Se cumplen 25 años de aquel 4 de julio de 1999 que amaneció con las miradas puestas en el castillo de Luttrellstown, situado a veinte minutos de Dublín y con más de 230 hectáreas de jardines. Este enclave que data del siglo XV, con una decoración inspirada en Robin Hood, fue el escenario de uno de esos enlaces que han hecho historia: el David Beckham y Victoria Adams, quienes pronunciaron el "sí, quiero" acompañados de su primogénito, Brooklyn, que entonces tenía cuatro meses. La boda causó una gran repercusión y es una de las más espectaculares que se recuerdan, no solo porque eran la pareja del momento, porque se estima que se gastaron más de 1,4 millones de euros en la celebración y por el despliegue de detalles (incluidos varios cambios de looks, todos coordinados), sino porque aquel paso marcó el inicio de una historia de amor que los ha encumbrado como uno de los matrimonios más poderosos e influyentes de todo el mundo. Analizamos las claves de cómo han logrado convertirse en un imperio en constante expansión.
David era un prometedor futbolista del Manchester United cuando se fijó en Victoria a través de un videoclip de las Spice Girls, grupo que sigue considerándose como uno de los grandes fenómenos sociales de los 90 a pesar de su disolución. Al verla, le dijo a su compañero Gary Neville que en el futuro sería su pareja. Por su parte, ella le vio en un álbum de pegatinas de la Premier League. Se conocieron personalmente en 1997, tras un partido de fútbol que el centrocampista disputaba con los Red Devils. Dos semanas después de ese primer y tímido saludo, nuevamente en el estadio Old Trafford, el jugador se atrevió a pedirle el teléfono. Esos primeros pasos ya dejaron claro que su relación tenía todos los ingredientes para despertar pasiones y convertirse en una historia de amor mediática. Lo que no imaginaban es que casi tres décadas después iban a celebrar sus bodas de plata convertidos en mucho más que una familia numerosa. Son toda una institución: los Beckham.
En enero de 1988, un año después de conocerse, se comprometieron. En ese momento él ya era una de las grandes estrellas del fútbol y ella seguía revolucionando el panorama musical junto a Mel B, Geri Halliwell, Emma Bunton y Mel C. Pero su boda hizo que dieran un paso más. De hecho, la mansión de siete habitaciones, dos piscinas y su propio zoológico en la que fijaron su residencia en Hertfordshire (Inglaterra) y que vendieron en 2013, se hizo popularmente conocida como el Palacio de Beckingham. Un detalle que nos permite hacernos una idea de cómo convertirse en matrimonio los trasladó a otra dimensión y su popularidad fue in crescendo para ya no dejar de crecer nunca.
El giro de su vida profesional ¡que los encumbró todavía más!
Hay dos puntos de inflexión en la trayectoria de la pareja: en 2001, la separación de las Spice Girls; y en 2013, la retirada de David como futbolista. Con el fin de sus carreras, ese furor que despiertan podría haber amainado, como ha pasado con otros profesionales. Pero con ellos ha ocurrido justo lo contrario, siguen despertando un gran interés mediático y sus movimientos son, cada vez más, analizados minuciosamente. ¿La razón? Supieron reinventarse y transformarse para brillar aún más en sus nuevas profesiones, donde una vez más se han convertido en referentes con sus imperios, levantados de forma independiente.
David ha seguido vinculado al mundo del deporte, aunque ahora desde el otro lado. Es uno de los dueños del Inter de Miami, equipo del que forman parte leyendas del fútbol como Leo Messi, Sergio Busquets y Jordi Alba. Sus cambios de looks marcan tendencia y es además uno de los rostros más demandados por las firmas para sus campañas publicitarias porque tenerle como imagen es sinónimo de éxito asegurado. Tiene su propia línea de gafas de sol y fragancias. Además, es propietario de DB Ventures, empresa de inversión que gestiona todos sus acuerdos de patrocinio y otros compromisos relacionados, así como de Beckham Brand Holdings Ltd., el holding propietario de DB Ventures Limited y del negocio de moda de su esposa.
