La selección española de baloncesto masculino estará en los Juegos Olímpicos de París 2024 tras ganar a Bahamas por 86-78 en la final del torneo Preolímpico que se ha disputado en Valencia. Si alguien lo disfrutó al máximo fue el capitán Rudy Fernández, que con esta gesta agranda aún más su leyenda. "¡¡¡Madre mía!!! Que locura, ¿no? Esto sigue! Gracias a todos por el cariño y por empujarme para conseguir lo que prometí a mi padre. Sé de alguien allí arriba que estará muy contento. Gracias familia por hacerlo realidad!". Su hermana Marta se emocionaba al escuchar sus palabras y decía: "Verte ayer cumplir tu promesa ha sido tan emocionante hermanito… Allá donde esté tiene que estar disfrutándolo mucho… Te lo mereces Rudy… Súper orgullosa de ti".
Rudy Fernández le hizo hace dos años a su padre esta promesa antes de su muerte y disputará los Juegos Olímpicos por sexta vez. Un récord mundial porque hasta ahora ningún jugador en la historia del baloncesto lo había logrado. "Era el deseo de mi padre cuando ya estaba enfermo. Espero que haya podido verlo desde el cielo", dijo entre lágrimas. El jugador del Real Madrid se retirará cuando acaben los Juegos Olímpicos de París y lo hará en la cumbre de su carrera.
En las gradas no faltó la presencia de la madre del jugador, Maite Farrés, que se emocionó con la victoria, así como su esposa, Helen Lindes, que siempre le ha animado en cada triunfo y en cada derrota, y sus dos hijos, Alan, de 8 años, y Aura, de cinco. El pasado 4 de julio Helen y Rudy celebraban su noveno aniversario de boda y el jugador le dedicaba estas palabras a su esposa e hijos: "No sé que haría sin ti, sin vosotros. ¡Os quiero!". Ellos le acompañarán en París, tal y como dejaron de manifiesto en una foto que resume su orgullo y alegría, al igual que lo hicieron el día de su despedida en el Real Madrid. "Si, si , si, nos vamos a París", coreaban todos.
Durante el partido el capitán de la selección española estuvo un total de 20 minutos en la pista, pero segundos antes de concluir el encuentro el entrenador Sergio Scariolo le sustituyó para que el público le despidiera como merece: en pie y con una gran ovación. Al darse cuenta de la hazaña conseguida, no pudo evitar ponerse a llorar. "No me lo he creído, la verdad, no me lo he creído porque sabía lo duro que iba a ser el partido...Pero al final ha merecido la pena todo el trabajo y el sacrificio que hemos hecho y que al final tenemos la mejor recompensa que es vivir unas Olimpiadas... Yo, gracias a Dios, he tenido la suerte de vivir cinco y, bueno, se lo dije a ellos. Si fueran seis me sentiría muy feliz, pero que ellos lucharan por su Olimpiada, por competir, porque al final nosotros somos una familia".
El pasado 4 de abril, el día de su 39 cumpleaños, el balear anunció que se retirará al final de la presente temporada, no sin antes cumplir la promesa que le hizo a su padre de que los JJOO serían su último torneo y buscará redondear la cifra, que incluye 39 éxitos, entre títulos y medallas- Rudy se ha traído a España dos medallas de plata y una de bronce en sus cinco participaciones en los Juegos Olímpicos- y buscará llegar a 40. ¡Bravo capitán!