Ocurrió el milagro. La tenista gallega Jessica Bouzas, de 21 años, ha logrado un hito en la historia del tenis. La española ha ganado a la vigente campeona de Wimbledon, la checa Marketa Vondrousova, por 6-4 y 6-2 en apenas una hora de partido. No es la primera vez que sucede, Steffi Graf ya fue derrotada en primera ronda tras ser la vencedora 1993, y Marketa, la actual número 6 del mundo, es la segunda defensora del título en caer eliminada en primera ronda gracias a la brillante actuación de la española.
Para esta joven tenista de Villagarcía de Arousa era su primera victoria en un Grand Slam. La número 83 en la lista WTA no podía creérselo. Tras anotar el punto de la victoria, se echó las manos a la cara en señal de incredulidad y las lágrimas comenzaron a aflorar en su rostro. "Creo que estoy en uno de los momentos más importantes de mi carrera y de mi vida. Nada de presión, quería disfrutarlo", confesó visiblemente emocionada. "Me he sorprendido a mí misma", señaló por lo bien que había controlado los nervios. "No sé por qué, pero me sentía como en casa aunque fuera la primera vez en la central de Wimbledon".
"Quiero disfrutarlo", concluyó Bouzas al abandonar la pista central del All England Club. En segunda ronda se medirá con su compatriota, la cántabra Cristina Bucsa y esto garantiza a una española en tercera ronda. Entre las claves de su éxito está su nuevo entrenador, Roberto Ortega, su preparador físico, Moisés Benavente, y la psicóloga, Itziar Eraña. La gallega que salió de su tierra cuando era adolescente no ha dejado de subir peldaños. Después de vencer a principios de años en el ITF de Porto (Portugal) y en un torneo en Morelia (México), Jessica dio un salto cualitativo tras ganar su primer trofeo WTA en Antalya (Turquía). En esta temporada ha jugado 49 partidos con 36 victorias y 13 derrotas y esta última le ha sabido a gloria.
Bouzas comenzó a jugar al tenis con 5 años, a los 13 años se apuntó a la Academia de David Ferrer en Jávea y hace año y medio se instaló en Madrid. Se define como una chica muy normal, que se marchó de su casa en busca de un sueño, pero que aún sigue teniendo sus mismas amistades en Galicia. Se considera gran amante de la lectura, del cine y de la hípica. 7 u 8 tatuajes lleva en su cuerpo en relación con su familia y el mundo del tenis, el más visual es el que luce en su dedo índice, SHH, tres letras para silenciar a aquellos que no creyeron en ella: "Es para los que te intentan apagar y se van de tu vida. Desde el respeto siempre, pero para toda esa gente que te dice que no puedes hacerlo, que eres mala, que no tienes tenis, que no tienes esa cualidad, que tu esfuerzo no es tan bueno... Es para esas personas, no para las personas buenas. Es divertido”.