En solo unas horas, Ana Moya y Diego Conde comenzarán un nuevo capítulo en su historia de amor casi dos años después de que sus caminos se cruzasen. "La mejor elección que pudimos hacer jamás fue elegirnos. Compartir nuestro día a día como compañeros de vida es un regalo demasiado grande", aseguraba la novia en medio de los preparativos para su enlace, que tiene lugar este fin de semana en Madrid. La pareja va a darse el "sí, quiero" este sábado 29 de junio en la iglesia de Santa Bárbara, conocida también como iglesia de las Salesas Reales. Una ceremonia religiosa en la que tendrá un papel protagonista Mateo, el hijo de siete años de ella, quien desde el principio tuvo una conexión mágica con la pareja de su madre. Ya convertidos en marido y mujer, y acompañados de los 180 invitados con los que han contado, se trasladarán al Castillo de Batres para la celebración posterior; un evento que promete alargarse hasta bien entrada la madrugada y estar lleno de sorpresas y momentos para el recuerdo. Te contamos a continuación todo sobre la también actriz y presentadora.
Ana Moya, que acumula cerca de 400.000 seguidores en redes sociales, es una mujer todoterreno que se atreve con todo. Además de tener una gran repercusión en su faceta de creadora de contenido y ser elegida como imagen de muchas firmas importantes, es la mujer de las mil y una profesiones. Es diseñadora, actriz, ha ejercido como DJ, ha presentado programas en la televisión italiana, trabaja como modelo (carrera que gestiona mediante la agencia The Tribe). Se acercó aún más al gran público al trabajar como camarera en First Dates, programa presentado por Carlos Sobera desde el que pasó a ser comentarista de Gran Hermano 16.
Casi una década antes de estas incursiones en la pequeña pantalla española, ya había trabajado con Alejandro Sanz. El cantante la eligió como protagonista del videoclip de Camino de rosas, tema que forma parte del disco La música no se toca, su décimo álbum de estudio. De esa experiencia habló en Interviú: "Fue una experiencia que no olvidaré jamás y uno de los días más divertidos y preciosos de mi vida. Alejandro es muy simpático, estuvimos todo el día sin parar de hacer el tonto, riéndonos el uno del otro, bailando y cantando flamenco". Moya comentaba con humor que fue seleccionada entre cientos de candidatas por un rasgo que "puede con todo", el desparpajo.
Nacida en Algeciras y criada en Andújar (Jaén), se matriculó en Magisterio, pero entonces la moda ya estaba presente en su vida y decidió arriesgarse y dedicar a este sector toda su energía. Su intuición no falló. Con 19 años se fue a vivir a Barcelona y después se instaló en Milán. Con su base fijada en la ciudad italiana, los viajes eran constantes a Nueva York y Miami para cumplir con sus numerosos compromisos profesionales. Rápidamente se hizo un importante hueco en la industria y logró su sueño de llegar a lo más alto. ¿El secreto? Ser constante, responsable y tener los pies en el suelo.
Uno de esos viajes de trabajo a Miami cambió para siempre su vida ya que en la ciudad de Florida conoció a Álex Sánchez de Mora. Tras unos meses en Estados Unidos, los modelos se instalaron en España, donde formaron una familia. En agosto de 2016 nació el pequeño Mateo, quien desde ese instante se convirtió en la absoluta prioridad de Moya. La maternidad le ha dado madurez, estabilidad y serenidad. "Me aporta saber lo que quieres en la vida, lo que no y entender el amor de una madre hacia un hijo. Y, sobre todo, dejas de pensar en ti para pensar en otra persona. Todo es mi hijo", aseguraba en Divinity.
En 2023, tras varias relaciones sentimentales que no tuvieron el final esperado, Ana Moya conoció al que en unas horas será su marido, con el que ha celebrado una luna de miel por adelantado en Isla Mauricio y París. Desde el inicio todo fluyó con naturalidad entre la influencer y Diego Conde, con el que se comprometió medio año después de comenzar su noviazgo. El portero del Leganés, que es hermano de la jugadora de la Selección Española de Baloncesto María Conde, tiene la certeza de estar viviendo un amor sano y puro, resalta de su prometida la paciencia y agradece que haya "respetado mis tiempos y perdonado mis cagadas cuando era un desastre, gracias por ayudarme madurar a pasos agigantados, gracias por ser, estar, aparecer y confiarme".