Aunque actualmente vive a miles de kilómetros de España, Miriam de Ungría suele hacer alguna que otra escapada a su ciudad, Madrid, aunque sea por unos días. La princesa española ha pasado las últimas dos semanas en la capital por un doble motivo: aprovechar y disfrutar de unas semanas del verano junto a su hijo, Beltrán, quien se encuentra en el inicio de su primer verano de vacaciones tras finalizar sus estudios, y someterse a una intervención quirúgica. A pesar de que ya han pasado más de quince años desde que en 2008 sufrió aquel gravísimo accidente de coche junto a su entonces marido, el príncipe Kardam de Bulgaria (quien falleció en 2015 a raíz de las secuelas, después de varios años en coma), la diseñadora de joyas continúa arrastrando secuelas que le han llevado a pasar por quirófano para una operación en la mano derecha.
Escayolada, sonriente y cogida del brazo de su hijo, que acaba de graduarse en un doctorado en Física, pudimos ver a la princesa, que pasó por quirófano hace más o menos quince días y tuvo que permanecer una noche en la clínica Ruber Internacional de Madrid. A la salida le recogió su hijo menor, de quien no se ha separado desde entonces, y quien ha adoptado su 'rol' de cuidador de lujo y principal apoyo tras la operación. Tanto es así que en las fotografías se puede apreciar como es Beltrán quien cargaba con el bolso de su madre. Una vez se recupere, la princesa de Tírnovo regresará a Jordania junto a su marido, con el que se casó en un enlace íntimo en el palacio real de Amán, ante la presencia del rey Abdalá y algunos invitados de la realeza.