Este pasado fin de semana, la Costa Brava fue el escenario de la romántica boda de la influencer portuguesa Mariana Degener y el empresario barcelonés Pablo Martínez de Salinas, que se conocieron cuando ella se mudó a la Ciudad Condal hace menos de cuatro años. La novia tiene un pasado Miss, ya que representó a su país en el concurso Miss Global 2017, mientras que él es directivo de la empresa de publicidad digital EXTE.
El enlace contó con la presencia de dos estrellas internacionales del fútbol: Bernardo Silva, el centrocampista luso que juega en el Manchester City; y el alemán de ascendencia turca İlkay Gündoğan, que forma parte del vestuario del FC Barcelona. El primero es cuñado de Mariana, puesto que su hermana, Ines Degener, se casó con el jugador del Manchester City hace justo un año –semanas después, tuvieron a la pequeña Carlota–. Por su parte, la influencer se hizo muy amiga de la mujer de İlkay Gündoğan, la presentadora alemana Sara Arfaoui, después de que el alemán fichara por el Barcelona el verano pasado.
Entre los doscientos invitados procedentes de todo el mundo –de Kuwait a Bielorrusia–, también se encontraba Inês Eugénio de Almeida, que pertenece una de las familias más importantes del país vecino y también se dedica al mundo influencer. Todos ellos se dieron cita en la tarde del viernes 19, en la localidad gerundense de Lloret de Mar, que es donde tuvo lugar la ceremonia religiosa. Concretamente, se ofició en la Ermita de Santa Cristina, templo de estilo neoclásico de finales del siglo XVIII.
Mariana quiso tener una boda al más puro estilo Mamma Mía: en una iglesia muy pequeña, junto al mar, y dos voces femeninas cantando en el enlace. Así nos lo confiesa la influencer, que también nos explica el motivo de la elección de este rincón de la Costa Brava para el gran día. "Pablo tiene casa aquí y venimos muy a menudo. Estoy enamorada del lugar, que aquí también me pidió matrimonio", nos dice la novia, antes de añadir: "Además, quería enseñar a mi familia un poco de mi vida en la zona, que muchos no habían venido y la Costa Brava es espectacular. Ésta era la ocasión perfecta".
Para la ocasión, Mariana lució un diseño nupcial de Jesús Peiró, que ella modificó a su gusto. "Es un vestido de princesa y sofisticado. No es algo que la gente suele verse en las bodas", nos asegura. Respetando la tradición que también se sigue en Portugal, la novia también llevó algo azul en su gran día. "Las alianzas, que son de Rabat, tienen un incluye brillante azul", no explica la influencer, que también llevó otras joyas de Lisi Frachia.
Para tener un poquito de su tierra en su enlace, Mariana contó con fados, que interpretó María Silva, hermana de su cuñado futbolista. Otro de los grandes 'momentazos' de la ceremonia lo protagonizó su sobrina Carlota, hija de Bernardo Silva, que llevó las alianzas en un pequeño carrito de madera junto a otra pequeña de la familia.
Finalizada la ceremonia, los novios y los invitados continuaron la celebración en el Convento de Blanes, construido en 1583 junto a la Punta de Santa Anna de la localidad gerundense de Blanes. Se trata del lugar en el que contrajo matrimonio el futbolista Xavi Hernández en 2013 y el mismo en el que contraerá matrimonio el televisivo Jordi Cruz con Rebecca Lima dentro de un mes.
Durante la puesta del sol, tuvo lugar al cóctel. No faltó ni marisco –como gambas de Palamós y navajas– ni jamón serrano, entre otros productos españoles, además de especialidades de la tierra de la novia. Posteriormente se sirvió la cena, que estuvo compuesta por vieiras con ñoquis de calabaza y solomillo con salsa trufada al vino de Oporto, además de tarta de limón para el postre.
La velada estuvo amenizada con música en directo. "María, la hermana de Bernardo Silva, me parecía perfecto que estuviera en mi boda", nos cuenta Mariana. "En mi familia, también cantan mucho, así que mi prima también. Se animó luego más gente y es algo que sorprendió, porque no es normal que en una misma familia cante tanta gente tan bien". Otra de las grandes sorpresas de la cita fue el vídeo que le dedicó Nieves Álvarez a la novia, ya que la influencer es la embajadora oficial de la firma de cosméticos de la modelo en Portugal.
Después de la cena, Mariana se cambió de vestido por un diseño de la firma italiana Nicole. "Era muy de fiesta, más de corte sirena y ajustado al cuerpo. Muy bonito", nos dice la creadora de contenido, que no tarda en reconocer entre risas: "Igual no era el mejor vestido para bailar, pero quería brillar en el día más importante y darlo todo". Eso no impidió que Mariana alargara su fiesta con Pablo Martínez de Salinas hasta bien entrada la madrugada.
La celebración se alargó durante todo el fin de semana. Ya el sábado, los novios organizaron otra fiesta de post boda para familiares y amigos, mientras que el domingo reunieron a algunos de sus seres queridos en el barco del ya marido de Mariana para enseñarles un poco más los encantos de la Costa Brava. De esta forma, la influencer y su marido barcelonés descansaron antes de tomar rumbo al Caribe: el lunes 22, ambos emprendieron su viaje a las islas Turcas y Caicos, donde están disfrutando de su luna de miel.