No se les había visto juntos en las últimas semanas y la prensa apuntaba, erróneamente —tras publicar Page Six la noticia—, a que Gisele Bündchen y Joaquim Valente habían puesto fin a su noviazgo. ¿El motivo? Las diferencias que, al parecer, habían surgido en la pareja después de que su relación fuera el blanco de las bromas en el especial de Netflix The Roast of Tom Brady, protagonizado por el exmarido de la top model. Sin embargo, las imágenes tomadas, días atrás, en Miami, practicando juntos paddle surf, no solo prueban que no han roto, sino que se dejan ver más naturales y unidos que nunca, al cumplirse el primer aniversario de su romance.
Una historia de amor, ciertamente inesperada, con la que Gisele daba un giro a su vida tras su separación de la estrella del fútbol americano. Aunque el idilio con su entrenador de jiu-jitsu comenzó hace justo un año, la modelo brasileña, que acaba de publicar un libro de cocina, no la confirmó hasta el pasado mes de marzo, en el New York Times, poniendo fin así a los rumores de una supuesta infidelidad al padre de sus dos hijos, Benjamin, de 14 años, y Vivian Lake, de 11.