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Está a tan solo unos días de convertirse en la mujer extremeña con más participaciones en los JJ. OO., y eso para Miriam Casillas, que dio sus primeros pasos en su disciplina a los 12 años como solución a los problemas de espalda que padecía y en busca de una actividad al aire libre, es un auténtico orgullo. La triatleta, que lleva su tierra natal y la devoción por su familia por bandera, enfrenta con esperanza, motivación y con el trabajo bien hecho su tercera cita olímpica, que le llega a los 32 años después de completar una brillante temporada.
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Lo hace como engranaje fundamental de un equipo español histórico, pues nuestra Selección es una de las tres únicas naciones en sumar tres deportistas en la prueba masculina y uno de los selectos cuatro países en hacerlo con cinco deportistas sumando ambas categorías. De sus inicios en el triatlón, impulsada por su padre y de la mano de su inseparable hermano; de su posterior formación en Medicina, inspirada por su madre; hasta sus expectativas de futuro; gustos y vida personal hablamos con ella.
-Empezaste en el triatlón por casualidad con 12 años como un juego de niños junto a tu hermano, cuéntanos cómo fueron tus primeros pasos en esta disciplina y qué papel tuvo tu familia.
Mi familia siempre ha sido una parte muy importante. Fue mi padre quien nos descubrió lo que era el triatlón a mi hermano y a mí y fueron mis padres los que cada fin de semana me llevaban donde hacía falta a entrenar o competir. Además, mi hermano siempre ha sido mi ejemplo a seguir desde pequeña en el deporte y hemos tenido la suerte de poder compartir mucho gracias a eso.
-¿En qué momento supiste que querías dedicarte a ello y ponerte los objetivos más exigentes?
Creo que no hubo un antes y un después, sino que fue algo que surgió muy poco a poco. Nunca pensé que pudiera vivir y dedicarme a ello, pero siempre entrené como si esto fuera a pasar.
-El Centro de Alto Rendimiento marcó un antes y un después en tu trayectoria deportiva y formativa porque te mudaste con 18 años desde Badajoz para realizar tus estudios universitarios de Medicina pero, ¿fue fácil el cambio?
El cambio fue muy difícil, tanto por mi nivel deportivo en aquel momento como por no visualizarme como una promesa de este deporte. Además, rechazaron mi beca interna del Centro de Alto Rendimiento, lo cual hacía todo un poco más difícil… Mientras mis compañeros vivían, comían, entrenaban y tenían todo hecho en la residencia, yo vivía fuera por primera vez, e iba y venía a la universidad, a entrenar o a la residencia donde me quedaba, lo cual me quitaba bastante más tiempo. Recuerdo que el primer trimestre suspendí prácticamente todas las asignaturas de Medicina y que, por supuesto, no me veía llegando a unos JJ. OO. en triatlón ni de nada parecido, pero a la larga creo que todo aquello me hizo creer más en mí misma, aprender a optimizar mi tiempo y a valorar y aprovechar al doscientos por ciento cada minuto de mis entrenamientos.
-Desde su debut en 2009 hasta estos Juegos de París han sucedido muchas cosas, entre ellas, dos participaciones olímpicas más, en Río y en Tokio. ¿Cómo afrontas tu tercera cita olímpica?
Quién lo diría… Como se suele decir; "es difícil llegar, pero más aún mantenerse". Soy una atleta mucho más experimentada y he aprendido a afrontar los momentos buenos y los malos, todo eso me ayudará a llegar con mi mejor versión el día de la prueba. Tengo las mismas ganas que cuando acudí por primera vez y sigo muy ilusionada con este deporte.
-¿Harás algún cambio con respecto al anterior?
Pienso que ningún ciclo es igual a otro y especialmente al anterior, que estuvo muy ligado a muchos cambios debido a la pandemia.
-Tras completar un 2023 brillante, este 2024 formas parte de un equipo español histórico, pues es uno de los tres únicos países en contar con tres deportistas en la prueba masculina y uno de los selectos cuatro en hacerlo con cinco entre ambas pruebas. ¿Qué se siente al poner nombres y apellidos a una disciplina en honor a tu país en calidad de líder?
Siempre he estado muy orgullosa de pertenecer a esta Selección. España es una potencia en el triatlón y lo ha sido durante muchos años, sobre todo, a nivel masculino. Para mí esto es un privilegio, porque creo que aprendo constantemente de mis compañeros y somos capaces de entre todos potenciar nuestra mejoría.
-¿Qué fue lo primero que hiciste al saber que habías conseguido tu billete a París?
Coger la mochila, irme a hacer deporte y llamar a mi familia, nada especial, simplemente ir a entrenar con un poquito más de ilusión. Este billete no se consigue de un día para otro y los Juegos Olímpicos están muy cerca.
-¿Y lo primero que harás si te cuelgan una medalla?
Creo que improvisaré (ríe).
-¿Qué respuesta y qué sensaciones tienes en estos JJ. OO.?
El reto es lograr mi mejor versión, llegar a la línea de salida con el trabajo hecho, sin dudas y con más ganas que nunca.
-De las tres pruebas -natación en aguas abiertas, ciclismo y carrera a pie-, ¿cuál es la que más energía te requiere en competición?
