"Creo que encasilla más la industria que el público. Si has empatizado con él desde el principio, a la gente le va a gustar verte en otras cosas". Si algo ha demostrado Ana Fernández a lo largo de todos estos años -una carrera de más de una década- es que es camaleónica. Puede convertirse en una superheroína -como en Los protegidos, la serie que la catapultó a la fama- o meterse en la piel de una de las Chicas del cable en el Madrid de los años veinte. También dar un salto al escenario para cantar junto a su chico, Adrián Roma, vocalista del grupo 'Marlon' -aunque, nos advierte, ella no es cantante: "Después de ver lo duro que es, tengo tal respeto a su profesión… La canción Marzo en febrero no iba con ninguna pretensión, la hicimos con todo nuestro amor. Ya bastante música tengo en casa", dice, entre risas-.
Ahora, en un nuevo giro de guion, vuelve a sorprendernos adentrándose en el mundo del audiolibro, poniendo voz a Meredith, una de las Viudas, jóvenes y ricas, el thriller que acaba de estrenar la plataforma 'Audible' y que cuenta la historia de cuatro mujeres en Rhode Island (Estados Unidos) que, tras perder a sus parejas en un fatídico accidente aéreo, en 1985, deben hacer frente a los oscuros secretos que salen a la luz a raíz de su muerte. "Cuando hace un par de meses me llegó esta oportunidad, pensé: '¡Qué maravilla!' Es una rama dentro de la interpretación que me gusta mucho. De pequeña, me encantaba poner voces a los dibujos animados, y una de mis ilusiones como actriz es doblar una película entera de dibujos animados. Todavía lo tengo pendiente y ojalá lo consiga".
-¿Qué te llamó la atención de esta historia de Viudas, jóvenes y ricas?
-Sobre todo, el hecho de que cada capítulo está contado por una de las mujeres, cada una desde su punto de vista, me parecía muy original. Además, por lo que me habían dicho, este libro en Estados Unidos ha tenido un éxito brutal y había mucha expectación con que saliese también aquí en España. Luego también están mis compañeras. Por ejemplo, a Marta Hazas la conozco, hemos trabajado juntas (de hecho, ahora estrenamos serie, Desde el mañana), y a Eva Isanta y Ana Bokesa no las conocía. Es cierto que no hemos coincidido las cuatro en el estudio.
-¿Por qué crees que ha tenido tanto éxito en Estados Unidos?
-Porque también creo que está ambientado en una época muy atractiva: los ochenta, Nueva York, la mafia, esas mujeres ricas de grandes empresarios, de abogados de mafiosos… Es muy cinematográfica. También ver a cuatro mujeres tan dispares, algunas de mundos distintos, con muchas sorpresas y muchos secretos que evidentemente, según va avanzando el audiolibro, vas descubriendo… Tiene sobre todo ese punto de lujo, misterio… que es muy apetecible.
-Esta serie está ambientada en los 80 y hay mucha gente que te recuerda, todavía, en Las chicas del cable. ¿Le has cogido gusto a esto de hacer personajes de otras épocas?
-Claro que sí. Si decides ser actriz, es porque te gusta todo ese abanico de posibilidades, ¿no? Si no, para hacer siempre lo mismo… Esta es una profesión tan difícil, tan complicada, tan dura emocionalmente y con tantos altibajos y constantes inestabilidades que realmente tiene que apasionarte ser muchas cosas e interpretar a muchos tipos de personajes.
"Adri y yo aquí seguimos dando guerra y discutiendo y queriéndonos como el primer día después de 9 años juntos"
-Muchos compañeros han hablado de que los personajes están muy acotados o que siempre les ofrecen papeles similares… ¿A ti te ha pasado?
