La felicidad por el regreso de Şengül se tornaba en tragedia para los Eren cuando la policía les comunicaba la peor de las noticas: el autobús en el que viajaba la mujer de vuelta a casa había tenido un accidente y había perdido la vida. Una información que nos entristecía tanto como a los protagonistas, que no saben cómo van a rehacer sus vidas. Nadie puede creer lo que ha sucedido. Sin embargo, llega el momento de decir adiós. La familia celebra un emotivo funeral para despedirse de ella rodeados por sus seres queridos. Todos siguen conmocionados tras sufrir una pérdida tan repentina y dramática.
Los Eren tratan de levantar cabeza, pero necesitan tiempo para asimilar lo sucedido. Oğulcan y Aybike están completamente devastados y no son capaces de concentrarse en el colegio. Por su parte, Orhan no está buscando trabajo, algo que cada vez es más necesario ya que el dinero empieza a agotarse. Por muy duro y triste que sea el momento que están viviendo, deben seguir luchando contra el desempleo y las dificultades financieras que atraviesan.
Vida nueva... ¿o una vuelta atrás?
Tras la boda con Yaman, Suzan está muy feliz disfrutando de su matrimonio y de su embarazo, algo que, inevitablemente, molesta a Süreyya. Akif, que no pierde oportunidad de acercarse a ella, trata de animarla, provocando de nuevo los celos de Nebahat. La madre de Doruk recibe el consejo de que, al igual que está haciendo el empresario, comience a rehacer su vida. Así que considera que puede que haya llegado el momento de conocer a otra persona y decide salir por ahí con Ayla.
Sin embargo, parece que esto no surte el efecto esperado y, sintiendo la ausencia de Akif en casa y en su vida, Nebahat comienza a reconsiderar las decisiones que ha tomado con respecto a él. La mujer decide escuchar a su marido, pero se vuelve a llevar una decepción cuando le pilla cenando con Süreyya. Está tan enfadada que no puede contener su rabia y lo maldice e insulta en el restaurante.
Un orgullo para los Eren
Ömer es uno de los seleccionados para participar en unas olimpiadas de matemáticas a nivel nacional que se van a celebrar en Ankara. Suzan se enorgullece de su hijo y está convencida de que será el ganador. Mientras, Süsen ayuda a su novio a estudiar y a practicar para el concurso. El chico se esfuerza al máximo para cumplir con las expectativas que han puesto sobre él, pero, compatibilizar dos trabajos con sus estudios, acabará por pasarle factura a su salud.
Amor de padre... ¿o interés económico?
Şevval descubre los antecedentes penales de Gökhan, el padre de Berk y Elif, y le despide. El hombre quiere montar su propio negocio y piensa en pedirle el dinero a su hijo. Para ello comienza a manipularle: por un lado, se muestra cariñoso y bondadoso con el joven, y, por otro, trata de engañarle y hacerle creer que todos están en su contra. Lo hace todo para conseguir el importante desembolso económico que necesita. El muchacho no tarda en caer en su trampa y en darle todo lo que le solicita.
Un gran apoyo
Oğulcan está completamente hundido, no es capaz de superar la pérdida de su madre. Se siente muy perdido y Tolga le muestra todo su apoyo y su cariño en estos complicados momentos. El joven promete a su amigo estar siempre a su lado y luchar juntos ante las adversidades.
Un trágico final
Suzan ve a la mujer del sicario que mató a Ahmet en el colegio junto a Şevval y se queda muy extrañada. La madre de Ömer comienza a sospechar que ambas pueden estar tramando algo. Tras confirmar sus sospechas, se acerca a Sultán de nuevo para que le envíe el vídeo en el que su marido confesaba la verdad sobre el accidente que le costó la vida al padre de Sarp, Yasmine y Ömer. Suzan decide tomar medidas para sacar los hechos a la luz. Para recuperar el clip debe pagar una alta cantidad de dinero, algo que, dada su posición tras su boda con Yaman, no le supone un problema y así consigue las imágenes. La mujer tiene pensado ir a la policía con el archivo para que la gerente del Ataman pague por sus delitos. Por este motivo, se presenta en casa de Şevval, con la que tiene un fuerte enfrentamiento.
Sin embargo, Suzan se ve arrastrada a una situación que nunca esperó. Sultán, tras ser amenazada por Şevval, se ve obligada a reclamar el vídeo a la mujer de Yaman, lo que acaba en un forcejeo entre ambas. La madre de Ömer sale corriendo con la intención de llegar a comisaria lo antes posible y entregar la confesión del sicario, pero la mala suerte hace que sea atropellada por un coche.
El vehículo está conducido por Süreyya que va junto a Akif. Los dos corren para socorrer a la víctima, pero ya es tarde: ha fallecido por el impacto. El empresario se derrumba cuando descubre la identidad de la mujer. Una muerte que abre nuevas incógnitas en el devenir de los acontecimientos de la ficción turca del momento.