Eugenia Martínez de Irujo© Victoria Muñoz

Nos presenta su nueva colección de vajillas

Hablamos con Eugenia Martínez de Irujo, la anfitriona perfecta en el Palacio de Liria

Recuerda a su madre y sus cenas en casa cuando van a cumplirse diez años de su triste adiós


7 de julio de 2024 - 8:00 CEST

Ya se respira el verano en los jardines del palacio de Liria, donde Euge­nia Martínez de Irujo nos recibe para presentarnos su última colección de vajillas. Una iniciativa que nació cuando la aristócrata se reencontró con Sandra Segimón, presidenta de la cadena de restaurantes Sushita, tras la pandemia, en la exposición benéfica que Eugenia realizó de sus pinturas para la Fundación Querer. Un encuentro casual que, desde hace dos años, ha derivado en uno de los proyectos favoritos de la hija de la duquesa de Alba, a quien, a día de hoy, cuando van a cumplirse diez años de su muerte, recuerda a diario.

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© Victoria Muñoz

Eugenia Martínez de Irujo posa con Sandra Segimón, Eugenia de las Bárcenas y Carmen Roldán para presentar algunas piezas de su nueva colección. Todas ellas van vestidas con diseños de la marca fundada por las dos jóvenes

—Eugenia, enhorabuena por la nueva colección de vajillas. ¿En qué te has inspirado?

—Sandra Segimón y yo compartimos el gusto por hacer soñar a nuestros invitados cuando recibimos. Esta nueva colección busca eso, transportarte a un sitio especial rodeada de la gente que quieres. Hay mucho color y alegría en las nuevas piezas. Me gustan todas, pero destacaría la colección 'Cabana', con sus toques florales y color burdeos; nos gusta tanto que es la que tiene Sushita Cabana, el último restaurante que ha abierto Sushita, en Aravaca. También me encanta la colección 'Botánica', ideal para las mesas de verano.

—¿Qué parte disfrutas más del proceso? ¿Y lo que menos?

—Me encanta pintar en mi estudio, en compañía de mis perros. Allí me concentro muchísimo y dejo volar mi creatividad. El proceso de llevar mis pinturas a platos, vasos, manteles, junto al equipo creativo de Sushita también me divierte mucho; trabajamos un montón, pero hay un ambiente estupendo. La que menos, quizá, las sesiones de fotos, que se hacen un poco largas…

Nos recibe en los jardines, en compañía de Sandra Segimón, su sobrina Eugenia de las Bárcenas y Carmen Roldán, para dar la bienvenida a un verano lleno de color que adora­ría la duquesa de Alba

—¿Qué no falta nunca en tus cenas con amigos? ¿Y cuál es la clave para que esos encuentros sean perfectos?

—En mi mesa nunca falta el color. Me encanta combinar colores y formas, y las vajillas de Eugenia&Sushita están pensadas así, para que puedas combinar todo y cada persona monte una mesa distinta según su personalidad. En mi mesa nunca faltan flores frescas y velas. Y para que la velada sea perfecta la clave es rodearte de buena compañía.

—Triunfas con las vajillas, pero, ¿cómo te manejas entre fogones? 

—Mi plato favorito es el arroz, en todas sus modalidades. Intento comer sano y cocino recetas sencillas y fáciles de preparar. Sandra me ha dado algunos trucos de los restaurantes Sushita para hacer pokés y ensaladas con un toque japo que me chiflan.

© Victoria Muñoz
© Victoria Muñoz

"Lo están haciendo fantástico y me encanta su ropa", nos ha confesado la propia Eugenia. Sobre estas líneas, las piezas de su nueva colección

—En el palacio de Las Dueñas organizaste una fiesta de lo más animada durante la Feria de Abril. ¿Sueles organizar también este tipo de veladas en Liria?

—De vez en cuando sí organizo algún evento especial en Liria. Recuerdo cuando Alejandra Silva, que es amiga mía y estaba empezando con Richard Gere, me dijo que venía a España y me pidió hacer una visita en Liria, porque él es muy amante del arte. Se quedó fascinado. Luego organicé un almuerzo solo con nosotros y nos acompañó mi hermano Fernando.

—Te hemos visto hacer de anfitriona de personalidades internacionales como Hillary Clinton o Glenn Close. ¿Qué recuerdas de esas visitas con más cariño?

—Admiro mucho a Glenn Close, una de mis actrices favoritas, junto a Meryl Streep. La conocí gracias a la embajadora de Estados Unidos, Julissa Reynoso, que es muy amiga nuestra. Organicé otra visita a Liria, en la que la recibió mi hermano Carlos, y después organizamos un flamenco muy bueno con José Mercé, Antonio Canales y Belén López. Vino también Pablo López, que tocó el piano, e incluso Glenn Close se puso a cantar. Lo pasamos genial. Conocí a Hillary Clinton en una recepción a la que nos invitó Julissa. Allí hablamos de Jackie Kennedy, que había estado en Las Dueñas con mi madre, en 1966. Entonces, cuando ella volvió a España, a una conferencia, y tenía dos días libres, me pidió ir a Sevilla y conocer Las Dueñas. Allí organicé una fiesta con empresarios, la infanta Elena, Juanma Moreno… Me pareció simpatiquísima, encantadora y nada protocolaria. Nos acompañaron David Bisbal, Vanesa Martín, Pablo López, José Mari Manzanares… De flamenco bailó Manuela Carrasco, que para mí es la más grande bailaora que existe; José Mercé, el Farru… entre otros muchos. Luego vinieron Los del Río, que le cantaron la Macarena, porque en la candidatura de Bill Clinton se hicieron muy famosos y hay un vídeo de ella bailando, así que hicimos un guiño. Nos reímos mucho, se lo pasó genial y estuvo muy cariñosa.

