Hijas de la baronesa Thyssen, Carmen y Sabina son conocidas desde la cuna. Las hemos visto crecer a través de las páginas de la revista ¡HOLA!, pero más allá de eso, su madre se ha encargado de proteger su intimidad y su infancia con el mayor celo posible. Su llegada al mundo estuvo envuelta en una enorme expectación. Entonces fue una sorpresa la decisión de Tita Cervera de ser madre de nuevo a los 63 años. Para ella no, para ella "fue el destino", y tal y como confesó a ¡HOLA!, volvería a tomar la misma decisión una y otra vez. Han pasado 18 años desde entonces y las mellizas han dejado de ser unas niñas para tomar las riendas de su vida y lo cierto es que el futuro parece muy prometedor.
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La baronesa siempre ha querido mantenerlas alejadas del foco, algo que facilitó su residencia en Andorra, un lugar tranquilo alejado del epicentro mediático. Aunque nacieron en Los Angeles, han vivido la mitad de su vida en este pequeño Principado donde han crecido muy felices y se han formado a conciencia. Junto a su hermano Borja, son herederas de un verdadero imperio artístico -aunque Tita insiste en que son libres de elegir el camino que deseen- a los 15 años pudimos verlas por primera vez en un acto público, discretas, profesionales y conscientes del peso que tiene su madre en el mundo del arte. La ocasión lo merecía ya que era el momento en que el Mata Mua, de Paul Gauguin, regresaba a las paredes del museo Thyssen de Madrid, tras dos años en el búnker de Andorra, en la víspera de la histórica firma del alquiler de su colección al Estado el 9 de febrero de 2022.
“Carmen ha estado seria, con aplomo y muy tranquila. Me ha sorprendido porque no es fácil. Ellas nunca han hablado, ha sido su estreno y lo ha hecho muy bien", dijo entonces la Baronesa a ¡HOLA! sobre su hija Carmen, que es muy consciente de la importancia del legado familiar y ya se ha mostrado interesada en estudiar para comprender en profundidad no solo el mundo del arte, sino de la gestión empresarial. Estudiará Administración y Dirección de Empresas y Relaciones Internacionales en España "siendo consciente de sus responsabilidades con los negocios familiares y con el mundo del arte en el que se está implicando", según ha explicado su madre a esta revista. Sabina, más tímida que su hermana, también tiene una marcada vena artística, pero más enfocada al ámbito creativo. Canta, toca el piano, escribe y también domina la ilustración.
Pese a ser mellizas, son absolutamente diferentes, aunque tienen en común la completísima formación que han recibido y que seguirán completando. Con todo el orgullo que le cabe a una madre, Tita contó a ¡HOLA! que hablan cuatro idiomas a la perfección (español, catalán, inglés y francés) y han estudiado en el Centro Internacional Andorrano, del que Carmen es una de las mejores alumnas y en el que se graduaron el pasado 14 de junio. Además, pasó un verano en el prestigioso internado suizo de Le Rosey, donde la Baronesa recuerda que ante su inseguridad y miedos iniciales, le prometió que podría volver en el momento en que no estuviese a gusto. Por supuesto, acabó siendo una experiencia inolvidable para ella.
Son adolescentes y no todo son estudios. Les encanta pasar el el fin de semana con sus amigos esquiar, jugar al tenis, deporte que practican desde que era pequeñas, y sobre todo Sabina adora la natación. Su madre también explicó a ¡HOLA! que desde hace unos años también disfrutan saliendo a bailar con su pandilla, como es habitual en las chicas de su edad, y que ya han tenido sus primeros escarceos en el amor, aunque Tita matiza: "Todos lo hemos vivido. Y menos mal que son románticas y el amor es importante para ellas. En realidad, a estas edades son amigos más que novietes". En cualquier caso, confía plenamente en ellas. Asegura que son muy responsables y "saben lo que hacen y lo que quieren".
Esta personalidad sociable e independiente se ha dejado notar también en la celebración de su mayoría de edad que ha constado de dos fiestas. Una con amigos y otra más íntima con su madre que sopla las velas con sus hijas en un cumpleaños crucial para ellas.