-Sí, sí… Bueno, y ahora, quizás, a lo mejor no, con la amplia oferta que hay en las plataformas, se reparte entre todos los que trabajamos y no trabajamos constantemente, que somos un 7%. Yo, por ejemplo, llevo un año sin rodar, lo que pasa es que justo esta semana estoy estrenando todo lo que hice el año pasado, pero es así. Y, para el público, probablemente, yo sea una de las actrices que siempre trabajan. Imagínate los que no saben que no trabajan. Creo que hay un gran desconocimiento con respecto a esta profesión y este oficio, por lo menos aquí en España. No tiene nada que ver cómo es en Estados Unidos: ellos inventaron esta industria, los gremios, Hollywood, las estrellas… La gente no puede pensar que los actores aquí somos Brad Pitt o Julia Roberts… De esos, hay dos, que son los que se pueden permitir el lujo de estar un año sabático sin trabajar y escoger lo que quieren… el resto, como yo, estamos luchando todos los días por mantenernos, por trabajar, por ahorrar, porque no nos olviden… por que nos den nuestros derechos de imagen (y esto es algo que la gente tampoco sabe). Luego es muy fácil ir a una alfombra y que te pregunten: '¿Qué tal tú?' 'Fenomenal, la peli genial...' Todo es como lujo, glamour y fantasía. Y en realidad no es así. Claro que hay cosas maravillosas, por eso yo sigo siendo actriz, pero esto es muy duro emocionalmente.
-¿Y cómo consigues sobrellevar esa incertidumbre?
-Gracias a Dios teniendo un soporte familiar, de pareja, de hogar, de perritos… Todo lo que tengo alrededor vale mucho la pena cuidarlo y mantenerlo. También buscar otro tipo de cosas que te llenen y que no te hagan sentir que solo eres actriz y ya está. Para mí ser actriz es un trabajo, no es una forma de vida… no soy una intensa. Por casualidades de la vida, por suerte, o por destino, desde los 16 años sigo trabajando como actriz y me ha proporcionado muchísimas alegrías, muchísimas lágrimas y dinerito para poder pagar mis cositas. Pero, cuando, de repente, tienes estos momentos de parón, te planteas: ¿Para qué más valgo, para qué sirvo? Me meto en otro tipo de negocios que no tienen nada que ver, donde tengo yo el control. Como actriz, no tienes control sobre nada, siempre tienes que estar esperando las decisiones de otras muchas personas, si tú vas a trabajar o no.
Mentalmente, quitas el foco en esa angustia o esa incertidumbre que te genera que en una semana no llamen. Cuando estás enfocada en otra cosa, le importancia y, un día, cuando menos te lo esperas, de repente te llama la ‘repre’. Es muy fuerte cómo la vida o el universo actúa sobre nosotros y el poder que tenemos también.
-¿Y en algún momento te has planteado tirar la toalla o eso jamás?
-Ha habido momentos en los que ha habido tantas cosas que no me han gustado, que he sentido tanta falsedad, tanto peloteo, tanta tontería, que he dicho: 'Ay, de verdad, qué pereza más grande'. Tanta lucha, tantos pasos… y ahora, de repente, encima te ves invadido por los seguidores, que cogen en una serie a chavales porque tienen más seguidores… Y es que me parece terrorífico, una falta de respeto a mí y al resto de la profesión. Ahora mismo estamos en un punto en el que si ya de por sí es difícil trabajar… Que siempre ha sido muy complicado para los actores (que si crisis, que si no había suficientes actores…). Entonces, dices: qué malditos ingredientes tenemos que tener para que me llamen. Están saliendo muchas series de adolescentes, que sí, ha habido siempre (Al salir de clase, Compañeros)… Pero las actrices de más o menos 30 a 40 estamos un poco jodidas, ¿por qué? Porque o eres adolescente o eres la madre del adolescente.
-Y no tienes edad para ser madre del adolescente…
-Dices: tengo 33, 34 años… y encima puedo dar un punto más joven porque, a lo mejor, aparento 28, vale. Pero, ¿dónde encajo exactamente? Bueno, ya pasará, luego volverá otra época de las series de las de los 40 años, o los de 30… Y es un poco así. Ahora mismo hay una franja de edad, de una generación, que no encajas porque no hay papeles. Esto ya lo hablaban actrices como Candela Peña, Pilar Castro… esa generación que también han pasado años en los que no las llamaban para nada porque no había personajes para ellas. Después llegó Nicole Kidman y empezaron a producir sus propias series con tramas de mujeres maduras. Si escriben esos guiones ya pueden trabajar. Por eso te digo, ya tenemos suficientes problemas de todas estas cosas como para encima que ahora se pongan a mirar los seguidores, que de repente gente que no se dedica a esto en absoluto y se dedica a otras cosas quiera ser actriz. Hay una frivolidad… Parece estamos jugando a las Barbies: un día soy la Barbie cocinera, otro la Barbie actriz y al siguiente, la Barbie cantante.