¡Qué difícil pregunta! Diría que las tres porque el triatlón en sí requiere mucha energía y todas las disciplinas van ligadas entre sí y en unos Juegos Olímpicos no se puede escatimar en nada.
-¿Cómo te preparas para afrontar cada una de ellas? ¿A cuál dedicas más tiempo en tu día a día?
Normalmente hago a la semana seis sesiones de natación, seis de bicicleta, seis de carrera a pie y dos de gimnasio. En lo que se refiere a la dedicación en horas, probablemente la bici sea la que más horas se lleve, pero trabajamos todas por igual.
-¿Cuál es tu favorita?
Me encanta correr y terminar un triatlón con una buena carrera a pie que, al final, es con la que acabamos la prueba. Esa es una de las mejores sensaciones que puedes tener.
-Con tantas horas de entrenamiento, ¿cómo logras mantener un equilibrio entre tu vida profesional y la personal?
Entreno entre veinticinco y treinta horas efectivas a la semana y claro, es complicado porque el resto del tiempo lo necesitamos para descansar y así poder asimilar esas sesiones. Aun así, siempre he creído muy importante mantener un equilibrio entre mi vida personal y profesional y valorarme no solo como triatleta, ya que Miriam Casillas engloba mucho más que la Miriam Casillas deportista y creo que es muy importante tener esto presente para poder perdurar años en la élite.
-Viaja a París junto a Ana Godoy, que se prepara para sus segundos Juegos, y Noelia Juan como suplente, dispuestas a dar cien por cien en la prueba de la élite femenina. ¿Qué significan ellas para ti?
Son rivales pero, sobre todo, compañeras. Hemos vivido mucho juntas y hemos hecho equipo en muchos relevos. Hemos crecido juntas y juntas nos hemos hecho mejores como atletas, a parte de haber disfrutado aún más del camino.
-¿Cómo son vuestras conversaciones en esta fase previa a la cita olímpica?
Ahora mismo cada uno está entrenando en un sitio distinto y nos vemos poco, pero siempre intentamos sacar lo mejor de cada una de nosotras.
-¿Y la familia?
En mi familia soy Miriam, hija, hermana… Sí, la familia siempre es la que me ayuda a tener ese equilibrio y ser simplemente yo, no solo la triatleta Miriam.
-Alguna vez ha definido tu bicicleta como una obra de arte y, por supuesto, te acompañará en tierras francesas. Además de la bici, ¿cómo es la maleta de una triatleta que viaja a los JJ. OO.?
Tengo la suerte de contar con una de las mejores bicis del mercado y, siendo para nosotros una herramienta imprescindible, casi es nuestra compañera. La maleta de un triatleta es complicada, viajamos mucho y prácticamente es mi casa… Mucha ropa de deporte, como podéis imaginar, y siempre un par de outfits más arreglados que intento ir cambiando cada poco tiempo.
-El 31 de julio te veremos compitiendo en la prueba individual y el 5 de agosto en la de relevo mixto. Entre ambos, ¿hay uno que te haga especial ilusión?
Creo que las dos. En mis primeros JJ. OO. no existía la prueba de relevos y la verdad que tener la oportunidad de competir por equipos en un deporte que suele ser individual es algo que me hace especial ilusión.
-Terminaste la pasada temporada en la décima posición de la general de las series mundiales y te alzaste con la quinta plaza en el Campeonato de Europa y en la modalidad de sprint del Mundial, además de deslumbrar con tu talento en el relevo en nombre del equipo nacional. ¿Cuál es la clave de tu éxito?
La constancia y el trabajo diario durante muchos, muchos días, meses, años…
-A lo largo de tantos años en el alto rendimiento y con la exigencia con la que convive a diario, ¿ha habido algún momento en el que te plantearas abandonar?
Por supuesto he tenido momentos malos, muy malos, sobre todo, relacionados con lesiones, y en ese momento a veces no sabes si podrás seguir, tienes miedos e incertidumbre, pero siempre hay algo dentro de ti que te hace continuar y no, nunca me he planteado dejarlo.
-Con la mirada puesta en el porvenir, ¿piensas en la retirada como algo cercano?
Ahora mismo pienso en París y seguiré mejorando cada día.
-En cuanto a tu carrera como médico, ¿en qué especialidad te ves en el futuro? ¿Qué sueños te quedan por cumplir tanto a nivel profesional como personal?
No lo tengo claro aún, me gusta la psiquiatría, la cardiología, la ginecología y algunas más. También querría poder ayudar a deportistas como yo de alguna manera.
-Siempre llevas tu tierra por bandera y ahora vas a convertirte en la mujer extremeña con más participaciones en los JJ. OO. ¿Qué significa Badajoz para ti?
Es un dato del que me enteré hace muy poquito… Ojalá sirva como inspiración a las nuevas generaciones y les motive a hacer más deporte. Badajoz para mí es hogar, es donde he nacido y he crecido. Creo que los extremeños somos personas muy fuertes y comprometidas con lo que hacemos, y así me siento yo. No somos la comunidad con más deportistas, mejores instalaciones o más medios para llegar a la élite mundial, pero creo que tenemos una fuerza interior, una capacidad de esfuerzo y unas ganas que hacen que todo eso de igual.
