Serena Williams, presentadora de los premios ESPY 2024, llegó a la alfombra roja del Teatro Dolby en Los Ángeles acompañada de su hija Olympia, de seis años, y su marido, Alexis Ohanian. La hija menor de la leyenda del tenis de 42 años , la pequeña Adira River Ohanian no pudo acompañarles debido a que es un bebé de apenas 11 meses. La deportista eligió para su puesta en escena un vestido negro con tirantes plateados y que terminaba en una pequeña cola con detalles a juego. Su marido Ohanian, cofundador de Reddit, optó por un traje clásico negro de Gucci con camisa blanca y corbata negra, mientras que su hija Olympia lució un vestido plateado y zapatos planos del mismo color y se mostró algo asustada ante la multitud de flashes.
Serena, considerada una de las mejores tenistas de todos los tiempos, tiene en su hija mayor a una digna heredera a nivel tenístico. Con apenas seis años Olympia, que se mostró tímida ante las cámaras, ha demostrado sus grandes habilidades en las pistas y a buen seguro su madre se convertirá en su mejor entrenadora. Olympia con 6 años se convirtió en "hermana mayor" tras el nacimiento de la pequeña Adira y está de lo más contenta con su nuevo rol en la familia. “Ella lo está asimilando. Le encanta”, compartió Williams en entrevista para ET Online. Olympia había rezado para que el bebé que naciera fuera una niña con la que jugar.
Tras su paso por la alfombra roja, llegó el momento de ejercer de maestra de ceremonias en la entrega de premios. Serena Williams supo cómo poner la nota divertida al comienzo de su discurso. Comenzó haciendo referencia a algunas de las historias más importantes del deporte, e incluso del entretenimiento haciendo referencia a la bofetada de Will Smith y al príncipe Harry y Meghan Markle, a los que pidió que no la eclipsaran en su gran noche. "Por favor, Harry y Meghan tratad de no respirar demasiado porque esta es mi noche y no quiero verme ensombrecida por las acusaciones de que están consumiendo demasiado oxígeno”, bromeó. Recordemos que Serena y Meghan son muy amigas desde que coincidieron en un evento benéfico en 2014.
Además de grandes estrellas del deporte, el hijo del rey Carlos III de Inglaterra resultó galardonado con uno de los tres máximos honores de la velada: el premio Pat Tillman por su trabajo con la Fundación de los Juegos Invictus. Según un comunicado, el duque de Sussex recibió el premio “en honor a su incansable trabajo para generar un impacto positivo en la comunidad de veteranos a través del poder del deporte”. No obstante, no ha estado exento de polémica. Muchos aseguraban que el príncipe Harry no era merecedor del premio y resulta curioso que incluso la madre de Pat Tillman, un jugador de fútbol americano que tras los atentados del 11-S se alistó en el Ejército y murió mientras estaba en una misión en Afganistán, se mostrara sorprendida de que el duque resultara agraciado.
Serena, que ha ganado 23 torneos de Grand Slam y 87 millones de euros en premios, es un ejemplo para todos los deportistas. Nunca le dio una gran importancia al dinero y nunca fue ésta su motivación. "Nunca jugué por dinero. Jugaba porque amaba el deporte y quería ganar", detalló durante el podcast Hot Ones. En una ocasión fue a ingresar un cheque de 1 millón de dólares en un cajero automático desde el coche. "No gastaba tanto dinero. Era más seria, no sé lo que me pasó. Así que pasé por el servicio de atención desde el vehículo y el cajero que estaba atendiendo me dijo: 'Creo que deberías entrar al banco para esto'", añadió sin poder contener la risa. Ganar dinero con los partidos no era tan importante para Serena, hasta el punto de que se olvidó de cobrar de algunos de los partidos que jugaba por el mundo.