Ha pasado más de un siglo desde la incorporación de las mujeres a los Juegos Olímpicos. Durante estos 100 años, las deportistas han tenido que reivindicar su valía para que se les otorgue la visibilidad que tienen los hombres en los deportes. En un primer momento, las campañas olímpicas estaban reservadas exclusivamente para el género masculino, mientras que las mujeres solo acudían como meras espectadoras. Se ha necesitado tiempo y, sobre todo, valentía para demostrar, a base de medallas, que la competitividad deportiva está servida, tanto en un lado como en otro.
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Los Juegos Olímpicos nacieron en Grecia para honrar al dios Zeus. Estaban considerados una celebración que afirmaba la masculinidad y demostraba la fuerza y valentía de los hombres. Por ello, las mujeres tenían prohibido ser partícipes de esta competición, ni siquiera como espectadoras. Únicamente esta permitido a las mujeres solteras acudir a eventos, considerados 'de hombres'.
Pierre de Coubertin, impulsor de los Juegos Olímpicos modernos, se opuso de manera contundente a que las mujeres pudieran acceder a las Olimpiadas de Atenas, celebradas en 1896. Pedagogo y deportista, Coubertin alegaba que los Juegos son "la solemne exaltación del deporte masculino" y que las mujeres únicamente deberían aplaudir como recompensa para los deportistas. Hubo que esperar a la segunda edición de la campaña olímpica, París de 1900, para poder hablar de la participación de las mujeres en esta cita deportiva. Los Juegos de París contaron con un total de 997 participantes, de los que 22 eran mujeres, aunque solo podían participar en golf y tenis, deportes considerados en aquella época 'de naturaleza femenina'.
Posteriormente, poco a poco, las plazas femeninas comenzaron a aumentar y ganar visibilidad. Por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de Ámsterdan de 1980 se llegaron a registrar hasta 300 mujeres, dando un vuelco total hasta lo entonces visto. Sin embargo, no fue hasta la edición de Londres 2012, considerada 'Los Juegos de las mujeres', cuando todos los países que participaban contaron con al menos una mujer entre sus representantes deportivos. En esta campaña, casi la mitad de los representantes internacionales de cada una de las disciplinas fueron atleras mujeres. Con un total de 10.568 concursantes, 5.892 fueron varones y 4.676 mujeres. Hubo que esperar hasta Río 2016 para poder celebrar grandes títulos femeninos, ya que el 44% del total de las medallas olímpicas, fueron ganadas por mujeres.
Seis mujeres que han hecho historia en los Juegos Olímpicos
Charlotte Cooper fue una de las 22 mujeres que participaron en París 1900. Compitió en la categoría de tenis, donde pasó a la historia como la primera mujer que se alzó con el título de campeona olímpica. Además, durante su trayectoria deportiva profesional, consiguió cinco campeonatos de Wimbledon -tres antes de los citados Juegos y dos después-.
La gimnasta Nadia Comaneci logró una de las gestas más aclamadas y recordardas. Con apenas 14 años, disputó los Juegos de Montreal en 1976, y fue la primera deportista en conseguir un 10 por parte de los jueces. Algo tan extraño hasta el momento, que los gestos de la deportista y sus compañeros eran de total incredulidad. Su ejercicio, en asimétricas y barra de equilibrios, resultó ser sencillamente perfecto y el comienzo de una carrera digna de admirar. Un instante que pasó a la historia como 'El perfecto 10'. En esa misma campaña, Comaneci consiguó cinco medallas, siendo tres de ella el ansiado oro.
La nadadora estadounidense Gertrude Ederle fue galardonada con tres medallas en los Juegos Olímpicos de París de 1924. No contenta con eso, decidió presentarse de nuevo en 1926, donde superó la marca de los cinco hombres que habían cruzado a nado el Canal de la Mancha, convirtiéndose así en la primera mujer en lograrlo. El recorrido fue de 560 kilómetros y lo completó en 14 horas y 34 minutos. Ederle mantuvo su récord imbatible durante 24 años.
Luigiana Giavotti consiguió la medalla de plata en gimnasia durante los Juegos Olímpicos de Ámsterdam de 1928. Tan solo tenía once años cuando logró este récord, convirtiéndose así en la medallista más joven de todos los tiempos.
A los 20 años, Enriqueta Basilio fue la primera mujer que encendió la llama olímpica. Lo logró en Ciudad de México 1968, y era parte de la selección de atletismo de este mismo país. Fue campeona nacional de 80 metros vallas y recibió la Medalla Olímpica de Guatemalteca.
La tenista Serena Williams ha logrado mantenerse en lo más alto del tenis durante más de 20 años. Ha sido la ganadora de cuatro oros olímpicos (tanto en las categorías de individual como en dobles) y 39 títulos de Grand Slam (23 de estos individuales).