Ha creado un estilo propio por el que es considerada un icono y Victoria se ha hecho un importante hueco en el mundo de la moda. Tras su retirada de la música, parecía imposible que pudiera cosechar un éxito de tal envergadura, pero no solo lo ha logrado, sino que lo ha superado con creces. Soñaba con ser diseñadora y su firma es hoy en día un referente. Sus prendas, de líneas sencillas y elegantes, se han colado en los vestidores de miembros de la realeza internacional como la reina Letizia, Rania de Jordania, Máxima de los Países Bajos, Mary de Dinamarca, la princesa de Gales, Elisabeth de los belgas y Meghan Markle. Cabe recordar, además, que a la boda real de esta última con el príncipe Harry acudieron los Beckham y causaron sensación.
Victoria y David han formado una numerosa familia con sus cuatro hijos: Brooklyn (25), Romeo (21), Cruz (19) y Harper Seven (12), quienes también despiertan una gran curiosidad entre el público. Los seis tienen ese halo propio de las estrellas de Hollywood, y aunque no forman parte del mundo del espectáculo, sí tienen en su círculo íntimo a personalidades como Marc Anthony, Sama Hayek, Eva Longoria y el chef Gordon Ramsay, con el que recientemente han visitado Valladolid.
También cabe destacar la estrecha relación que los une a la Corona británica. Carlos III nombraba recientemente al exjugador embajador de la Fundación del Rey, una asociación benéfica que fue creada en 1986 por el entonces príncipe de Gales - originalmente su nombre era Fundación del Príncipe y fue rebautizada tras su ascenso al trono - con el objetivo de crear comunidades más sostenibles e impulsar programas educativos para jóvenes que habitan en zonas rurales. "Estoy deseando apoyar los programas educativos de la Fundación y pondré todo mi esfuerzo para asegurar que los jóvenes tengan mayores conocimientos sobre la naturaleza”, aseguraba David, que admira tanto a los Windsor que estuvo haciendo cola en la calle durante varias horas para despedir personalmente a Isabel II en la capilla ardiente abierta al público que se instaló en Westminster Hall (edificio del Parlamento británico).
15 anillos de pedida y el secreto de un amor que está de celebración
Al margen del éxito y el reconocimiento que han obtenido como profesionales a lo largo de estos años, la gran suerte de David y Victoria es protagonizar una bonita historia de amor que sigue sumando. "No sé cómo logramos superar los últimos 27 años, pero lo hicimos, y tenemos una familia increíble, tenemos negocios increíbles y somos felices'', confesaba el empresario tras la emisión de su documental en Netflix. "Cuando estás con alguien durante tanto tiempo, por supuesto que tienes tus altibajos, todo el mundo lo sabe, y al final del día tuvimos suerte porque nos teníamos el uno al otro en esos momentos", añadía.
Uno de los secretos de su unión es que nunca han dejado de apoyarse en sus respectivos logros. Además, mantienen la magia de los inicios diciéndose cuánto se gustan y sorprendiendo a su pareja, en el caso de Beckham con detalles como regalarle a su esposa 15 anillos de compromiso diferentes a lo largo de su matrimonio, que hoy celebra sus bodas de plata. La primera conmemoración de una fecha que prometen festejar por todo lo alto llegaba en forma de revival horas antes del aniversario, al recuperar uno de los looks coordinados que usaron en ese momento para recrear el gran día. Han vuelto a enfundarse los estilismos color morado que creó para ellos Antonio Berardi, prendas con las que rompieron todas las reglas nupciales establecidas y que eligieron simplemente pensando en divertirse, en expresar lo que son y sin preocuparse del qué dirán. Es actitud de mostrarse como son, con naturalidad, es con toda seguridad, una de las claves principales de su éxito.