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Era una de las bodas más esperadas de la temporada. Natalia Santos, hija de los empresarios Cristina Yanes y José Luis Santos, y Esteban Rivas, hijo del también empresario Esteban Rivas, se dieron el ‘sí, quiero’ el pasado fin de semana en un espectacular enlace, en Valencia, que contó con tres días de celebraciones.
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Y, con permiso de la novia (la gran protagonista), la cita se convirtió en toda una pasarela de elegancia. Lydia Bosch, Esther Alcocer Koplowitz, Patricia Cerezo, Gema Ruiz, Nuria March… fueron algunas de las invitadas que sorprendieron con sus looks. Quien también brilló con luz propia fue Paloma Cuevas.
La diseñadora es íntima amiga de la madre de Natalia y no podía faltar a su boda. Recién aterrizada del concierto de Luis Miguel en Córdoba, acudió acompañada por sus dos hijas, Paloma y Bianca; e impactó, una vez más, con su elección. Siempre figura en la lista de las más elegantes de nuestro país y demostró, de nuevo, que maneja como pocas el protocolo de invitada. Al igual que en la boda de Carmen Ballesteros, el pasado mes de mayo -en la que llamó la atención por su look-, volvió a apostar por un vestido diseñado por ella misma para Rosa Clará.
En esta ocasión, se trataba de un modelo entallado, de cuello halter, cruzado, con una abertura en la zona del abdomen y completamente plisado y ribeteado con pedrería. Completó su look con unos llamativos pendientes, XL, brillantes; pero, esta vez, no llevó tocado, sino que prefirió lucir un sencillo recogido que elevaba su outfit: una coleta ondulada con dos mechones sueltos, a cada lado de su rostro.
“No hay novia más bella por dentro y por fuera. ¡Imposible ser y estar más bonita!”, escribía Paloma, en un cariñoso mensaje, que compartió en sus redes sociales.