En las últimas semanas Ana Duato ha vuelto a estar en el foco mediático y su cita con la justicia ha llenado numerosos titulares en los medios de comunicación. Sin embargo, aunque salga a colación ahora, esta batalla por limpiar su nombre ha sido librada en silencio y en la sombra durante ocho años por la actriz, que durante todo este tiempo ha vivido un verdadero calvario judicial, sin dejar de defender su inocencia y contando siempre con el apoyo incondicional de su familia.
Respecto a lo que ya se denomina como el caso Nummaria, que está siendo juzgado desde el pasado 4 de junio por la Audiencia Nacional, fuentes cercanas a la actriz ha comunicado que ella se encuentra "esperanzada y cree en su inocencia", y asegura que "su firmeza se basa en creer en la justicia de nuestro país". La intérprete de "Cuéntame cómo pasó" está acusada de siete delitos contra la Hacienda Pública por los que la Fiscalía solicita más de 30 años de cárcel. Sin embargo, desde que comenzó el proceso, los tres primeros delitos fiscales, referentes a los ejercicios fiscales de 2010, 2011 y 2012, fueron resueltos a favor de la actriz, así como los cuatros segundos, en los que se acusaba a la actriz de defraudar a Hacienda en 2013, 2014, 2016 y 2017, y a los que la abogacía del Estado pidió que se retirasen por estar mal fundamentados. Estos últimos hacen referencia a los más de 80 capítulos "fantasma"que la actriz nunca rodó y que "el inspector de Hacienda, basándose en Wikipedia, contabilizó 84 capítulos de más y que más tarde se demostró por Hacienda que no existían", por lo que la actriz no tributó por ellos.
Poco a poco, parece estar viéndose la luz al final del túnel. Durante el proceso judicial que se alargará, "previsiblemente hasta septiembre y la sentencia no llegará hasta finales de este año o principios del que viene", Ana Duato está demostrando una actitud serena, perseverante y firme, y está llevándolo con "tranquilidad, y sobre todo, templanza". Su marido, Miguel Ángel Bernardeau, y sus hijos, Miguel y María, han sido su máximo apoyo y refugio durante estos años. Pasa mucho tiempo en Madrid, donde tiene su residencia familiar y la actriz busca hacer una vida normal, siguiendo sus rutinas y quehaceres cotidianos como ir a hacer la compra, pasear en bicicleta o dar paseos con su hija María.