La expectación era enorme por verla de nuevo competir y, con todos los focos puestos sobre ella, no ha defraudado en absoluto. Simone Biles (27 años) es una estrella como pocas y sigue acrecentando su leyenda en la historia del olimpismo, en esta ocasión arropada fervientemente por su marido y sus padres en los Juegos de París 2024.
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La gimnasta más laureada de todos los tiempos ha logrado este martes un nuevo hito que sumar a su inigualable carrera, tras proclamarse campeona con el equipo de EE.UU. junto a sus compañeras Sunisa Lee, Jordan Chiles, Hezly Rivera y Jade Carey. Un quinteto excepcional que, como es lógico, ha explotado de alegría tras conocerse el resultado definitivo, mordiendo después frente a las cámaras el metal que se habían colgado al cuello.
Desde las abarrotadas gradas del Bercy Arena, testigo de ese quinto oro olímpico para la icónica deportista ha sido su esposo, el jugador de fútbol americano Jonathan Owens. El 'safety' de los Bears de Chicago en la NFL había viajado desde su país hasta la capital francesa tras recibir un permiso especial de cinco días de su club, para poder apoyar así en persona a su mujer en su esperadísima participación.
Ambos forman un matrimonio muy unido desde que se casaron hace poco más de un año, primero en un juzgado de Texas en abril de 2023 y, al siguiente mes, celebrándolo por todo lo alto con una reboda espectacular en una de las paradisíacas playas de Cabo San Lucas, México. Para Simone, él es sin duda el hombre que le da el amor y la estabilidad que necesita después de los problemas de salud mental que esta padeció y ha superado ya, los que precisamente le obligaron a abandonar los pasados JJ.OO. de Tokio 2020.
La poseedora de nada menos que 38 medallas entre Juegos y Mundiales ha contado a su vez con el respaldo de sus padres, Ronald y Nellie Biles, quienes también se mostraban encantados durante su paso por el recinto para ver en acción a su hija. Sobre todo, era su madre quien no ha parado ni un segundo de animar a la campeona, agitando la bandera de las barras y estrellas o abrazándose a su yerno tras la apoteosis final.
Para las estadounidenses han sido un total de 171.296 puntos dorados, después de brillar en sus ejercicios de equilibrio, asimétricas, potro y suelo, seguidas en el podio por las italianas y las brasileñas. Desde que Simone volviera a escena, y tras llevarse a casa un oro olímpico ocho años después, nadie ha querido perdérsela y entre ese público había numerosos VIPs. Si en esta jornada hemos visto en el pabellón a Natalie Portman con su hija, a Nicole Kidman junto a los suyos, o a Pau Gasol con su mujer y sus niños, días atrás hicieron lo propio Lady Gaga, Tom Cruise, Ariana Grande, Jessica Chastain, Snoop Dogg o Greta Gerwig.