Coincidiendo con el día de San Juan, Juan Antonio Pérez Simón ha organizado, este lunes 24, una multitudinaria fiesta en su casa de La Finca para celebrar la onomástica de su primer nombre. Una cita que ha contado con un gran número de invitados, pero también con una sonadísima ausencia: la de Silvia Gómez-Cuétara, heredera de un importante imperio alimenticio y su compañera sentimental en estos últimos doce años. Sin embargo, la no presencia de la empresaria tiene una explicación: según ha podido saber ¡HOLA!, el magnate de telecomunicaciones —que nació en Asturias y creció en México— y ella han puesto fin de su relación hace unos meses.
Tal y como nos cuentan, esta ruptura se produjo en unos momentos especialmente complicados para Silvia: después de que le fuera diagnosticado un cáncer a la empresaria, información que tampoco había trascendido hasta el momento. La última aparición de la pareja tuvo lugar en la celebración nupcial que Victoria Hermosilla, hija de Silvia, protagonizó a principios de marzo con Emilio Botín d’Ornano, nieto del fundador de Sisley y también del recordado Emilio Botín y, por tanto, sobrino de Ana Patricia Botín, actual presidenta del Banco Santander. Entonces, nos cuentan, Silvia y Juan Antonio Pérez Simón habían pasado un tiempo distanciados.
Su última mayor alegría
Afortunadamente, Gómez-Cuétara está recibiendo todo el apoyo de su familia en estos momentos tan difíciles, además de una gran alegría: el nacimiento de su segunda nieta. Fue el pasado mes de febrero cuando Ramón Hermosilla, el mayor de sus cuatro hijos, y la chef mexicana Karla Covarrubias la volvieron a hacer abuela con la llegada al mundo de la pequeña Constantina. Dos años antes, nació su primera nieta, Lucía, fruto del matrimonio de su hijo Jaime Hermosilla con Marta Nicolás. Su nuera es hermana de Fernando Nicolás, uno de los socios del grupo de restauración Larrumba y amigo íntimo de Alonso Aznar.
Sin duda, sus nietas están siendo la mejor medicina para Silvia, aunque la empresaria puede disfrutar más de la pequeña Constantina, ya que su nieta Lucía vive en México con sus padres. Por ello, la heredera del imperio alimenticio está deseando que lleguen las vacaciones de verano para poder reunirse con toda su familia.
La separación se produjo poco después de que a la empresaria le diagnosticaran su enfermedad, de la que sigue en tratamiento
Considerada una de las mujeres más elegantes de España, Silvia Gómez-Cuétara es nieta de uno de los fundadores de las conocidas galletas María, el asturiano Florencio Mateo Gómez Cuétara, quien hizo fortuna después de emigrar a México. Su hijo —y padre de la empresaria—, Florencio Gómez-Cuétara Fernández, continuó los pasos en la industria alimenticia y fundó la marca de aperitivos Risi en nuestro país. A pesar de contar con esos destacados antepasados, Silvia tuvo una vida completamente discreta y alejada de los medios en sus primeros años.
Cuatro hijos de su primer matrimonio
En 1965, la empresaria contrajo matrimonio con el abogado Ramón Hermosilla Gimeno, quien representó legalmente a Alberto Cortina y Alberto Alcocer en el siglo pasado. Fruto de este matrimonio, que terminó en divorcio en 1999, nacieron los cuatro hijos de Silvia: el mayor de ellos, Ramón Hermosilla, se dedica a la promoción inmobiliaria y, como decíamos, acaba de ser padre con la chef mexicana Karla Covarrubias, con la que se casó en abril de 2022, en México.
Dos años antes, también en el país azteca, su hijo Jaime —presidente de la empresa de productos financieros Quant Capital— dio el 'sí, quiero' a Marta Nicolás, con la que convirtió a Silvia en abuela en 2022. Las dos hijas menores de la empresaria, Silvia y Victoria, crearon la firma de calzado Chivis, aunque, en la actualidad, ambas se dedican a la arquitectura e interiorismo: la primera de ellas es fundadora del estudio HGC, mientras que Victoria, mujer de Emilio Botín d’Ornano, trabaja en Sordo Madaleno, en México.
Su segundo paso por el altar
El nombre de Silvia Gómez-Cuétara comenzó a aparecer en las crónicas sociales al casarse, en 2002, con el constructor Luis García Cereceda, fundador de La Finca, la exclusiva urbanización madrileña en la que viven el matrimonio formado por Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas, Alejandro Sanz y Álvaro Morata con Alice Campello, entre numerosos rostros conocidos. Otros de los negocios que levantó García Cereceda fueron el conocido restaurante Zalacaín y otra exclusiva urbanización en República Dominicana. Sin embargo, la felicidad de Silvia con su segundo marido se truncó en junio de 2010, cuando el promotor falleció a causa de un tumor cerebral.
Dos años después de enviudar, la heredera del imperio de galletas recuperó la ilusión gracias a Juan Antonio Pérez Simón. Curiosamente, este era uno de los grandes amigos de Luis García, además de ser la mano derecha de Carlos Slim y unos de los mayores coleccionistas de arte del mundo —con obras de Dalí, El Greco, Goya, Picasso y Sorolla, entre otros genios de la pintura—. Ahora, esta relación ha llegado a su fin, aunque Silvia Gómez-Cuétara está centrada en su salud y su familia.