Laura García-Caro es a sus 29 años una de las grandes referencias de la marcha atlética. Tras un año de oscuridad, la atleta onubense vuelve a ver la luz. Para esta deportista, nacida en Lepe, levantarse de la cama y vencer el cansancio que invadía su cuerpo era una lucha. Una lucha interna, entre su cuerpo y ella; algo que no era visible desde fuera pero que Laura sentía. Y es que los síntomas del covid persistente que padece estuvieron a punto de hacerle pensar que su carrera deportiva había terminado. Ahora, más fuerte que nunca, afronta los Juegos Olímpicos de París con la máxima motivación e ilusión. Hablamos con la deportista, que está inmersa en su preparación olímpica, y que quiere llevar la bandera de España a lo más alto.
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- Parecía que no iba a llegar, pero llegó; ¿Cómo te sientes cuando quedan pocos días para llegar a París a defender a nuestro país en unos Juegos Olímpicos?
Pues la verdad que muy emocionada. Siento mucha ilusión y con unas ganas enormes de volver a vivirlo porque son mi segundos juegos, aunque los primeros fueron muy distintos, en plena pandemia... ahora estoy en un ciclo de más madurez deportiva, en un gran momento, muy motivada, con ganas de de sacar un gran rendimiento, superenfocados a llegar a lo máximo sin olvidarnos de disfrutar, claro.
- ¿A tus 29 años qué lugar ocupa la marcha, el atletismo, en tu día a día? ¿Cuándo nace la pasión en esa niña de Huelva por el atletismo?
Empiezo a practicarlo gracias a mi hermano que es mayor que yo y ya hacía atletismo en Lepe. Empecé a acompañarle a todas las pruebas y al final decidí, con ocho años, practicar todas las disciplinas del atletismo. La marcha la veíamos en la tele en los Juegos Olímpicos, en los Mundiales... Y con 12 años hice mi primera prueba. Mis inicios fueron en campeonatos de Andalucía y ya con 17 años tuve la opción de de ir al Centro de Alto Rendimiento de Madrid, que al final era el gran núcleo de entrenamiento. En la capital tuve más recursos para rendir a tope y sacar mi lado más atleta.
- Te contagias de covid-19 en 2020 y te afecta de una manera brutal. Dormías mucho, estabas muy débil, sin fuerza ¿Cómo lo recuerdas?
Pues fue una etapa en la que cambió mi ritmo de vida por completo. Teníamos mucha incertidumbre, íbamos surfeando los síntomas y cada día lo adaptaba a las energías y la fuerza que tenía. Fue un momento agridulce porque no podía pensar en objetivos ni en rendimiento. Hacía una vida más tranquila. Aproveché para ir más tiempo a la universidad e intentaba hacer planes que fuesen más compatibles con la energía que tenía e intentaba pensar que eso iba a pasar. En mi cabeza no entraba que lo que me estaba pasando fuera para siempre.
El doctor Juan Manuel Alonso te dice en aquel momento que padeces covid persistente (una desregulación del sistema nervioso que hacía que subiera su frecuencia cardíaca, frenaba la circulación de sangre a los músculos, aceleraba la fatiga e impedía la recuperación). ¿Pensaste en dejar el deporte profesional? ¿Se te pasó por la cabeza 'tirar la toalla'?
Intentaba no pensar demasiado en el futuro y tratar de recuperarme y hacer la vida que podía en ese momento y confiaba en que, en algún momento, iba a estar bien y volvería a competir y a volver a estar al máximo nivel. Tenía miedo a perder la ilusión por el deporte, porque eran ya muchos meses y me vi fuera. La motivación desaparecía por momentos, pero fui poco a poco recuperándome, empecé a entrenar con normalidad, aunque fue todo muy progresivo... enseguida vi que tenía unas ganas de volver a mi vida. Hice todo lo posible por estar donde estoy ahora.
En noviembre del año pasado volviste a entrenar con la pauta de un día de entrenamiento, otro de descanso. ¿Cómo fue volver a "tu normalidad"?
Pues la verdad que ha sido muy progresivo. He pasado de estar en la cama a estar compitiendo. Detrás ha habido meses muy duros viendo lo lejos que estás de tu rendimiento. Pero me lo tomé con con calma, tuvimos paciencia e intenté cumplir las órdenes de los médicos que me indicaban que debía entrenar de manera muy progresiva, adaptando el entrenamiento a mi situación. Fue difícil pero conseguí volver a ilusionarme, estábamos dando con una tecla que antes no teníamos y que parecía que nos estaba sirviendo para volver. Ha sido muy gratificante poder volver.
¿Cómo compaginas el atletismo con tus estudios de Psicología? ¿Hay tiempo para todo?
El atletismo es un deporte que deja más tiempo libre que otros porque no entrenamos ocho horas al día. Aun así, hay que dedicarle mucho tiempo al descanso, al gimnasio, a fisio pero es muy compatible con estudiar. A mí la psicología me gusta mucho y para mí es un equilibrio tener otro foco al que atender, los estudios son una vía de escape; para mí ha sido fundamental. Ahora priorizo los entrenamientos y no tengo prisa en terminar la carrera, estoy en tercero. Aunque el deporte ocupe el 99% de nuestra vida, pensar en proyectos a futuro me parece también importante.
Hace unas semanas saltaste a la actualidad en el campeonato europeo de atletismo, cuando disputabas los 20 kilómetros de marcha y la atleta ucraniana Lyudmila Olyanovska te adelantó, perdiendo la tercera plaza. ¿Cómo has podido gestionar las críticas y la presión de los medios? ¿Te ha afectado mucho todo lo publicado?
Pues es que es imposible que no nos afecte nada lo externo, lo que piensen de nosotros o lo que está en los medios. Los primeros días apenas usé el móvil y he intentado protegerme, estando con los míos, porque lo más importante es que yo me recuperara y, sobre todo, porque tengo los Juegos a la vuelta de la esquina. Soy muy consciente de que estoy muy expuesta, que opinar es gratis y que lo hacen a su manera. Pero yo intento quedarme con lo bueno, con la gente que de verdad valora lo que hay y estoy tan motivada para los Juegos Olímpicos que esto ha llegado a ser secundario.
¿Qué te llevas en la maleta para la villa olímpica?
Me llevó muchísima ilusión. Este sueño nos mueve tanto que hacemos todo lo que está en nuestras manos durante muchísimos meses, durante años, por sacar lo mejor de nosotras mismas. Así que me llevo todo. Toda una preparación que ha estado muy, muy, muy dedicada a a sacar mi mejor versión, a mejorar cada aspecto y creo que llevo muchos años intentando dar un paso más y mejorar cada cada pequeña cosa en todo lo que hago. Así que espero llegar a conseguir en París los puestos más altos porque creo que estoy en mi mejor momento deportivo.