Ángela Dobrowolski se sienta en el banquillo acusada de intentar asesinar a Josep Maria Mainat, julio 2024© Europa Press

La exmujer de Josep María Mainat se defiende, entre lágrimas, del presunto intento de asesinato del productor

Ángela Dobrowolski reiteró su inocencia, derrumbándose al asegurar que su intención no había sido hacer daño a su marido


19 de julio de 2024 - 13:45 CEST

Después de escuchar el testimonio de los testigos y de su exmarido Josep María Mainat, Ángela Dobrowolski subió al estrado para explicar su versión de lo ocurrido en el juicio en el que está acusada del supuesto intento de asesinato del productor. Dobrowolski, que según la fiscalía inyectó varias dosis de insulina a Mainat con la intención de matarle, explicó, sin poder contener las lágrimas durante su declaración, que es inocente. “Hice todo lo que pude por salvarle la vida” dijo. Justificó el coma hipoglucémico en el que cayó el productor argumentando que se lo habían provocado los medicamentos que consumía para frenar el envejecimiento y que ella le había suministrado.

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La acusación sostiene que, tras enterarse de que su exmarido había iniciado los trámites de divorcio y por consiguiente ella iba a quedar fuera de su herencia, decidió matarle. Ella ha negado tener el interés económico y ha explicado que esa noche consumió drogas. “Por la tarde tuvimos una fuerte discusión pero luego nos calmamos y hablamos de darnos otra oportunidad. Cenamos con los niños y decidimos irnos a dormir “. Asegura que, cuando entró en la cocina (movimientos que grabó la cámara de seguridad que Mainat tenía en su domicilio), no buscaba la insulina sino las sustancias que tenía escondidas por la casa para consumir. Aunque la pareja estaba separada, Angela tenía acceso a la vivienda y de hecho pasaba tiempo allí.

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“Si yo hubiese querido matar a mi marido no lo hubiese en la cama donde dormían mis hijos. Él sufrió hipoglucemias en la montaña y yo pedí ayuda a ciclistas. Segundo; ¿por qué habría llamado entonces el SEM (Sistema de Emergencias Médicas)?” dijo. Contó que al verle “con la boca lila, tenía miedo por su vida, pero di toda la información (a emergencias) e hice todo lo que tuve que hacer”. “Le incorporé, aseguré la vía aérea, le di glucosa. Yo no lo quise muerto. Lo vi al lado de mi hijo… yo no quise a mi marido muerto, lo quise conmigo” declaró. Ángela estuvo controlando, según la fiscalía, el nivel de azúcar de su exmarido después de la inyección que le puso. Tardó hasta 20 minutos en llamar a emergencias cuando el nivel ya era crítico, según la investigación.

El perdón de su exmarido

Durante el proceso, en el que inicialmente estaba acusada del supuesto intento de asesinato y de revelación de secretos (tras haber accedido al correo electrónico del productor sin su consentimiento), Ángela se enfrentaba a 16 años de prisión. Sin embargo, Josep María Mainat decidió perdonarla del delito de revelación de secretos por lo que la posible pena se reduce a 13 años.

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"Su cabeza no está en su sitio. Ha hecho cosas muy absurdas en este tiempo. Pero igual ella pensó que era lo mejor.....es posible, pero no lo sé (...). Quiero pensar que se arrepintió, pero no lo sé. Me gustaría que no fuera condenada porque en este juicio se demostrara que no había intentado asesinarme, pero si quería hacerlo, que se la condene (...) Si el tribunal la condena va a ser uno de los días más tristes de mi vida. No pienso que habré ganado, pienso que habré perdido. Para eso está el Código Penal" dijo el productor con tristeza durante el proceso.