Ladislao de Hungría: hijo del rey Béla I y de la princesa Richeza de Polonia, es conocido por sus hazañas militares y su fervor cristiano, expandió su reino y fundó numerosas instituciones religiosas, fortaleciendo el cristianismo en Hungría. Fue canonizado en 1192 y es recordado como uno de los monarcas más queridos y venerados de Hungría.
Felipe Powell, beato: nacido en Gales, fue arrestado durante el reinado de Carlos I mientras estaba a bordo de un barco y, por ser sacerdote y tratar de entrar en Inglaterra, fue sentenciado a la horca en Tyburn en 1646.
Adolfo de Osnabrück: nacido en una familia rica, renunció a sus bienes para convertirse en monje, y luego dedicó su vida a atender a los pobres y leprosos. Durante sus últimos ocho años, ejerció como obispo, trabajando con convicción y dedicación a su vocación.
Genaro María Sarnelli, beato: nacido en Nápoles en 1702, fue un abogado que sintió el llamado al sacerdocio mientras asistía a enfermos. Se ordenó sacerdote en 1732, dedicándose a combatir la prostitución, enseñar catecismo, y ayudar a los necesitados. Autor de unas 30 obras, murió en 1741 y es reconocido por su labor social y espiritual en favor de las mujeres y los marginados.
Hoy también se celebra la onomástica de:
- Erentrude
- Otón de Bamberg
- Marcial de Limoges
Y los beatos:
- Basilio Velyckovskyj
- Zenon (Zynovij) Kovalyk
