza, y el vino, porque es un momento que compartes con gente, lo cual me encanta.
—Se te ve estupenda, ¿en qué momento de tu vida te encuentras?
—¡Muchas gracias! La verdad es que me siento feliz de poder seguir trabajando en lo que me apasiona. También estoy muy orgullosa de la familia que hemos formado y disfruto de la vida todo lo que puedo.
Los pies en la tierra
—A pesar de tener tan solo 34 años, ya llevas una trayectoria de más de 20 en las pasarelas, sobre las que empezaste con tan solo 11. ¿Qué es lo más importante que te ha enseñado el mundo de la moda?
—Aunque fueron mis padres quienes me enseñaron a tener los pies en la tierra siempre, el mundo de la moda también lo ha hecho. Nunca me he venido muy arriba cuando he trabajado muchísimo y tampoco me he venido abajo cuando he trabajado menos.
—¿Cuál ha sido la clave de tu éxito para mantenerte en el volátil mundo de la moda?
—No lo sé muy bien. Lo que hago, siempre que trabajo, es intentar dar lo máximo de mí, ser profesional y ponerle las cosas fáciles a quienes me contratan para que queden contentos.
—¿Cómo te cuidas? ¿Eres muy obsesiva, entrenas todos los días?
—¡No, no! Entreno un par de días a la semana y suelo montar tres a mi caballo, 'Claudio'. Y en casa comemos sano, aunque cuando salimos a comer o a cenar siempre pido lo que me apetece.
—Después de haber sido madre dos veces, ¿notas que tienes que preparar más tu cuerpo?
—La verdad es que no, porque, desde que fui madre, soy mucho más constante con el deporte. Me va muy bien física y mentalmente.
—A primeros de año, desfilaste por primera vez delante de tus hijos, ¿qué tal fue la experiencia de verles con esas caritas de ilusión?
—Fue increíble. Siempre había querido que me vieran desfilar, pero, por unas cosas u otras, no llegaba el momento. Finalmente, pudieron verme desfilando para Simorra. Antes de salir, pregunté en el «backstage» dónde estaba mi familia y, al pasar delante de ellos, los miré de reojo. Volví al 'backstage' con los ojos llorosos al contemplar sus caritas de felicidad.
—¿Les agrada, entonces, la fama de sus padres?
—No se lo hemos preguntado... Lo que sí veo es que miran con orgullo cuando nos piden una foto o algo.
—¿A quiénes se parecen?
—Tienen una mezcla de los dos. Mariete tiene una personalidad arrolladora y me recuerda a su padre en el carácter, pero es verdad que yo también era un terremoto cuando era pequeña. Y Matilda es un poco más tranquila y muy deportista.
—Tu hija se ha subido por primera vez a una pasarela con siete años. ¿Te gustaría que fuera modelo?
—Me gustaría que se dedique a algo que la haga feliz, sea lo que sea. Si fuera modelo, yo estaría a su lado para ayudarla, pero lo que quiero es que haga lo que a ella le guste. Nos pasamos más de media vida trabajando, así que, en la medida de lo posible, hay que intentar encontrar algo que nos motive.
—¿Y a tu hijo le gusta el fútbol?
—Sí, pero lo que más le gusta del fútbol es el plan de jugar con su padre o con sus amigos.
—No solo eres modelo, sino, por lo que dicen, también una mamá modelo. ¿Cómo compaginas tu vida laboral con tu vida como madre?
—No soy una "mamá modelo", para nada. ¡Ya me gustaría! Intento ser la mejor madre posible para mis hijos, pero no siempre se consigue. En cuanto a compaginar mi vida laboral con la familiar, intento hacer todo lo que sea de trabajo mientras ellos están en el cole, aunque no siempre es posible.
—¿Qué es lo que más os gusta hacer con ellos?
—Nuestros planes favoritos son los de ir a la hípica para ver a nuestro caballo o ver algún partido de fútbol. También juntarnos con la familia y los amigos y, por supuesto, ahora que estamos en verano, disfrutar de la playa y la piscina. Pero, como decía antes, también nos encanta estar en casa, jugando con juegos de mesa o viendo películas. Al final, entre la vida social de los niños y la nuestra, también se agradece estar tranquilos de vez en cuando.
—¿Qué planes tenéis para este verano y en qué proyectos profesionales te embarcaras después de las vacaciones?
—Pasaremos bastante tiempo en Mallorca y de allí igual nos iremos moviendo. En cuanto a los proyectos profesionales, además de seguir con las marcas de las que soy embajadora, también estoy muy contenta con las inversiones que estoy haciendo junto a Mario en el Café de Finca, Turbosuite... Aparte de mi trabajo como modelo, es algo que también me motiva.