No es un futbolista más. Pronunciar el nombre de Raúl González es hablar de una leyenda del deporte, un jugador hecho a sí mismo que demostró que llegar a lo más alto es cuestión de talento y disciplina. En la década de los 90 se convirtió en una de las grandes estrellas del Real Madrid, y aunque está retirado desde 2015, tanto la afición como los compañeros siguen considerándole un referente, un icono, el mejor modelo a seguir y un capitán inolvidable. Al margen de todos los títulos que levantó durante su brillante trayectoria, para el eterno 7 el "mayor logro" ha sido formar una numerosa familia al lado de Mamen Sanz, con la que este 1 de julio ha salido a celebrar sus 25 años de matrimonio y han abierto su álbum personal, mostrando su lado más romántico.
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"25 años. Siempre juntos", ha dicho la modelo junto a dos imágenes tomadas el día de su boda. Las miradas que se dedican en estas instantáneas desprenden la misma magia que las que comparten en la actualidad, a pesar de que su vida ha cambiado mucho desde entonces. Aquella joven pareja que pronunció el "sí, quiero" en la ermita de Villafranca del Castillo (Madrid) ha pasado a encabezar una bonita familia de siete, el número de la suerte de Raúl, tras multiplicarse su felicidad con la llegada de Jorge, (24), Hugo (22 años), los mellizos Héctor y Mateo (19 años) y María (15 años). Ahora celebran junto a ellos este cuarto de siglo juntos, y prometen seguir sumando años de amor.
La historia de amor de la pareja comenzó gracias a un amigo común que los presentó. Entonces, Raúl ya era uno de los hombres del momento y despertaba pasiones más allá de los terrenos de juego. Fueron precisamente esos prejuicios con los futbolistas lo que hizo que a Mamen le costara decidirse a quedar con él, ya que ella siempre tuvo claro que quería una historia de amor como la de sus padres. A pesar de sus reticencias iniciales, el destino tenía marcado que estaban hechos el uno para el otro y desde finales de 1997 forman el equipo perfecto. Un verdadero dream team que apuesta por una vida sencilla, viendo el lujo en los pequeños detalles y disfrutando de la evolución de sus hijos, su máximo orgullo.
La discreción siempre ha sido su máxima y estando en lo más alto, Raúl siempre procuró proteger a su entorno. En una era en la que aún no existían las redes sociales, las únicas referencias públicas que hacía a su mujer eran las dedicatorias de los goles que marcaba, algunos claves para la historia del fútbol. Viviendo en Madrid, Mamen y él siempre quisieron que sus hijos tuvieran una infancia anónima y feliz. Esa misma línea la siguieron en Alemania, donde vivieron entre 2010 y 2012; en Catar, su hogar entre 2012 y 2014; y Nueva York, donde estuvieron hasta 2015. Es quizá en la ciudad de los rascacielos donde tuvieron una rutina como la de cualquier otra familia, saliendo a montar en bici por Central Park y trasladándose en el metro para recorrer todos los rincones.
Raúl siempre ha dejado claro a sus hijos que formar parte del Olimpo es una posibilidad remota y que lo más importante es tener una formación académica que te garantice un futuro. Eso sí, Mamen y él han inculcado a los cinco la pasión por el deporte y los valores que este transmite. Los cinco practican alguna actividad física y el fútbol tiene una gran importancia en su día a día. María tiene un prometedor futuro, tal y como muestra en el Cadete A del Real Madrid femenino, equipo en el que es una pieza clave. También Héctor juega como centrocampista en el C.D. Leganés
Los detalles de su boda
La enorme popularidad de Raúl hizo que la boda estuviera rodeada por fuertes medidas de seguridad que garantizara el bienestar y la intimidad de los novios. El deportista, que entonces tenía 22 años, llegó del brazo de su madre y madrina, Marisa Blanco. Minutos después aparecía en un Rolls Royce la novia, con su padre y padrino, José Sanz, y espectacular con un vestido clásico de Chus Basaldúa. Estuvieron acompañados por 400 invitados entre los que se encontraban muchos compañeros del novio. Y es que el vestuario del Real Madrid le permitió crear con muchos de ellos una segunda familia en la que los lazos siguen siendo estrechos. Entre los asistentes, Fernando Hierro, Santiago Cañizares, Fernando Morientes, Michel Salgado, Manolo Sanchís, José Antonio Camacho y el recordado Lorenzo Sanz. Algunos de ellos han querido mandarles un cariñoso mensaje de felicitación 25 años después de la celebración.