-Bueno, tú también has hecho una mini incursión como cantante…
-No tengo voz de grillo, vale, pero esto es algo que se lleva sacando en un montón de entrevistas y lo llevo diciendo durante años. No, yo no soy cantante, soy actriz e intérprete. Lo único que hago es interpretar una canción que se grabó hace no sé cuantos años tal cual está en el disco. Yo no doy clases de canto, no sé de notas musicales… Sé un poquito por mi pareja, porque llevo nueve años con él y algo he aprendido. Eso de etiquetarme o ponerme como cantante, no me gusta. Después de ver lo duro que es, tengo tal respeto a su profesión… No me atrevo a decir eso. Yo participé en esta canción que no iba con ninguna pretensión como las hacen ahora, para que se viralicen y todo tipo de cosas. Y las hacen con parejas, exparejas… para todo eso para el mundo del corazón. Nosotros lo hicimos con todo nuestro amor. Bueno, la hizo él con todo su amor. Me dijo: 'Gordi, ¿quieres cantar esa canción?' Y yo canté y salió en el disco y no sabíamos que iba a ser de las más queridas, escuchadas y vitoreadas en los conciertos. Voy de vez en cuando, cuando tocan en algún sitio especial, como la última vez que fue en el WiZink Center.
- Aunque no seas cantante, también tiene que ser como emocionante compartir algo tan personal con tu pareja
-Obvio, es algo precioso y, sobre todo, más que nada porque no hemos durado dos telediarios… Hicimos la canción en su momento y aquí seguimos dando guerra, discutiendo y queriéndonos como el primer día.
-¿Pero esa música también te inspira? ¿O ya estás un poco harta de escuchar tantas canciones?
-(Se ríe) Bueno, a mí me gusta mucho la música. Es cierto que estoy escuchando desde las primeras notas de composición, de donde sale todo, que suele salir de aquí, de casa, y a lo mejor hay un momento en el que entras como un poco en bucle. Escucho todo el rato de las que están componiendo o las que están maquetando. Hay veces que tengo que decir: 'Oye, baja un poco el volumen porque es que es la décima vez que la pones seguida… La voy a aborrecer, no puedo escucharla más veces hoy'… pero todo bien, todo superable.
-¿Qué nuevo reto te gustaría afrontar?
-Me falta escribir un libro, escribir. Un libro de memoria, de plantas, de sobrevivir un año entero…
-¿Te gusta a escribir?
-Me cuesta… O sea, pienso muchas cosas y tengo muchas reflexiones conmigo misma, como en voz baja. Pero luego el decir: me voy a sentar y me voy a poner a escribir, ya sea con en el ordenador o a mano, es como… 'Ay, no me apetece'.
- ¿Y te has planteado a lo mejor ser guionista? ¿Alguna vez te has imaginado detrás de la cámara?
-Me imagino que valdría mucho más para producción, por ejemplo. Nadia de Santiago siempre me dice que valgo para productora, que se me da muy bien esa labor de producción, de gestionar, de resolver, de ver de qué manera algo se puede sacar mejor, de que todo el mundo está bien.
-Después de nueve años con Adri, ¿no os habéis planteado dar un paso más?
-Ahora mismo estamos muy bien como estamos. Todo ese tipo de preguntas siempre están… Yo creo que en una pareja que ya lleva tiempo y en una edad maravillosa, como los treinta y pico, esas preguntas claro que están ahí. Cuando tengan que surgir las cosas surgirán y si no tienen que surgir, no tienen que surgir de momento. Estamos felices, nos queremos, nos cuidamos, nos apoyamos, nos admiramos, tenemos seis perros maravillosos y, si el destino, la vida, todo se cuadra para que nos reproduzcamos, que en este caso es lo que a nosotros realmente nos importa, lo haremos. Claro que sí.