Después de la recepción en el Palacio de la Zarzuela junto a los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, los chicos de la selección española continuaron las celebraciones por su triunfo en la Eurocopa. Tras un recorrido por las calles de Madrid, el autobús les llevó hasta la plaza de Cibeles. Allí, los jugadores subieron al escenario y se convirtieron en los protagonistas de una gran fiesta amenizada por Isabel Aaiún y Aitana, quien no pudo resistirse al impulso de alzar la copa. Nadie quiso perderse la celebración, tampoco la infanta Elena y su hija, Victoria de Marichalar, quien vibraron igual que el resto de aficionados animando a La Roja.