Es uno de los deportistas españoles que soñaba con dejar a nuestro país en lo más alto en estos Juegos Olímpicos que se celebran en París, y lo ha conseguido. Diego Botín y su compañero Florian Trittel han logrado un oro en la clase 49er de vela.
“Debido a la experiencia acumulada en los anteriores (estos son sus terceros Juegos), son los que mejor hemos preparado. En Tokio me quedó una espina clavada después de quedarnos a las puertas de la medalla y espero que la suma de esa energía con esa experiencia, nos dé el plus que necesitamos para conseguir nuestro objetivo", nos aseguraba días antes de la competición.
con SailGP
-¿Qué ha significado para ti que Omega te haya elegido como embajador?
Omega es una marca que siempre hemos visto unida a deportistas referentes para nosotros y con la que compartimos muchos valores como la excelencia, precisión e innovación. Que una marca como Omega nos elija como embajadores es un honor y a su misma vez una responsabilidad.
-Te preparaste para los Juegos de París 2024, y a la vez tuviste que compaginar los campeonatos de Sail GP. Dos objetivos muy exigentes. ¿Cómo gestionas tu tiempo?
Las dos campañas se superponen muy bien ya que Sailgp es una semana al mes y el resto lo hemos podido pasar entrenando en nuestra categoría olímpica, el 49er. Además SailGP nos ha dado experiencia y conocimientos que nos han hecho crecer como regatistas y, por tanto, ha ayudado mucho a nuestra preparación para los juegos. Obviamente no queda mucho tiempo para otras cosas, la dedicación ha sido total, especialmente en el último año. Tengo la suerte de que mi vida alrededor del deporte, familia y amigos me apoyan en esto y me ayudan a que haya cierto equilibrio dentro de lo que supone lo que estamos haciendo.
-Ser atleta de élite es algo muy sacrificado, ¿has tenido que renunciar a muchas cosas hasta llegar hasta aquí?
Para mí no es sacrificado. Para poder competir al máximo nivel hay que tomar decisiones, y para mí esas decisiones siempre han estado claras. Desde mi punto de vista para uno poder sacar su cien por cien tiene que disfrutar de lo que hace, y sí, claro que en ese disfrute hay sufrimiento, pero hay que tener esa pasión y determinación. Si no es así, no se puede poner el trabajo necesario para conseguirlo.
-¿Qué ha sido lo más difícil hasta ahora en tu carrera?
Se me vienen dos momentos. Uno la pérdida de la medalla en Tokio en la última prueba empatados. Y el otro los inicios como piloto de SailGP España. Me requirió un esfuerzo muy grande durante un periodo de tiempo largo. Mucha responsabilidad en un entorno poco familiar y sin ver la luz, pero, a su vez, cuando la vimos fue uno de los mejores momentos.
-¿Alguna vez pensaste tirar la toalla?
No que yo recuerde.
-¿Y tú mayor satisfacción, de lo que te sientas más orgulloso como deportista?
Lo mejor de mi carrera hasta ahora ha sido básicamente experiencia. Experiencia de haber competido al máximo nivel y haber trabajado con personas increíbles, compartiendo un mismo objetivo con ellas. Al final con todos sus altibajos eso es lo que queda, los aprendizajes y las situaciones que no ha hecho vivir el llevar todo al límite.
-¿Se puede vivir de la vela hoy en día?
Sí, mucha gente lo hace, hay muchos puestos profesionales que ofrece este mundo, parece que no pero el mundo de la vela es muy grande, y en España más de lo que pensamos, no podemos olvidarnos de que estamos rodeados de mar.
-¿Quiénes son tus referentes en este deporte?
He tenido muchos referentes, y no han tenido por qué ser regatistas o deportistas, me gusta ir cogiendo las cosas que creo que me pueden aportar algo de cada persona. La aproximación mental de Rafa Nadal me parece excepcional, y probablemente los regatistas que más me hayan influenciado en términos más técnicos sean Peter Burling y Blair Tuke.
-En París formas equipo con Florian Trittel, ¿qué cualidades has encontrado en él que no tengas tú?
Flo y yo coincidimos mucho en nuestra apoximación al deporte, pero quizá le damos prioridad a cosas diferentes en momentos diferentes y eso hace que englobemos más como equipo. Así que yo diría que Flo aporta un campo de visión más grande y empuje en momentos difíciles.
-Seguro que os han ocurrido mil cosas juntos en el mar, ¿alguna anécdota memorable que destacar?
Muchas anécdotas sí (se ríe). Una que me marcó fue la primera vez que nos subimos a un F50 (El barco de SailGP), había muy poco viento, lo justo para despegar, y cuando despegó, los dos estábamos alucinando de lo que corría con el poco viento que había. Poco rato después nos dijo un tripulante con más experiencia, que iba en el barco con nosotros, que el barco se sentía atascado, que cambiemos el trimado. Al cambiarlo el barco dobló la velocidad y no podíamos parar de reír, no nos lo creíamos.
-Después de París, ¿cuál es tu siguiente reto deportivo?
Eso es algo que decidiré al terminar los Juegos, tengo varias cosas en mente y siento que aún estoy en una parte temprana de mi carrera deportiva, queda mucho por delante.