"Mi madre era mi mayor fan. Le encantaba el colorido, siempre se vestía con colores alegres. En casa se cuidaban mucho las mesas, las flores…"

—Estamos en un entorno de ensueño, los jardines del palacio de Liria. ¿Cuáles son tus mejores recuerdos aquí? 

—Aquí he vivido momentos inolvidables con mi madre y hermanos. Cuando hacía buen tiempo siempre comíamos en el jardín todos juntos. Por las noches, debajo del castaño, cenábamos con mi madre.

© Victoria Muñoz

Eugenia de las Bárcenas y Carmen Roldán junto a parte de la oferta creada por la aristócrata

Mujeres emblemáticas

—Tu creatividad no tiene límites. Te hemos visto pintando cuadros, acabas de lanzar una nueva colección de joyas… ¿Cuál es tu próximo proyecto?

—En septiembre, saco una nueva colección de joyas. Una vez más, inspirada en otro cuadro de Liria. Para esta colección he escogido cuatro cuadros de mujeres emblemáticas y antepasados de la familia: María Estuardo, la XIII duquesa de Alba pintada por Goya, la emperatriz Eugenia y la condesa de Siruela.

—Últimamente casi no te has perdido ni un concierto y has conocido a todas las estrellas internacionales que han visitado España. ¿Cómo han sido estos encuentros?

—Lo de Blake (Lively) no me lo esperaba para nada y, cuando llegaron a la zona donde estábamos nosotros, fue una sorpresa muy grata. He visto Gossip Girl y otras series suyas. Me pareció una mujer muy simpática, muy natural, muy normal. Taylor Swift invitó personalmente a Narcís a su concierto. Me impactó el espectáculo. A la salida del concierto fuimos a pie de escenario y ella se hizo la foto con nosotros, encantadora y superprofesional. También estuve en el concierto de AC/DC en Sevilla, que son más de mi época. Bruce Springsteen es uno de mis cantantes favoritos de infancia y juventud. Me encantó su concierto. Saliendo por el parking del estadio coincidimos con las furgonetas de su equipo, esperé a que bajara del escenario, intentando hacerle una foto de lejos antes de marcharse, y me pillaron (risas). Es una anécdota que he contado en Instagram sin mayor importancia.

"Aquí he vivido momentos inolvidables con mi madre y hermanos. Cuando hacía buen tiempo, siempre comíamos en el jardín todos juntos"

—Te vemos posar también con Eugenia y Carmen, ¿cómo es tu relación con ellas?

—Me acordé de ellas porque Eugenia es hija de mi primo Miguel de las Bárcenas. Lo están haciendo fantástico y me encanta su ropa. A Sandra también, y pensamos que su colorido y juventud quedarían genial junto a las vajillas de Eugenia&Sushita. También nos vestimos de Philippa 1970, que me encanta y le va muy bien al espíritu de la colección y a nuestro estilo. Soy amiga de Pablo Galán desde hace mucho tiempo.

—El color siempre inundó la vida de tu madre, ¿qué crees que pensaría de esta nueva colección?

—Le hubiera chiflado; conociéndola, se lo hubiera comprado todo. Mi madre era mi mayor fan. Le encantaba el colorido, siempre se vestía con colores alegres. En casa se cuidaban mucho las mesas, las flores… Las piezas de Eugenia&Sushita son muy de su estilo.

© Victoria Muñoz

La duquesa de Montoro y Sandra Segimón posan con la fachada del palacio de telón de fondo junto a parte de la colección de vajillas.

—Diez años ya sin ella… ¿Cómo mantienes vivo su recuerdo en tu día a día?

—La sigo manteniendo viva porque la recuerdo constantemente. Para mí es como si estuviera aquí. Una vez pasado el dolor de la pérdida, siempre he pensado que sigue conmigo. Eso me da mucha tranquilidad y la tengo muy presente siempre, en reuniones con amigos, en mis publicaciones…

—Además de su vena artística, ¿qué parte de su personalidad crees que vive en ti?

—El temperamento y también el orden, mi madre era muy ordenada. También super puntual. He heredado estas dos cualidades suyas.

—¿Qué es lo que más echas de menos de ella?

—Echo mucho de menos las salidas que tenía, totalmente improvisadas. Golpes que te morías de risa, que tenían mucha gracia. Lo decía muy seria pero era tronchante. También su sensibilidad, su amor por los animales... Un poco todo de ella. Me da pena porque son mujeres que están desapareciendo, como Lucía Bosé, Lola Flores... Mujeres irrepetibles, y con ellas se va una era.

TEXTOPatricia Izquierdo
FOTOSVictoria Muñoz
ESTILISMONuria Menoyo
LOOK 1 Vestidos: Copines
LOOK 2Vestidos: Copines
LOOK 3Vestidos: Philippa 1970