Natalia Alfonsín Uranga se casa este fin de semana en una ceremonia blindada. La familia Alfonsín seguirá haciendo gala de su discreción aún en uno de sus días más felices. La novia desfilará del brazo de su padre y padrino con un vestido de Navascués y, por supuesto, los Reyes están invitados.
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Natalia es la hija mayor de Jaime Alfonsín -tiene una hermana que se llama María- y de la abogada Natalia Uranga; y cuenta con un excelente currículum. Es licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad pontificia de Comillas (ICAI-ICADE) y la Escuela de negocios NEOMA. Mientras cursaba sus estudios universitarios, tal y como consta en su perfil de LinkedIn, recibió una Beca Europa a la excelencia académica (Becas Europa) hizo prácticas en Iberdrola y en una empresa francesa, DDB, en París. A su regreso a España, en 2016, empezó a trabajar de nuevo en Iberdrola, donde ha ocupado diferentes puestos: gerente de marca global, analista de inteligencia de mercado global. Actualmente, es gerente de Planificación y nuevos modelos de negocios de la empresa energética. Asimismo, habla tres idiomas: español, inglés y francés.
Jaime Alfonsín Alfonso nació en Lugo, en agosto del 58. Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid con premio extraordinario, abogado del Estado y profesor en ICADE, trabajó en la empresa privada antes de asumir en 1995 la jefatura de la Secretaría del Príncipe hasta 2014. Fecha en la que, tras la proclamación de Felipe V, se convirtió en jefe de la Casa del Rey. El primero que no era ni diplomático ni militar.
El 19 de enero de 2024, Casa Real emitió un comunicado anunciando que el Rey lo había relevado de su cargo nombrado a Camilo Villarino para ser el nuevo jefe de la Casa Real. Había cumplido 68 años, prestado el último gran servicio -la jura de la Constitución de la princesa Leonor- y había llegado el momento de disfrutar de su familia y de sus otras pasiones, el golf, el tenis, la lectura y el mar.
Aun así, tras casi tres décadas a su lado, sigue siendo consejero privado del monarca, que decidió que va a seguir contando con el "valioso y leal consejo" de Alfonsín, para que continúe "prestando el asesoramiento que requiera y desempeñará las funciones que le encomiende".