Isabelle Junot ha pasado unos días inolvidables en Ibiza. Poco tiempo, porque su prioridad como mamá manda, pero muy intenso, para asistir a la pasarela Adlib Ibiza, que ha celebrado su 53 aniversario en un desfile que reunió a catorce diseñadores de este movimiento artístico y cultural, y convertirse en musa de la emblemática marca de moda, posando en nuestras páginas con las distintas propuestas para esta temporada. Un verano muy especial para Isabelle, el segundo con Philippa, que ya está dando sus primeros pasos. Y con mucho trabajo y proyectos con vistas al otoño que la mantendrán muy ocupada en la temporada estival. Aunque siempre habrá tiempo para alguna escapada en familia. Los inicios de Adlib Ibiza datan de 1971, cuando se celebró la I Semana de la Moda de Ibiza. Esta iniciativa de vestir libre («viste como quieras, pero con gusto») se convirtió de manera espontánea en una tendencia que cautivó a todos a través de la fusión de prendas tradicionales, propias del traje payés, con aromas de un consolidado movimiento «hippie». Y desde entonces se ha convertido en estandarte de la artesanía, la sostenibilidad y el reflejo de un estilo de vida defendiendo la moda de autor, sostenible y que apuesta por materiales de alta calidad.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
—Isabelle, acabas de asistir a la pasarela de Adlib Ibiza, donde catorce diseñadores han presentado sus nuevas propuestas, ¿en qué te identificas con esta moda?
—Me gusta mucho que todo sea atemporal. Podría parecer, por otra parte, que las prendas se parecen unas a otras, porque el blanco es su base, pero es todo lo contrario: es artesanal y cada pieza es única y está hecha con mucho detalle.
—La marca celebra su 53 aniversario. Aunque no llevas muchos años residiendo en España, sí has venido mucho desde que eras niña… ¿Conocías ya antes la moda «adlib»?
—Sí, claro. Es un estilo que llevo usando toda la vida, quizá, sin ser consciente de lo que hay detrás, y hoy en día, he tenido el placer y el honor de conocerlo mucho más de cerca y aprenderlo. Que llevan 53 años, que son diseñadores de la isla y todo está hecho aquí, que es un estandarte de la artesanía y la sostenibilidad y un reflejo de un estilo de vida.
—Su lema, acuñado por la princesa Smilja Mihailovitch, es «viste como quieras, pero con gusto». ¿Se adapta a ti y a tu manera de ser y sentir la moda?
—Te diría que sí, porque para mí el estilo propio te define. Y no hablo solo en general, sino que puede cambiar día a día dependiendo de tu estado de ánimo. «Viste como quieras, pero con gusto» me parece que se ajusta muy bien a esto de que cada uno tenemos un estilo personal.
—¿Habías estado en Ibiza antes? ¿Qué has descubierto en este viaje?
—Sí, había estado muchas veces. Es una isla preciosa. He descubierto a los catorce diseñadores y me ha encantado ver el desfile. Y he podido disfrutar de unas vistas muy bonitas y de unos días muy agradables de trabajo.
—¿Cómo te has sentido haciendo estas fotos tan especiales?
—Muy cómoda, como siempre. Con un equipo muy profesional, muy divertido, muy rápido y con el que todo fluye. Esta parte del trabajo me divierte mucho, aunque a veces sea cansado —ríe— repetir las poses, el calor, luego el viento o el frío, las posiciones raras cuando estás sobre una roca —ríe de nuevo—. Pero todo fenomenal, la verdad.
—¿Y has vuelto a Madrid con muchas bolsas de compras?
—No me ha dado tiempo, ojalá —ríe—.
—Posas con muchas de las propuestas de Adlib Ibiza, ¿has sentido un flechazo especial por alguna de las prendas que has podido lucir?
—Sí, con muchas. ¡La verdad, con todo lo que me he puesto! A mí me gustan mucho también las cosas sencillas, pero que tengan mucha presencia. Por ejemplo, esa falda blanca con un detalle increíble, con mucho volumen y movimiento…
—Cada vez que vuelves a Ibiza, ¿cuál es tu plan favorito, el que nunca dejas de hacer?
—Si tengo la suerte de poder dar un paseo en barco, me encanta, y también perderme por las callecitas, pasear por ahí, tomarme algo y disfrutar el día.
—Y eso que la isla tiene también muchísima noche…
—Sí, muchísima noche y mucha música que me encanta, pero cada vez me gusta más aprovechar el día. Poco a poco, me voy durmiendo más temprano —ríe—
—Con el verano a la vuelta de la esquina, ¿ya tienes organizados tus planes? ¿Irás al mar?
—Sí, claro, en verano siempre intento ir al mar, me encanta la playa, me gusta el calor… pero si puedo, intento hacer los dos planes e ir también a la montaña, algo más fresquito y en familia también. Siempre encontramos ese hueco.
—¿Darás uno de tus saltos a Estados Unidos o tienes previsto reunirte en Marbella con tu familia, como soléis intentar hacer?
