Se lo jugaban al todo o nada este sábado por la noche en la Eurocopa, un choque trascendental para seguir vivos y con opciones en el torneo. Conscientes de ello, la familia real belga ha viajado este fin de semana desde Bruselas hasta Colonia (Alemania) y se convertía en uno de los grandes apoyos para su equipo nacional. Con la bufanda roja al cuello, los príncipes Gabriel, Emmanuel y Éléonore han disfrutado del triunfo de los suyos, lógicamente emocionados al poder vivir este momento.
Los tres jóvenes de 20, 18 y 16 años respectivamente han acompañado a su padre, el rey Felipe, ocupando su sitio en el palco de autoridades del estadio. Desde allí, pasaron los nervios lógicos por la incertidumbre de lo que iba a ocurrir, para después desatarse la euforia con un efusivo abrazo entre ellos cuando llegaban los goles. Los apodados como 'Diablos Rojos' se imponían a Rumanía por dos tantos a cero, después de abrir el marcador muy pronto (minuto 2) y rematar la faena en el tramo final (m. 80).
Tras concluir el encuentro, el monarca belga y sus hijos bajaron a la zona de vestuarios para saludar cariñosamente y felicitar tanto a los jugadores como al cuerpo técnico. De esta forma, los vimos estrechar la mano y charlar animadamente con estrellas como son el mediapunta Kevin de Bruyne o el delantero Romelu Lukaku, al igual que con el centrocampista Youri Tielemans o el portero Koen Casteels.
La victoria de Bélgica ha sido fundamental de cara a sus aspiraciones en la Eurocopa, después de la inesperada derrota que sufrieron hace unos días en su debut frente a Eslovaquia dentro del igualadísimo Grupo E. De hecho, la lógica alegría por este resultado se trasladaba después al perfil público oficial de la Casa Real de los Sajonia-Coburgo, donde compartían imágenes de la noche y dejaban el siguiente mensaje: "¿Adivina quién ha vuelto? (...) Ya estamos cerca de los octavos: ¡a por ello!"
Cuatro de los seis miembros de la familia real belga han querido ser testigos del evento deportivo, con la ausencia de la reina Matilde y de su primogénita, la princesa heredera Elisabeth (22 años). La presencia de estos royals en la competición se une así a la de otros representantes de monarquías europeas que se han desplazado durante la última semana hasta el país germano.
Es el caso de nuestro rey Felipe, quien pudo ver 'in situ' el pasado jueves la exhibición de España frente a Italia en la ciudad de Gelsenkirchen. Ese mismo día pero por la tarde, el príncipe Guillermo coincidió con Federico X y su hija pequeña, la princesa Josephine, para ver el Inglaterra-Dinamarca que se disputó en Frankfurt.