—Pues esto está todavía un poco por determinar. Este verano será más relajado en cuestión de movimientos de un lado para otro porque tengo muchísimo trabajo y, en lugar de viajar mucho, me voy a quedar anclada en un sitio y, quizá, haré alguna escapada de fin de semana. Hay momentos en los que me tengo, digamos, que encerrar y decir «no» a bastantes planes, pero no me importa, porque, de alguna manera, recupero el tiempo más tarde.
—Es decir, que se presenta una «rentrée» repleta de proyectos
—Sí, hay cosas que todavía no puedo adelantar. Pero uno es que voy a lanzar el curso de Isa Healthy Life en español después del verano, le estoy poniendo mucho cariño y estoy muy ilusionada.
—Es una fortuna poder organizar tú misma tu tiempo
—Sí, tengo la suerte de poder organizarme mi propio tiempo, pero, a la vez, todo depende de mí, y como no me ponga, pues… no surge nada —ríe— y es un poco de presión, pero bueno, suelo meterme siempre en estos marrones, estoy acostumbrada.
—Pero bueno, siempre podrás rascar algo para darte un bañito con Philippa
—Eso cien por cien. Para mí se trata de balance. No es todo o nada ni perfeccionismo, he aprendido eso con los años. Es casi más contraproducen - te hacerlo así, hay que saber disfrutar tam - bién del proceso y ver como una ilusión poder trabajar en lo que estoy trabajando. Estoy hablando de mis proyectos, como Isa Healthy Life, que tiene una recompensa muy bonita.
—Este no es tu primer verano como mamá, pero sí con Philippa ya dando sus primeros pasos
—Sí, este va a ser un poco más movidito —ríe—. Por eso estoy más mentalizada de que, por mucho que esté trabajando, mi prioridad número uno es mi hija, lo compagino.
—Justo hace unos días, el 11 de junio, ha cumplido un año. ¿Habéis hecho una gran celebración o algo discreto, como os suele gustar?
—Algo chiquitito.
—¿Te da la sensación de que el tiempo pasa muy rápido?
—Sí, pasa muy rápido, pero he sido consciente de eso durante todo este año, así que he disfrutado de cada momento y lo he vivido intensamente —ríe—. Aun así, es verdad que vuela.
—¿Ha cambiado mucho tu estilo desde que eres madre o estás tan ocupada que coges lo primero que tienes a mano?
—Bueno, siento que siempre ha sido el caso, no es que coja lo primero... pero aunque intento no ir corriendo, suele pasar —ríe—. Creo que teniendo una buena base, un buen fondo de armario, es fácil combinar cosas. No es algo en lo que pien se mucho, pero tampoco ha cambiado tanto mi estilo; sí algo porque es verdad que mi cuerpo ha cambiado un poco y lo adapto a eso, a sentirme cómoda dentro de lo que cabe y ya está.
—¿Sigues teniendo tu punto atrevido?
—Sí, supongo. Bueno, eso me lo ten - drán que decir los demás —ríe—.
—Más práctica sí te habrás vuelto, seguro.
—Sí, totalmente. Por ejemplo, el otro día, para un cumple infantil, me iba a po - ner una falda vaquera y de repente pensé: «No me voy a poder agachar con esto», así que cambié el plan y me puse un vestido largo «flowy» y ya está.
—Y te habrás bajado de los tacones también.
—Nunca he sido de tacones, si puedo los evito.
—Siempre te ha gustado la moda. ¿Tener una niña hace que disfrutes más, comprando su ropa, etcétera?
—Sí, totalmente, me derrito comprándole sus modelitos —ríe—.
—¿Dónde inviertes más, en tu armario o en el de la niña?
—No me gasto mucho en ninguno, pero más en el mío. Al final, Philippa se pone una cosa tres veces y ya no le vale porque crece rapidísimo. O todo le queda enorme o todo le queda pequeño, todavía no entiendo muy bien cómo va esto —ríe—.
—¿Sientes mucha presión cuando hablan de ti como un referente de estilo?
—No, presión no, lo tomo como un cumplido. No creo que lo sea, pero me siento agradablemente sorprendida cuando me lo dicen, ¡aunque me voy acostumbrando! —Dice bromeando—.
—¿Y quiénes son tus referentes?
—Hay muchos perfiles que me pueden gustar y de los cuales igual me inspiro de una manera u otra, pero cada uno tenemos nuestro cuerpo y, aunque me fije en un estilo o tenga referentes de moda, al final del día me centro en lo que me apetece ponerme a mí y lo que tengo delante. Se me complica mucho decir: «Ella lleva esto, voy a comprarme un pantalón igual». Eso no me sale.
—¿Te preparas para estar en forma para el verano?
—Sí, totalmente. Pero no como os imagináis, «comiendo menos y haciendo más deporte». Todo lo contrario. Yo también tengo esa presión que llevamos de que llega el verano, pero intento no caer en un bucle, sino trabajar más bien en mi narrativa interna, en mi cabeza, para no caer en el «debería ponerme a dieta». No me pongo a dieta. Soy muy consciente de no caer en ello e intentar comer de una manera saludable. No privándome de lo que me gusta, pero intentando comer las cosas que sé que me aportan energía a lo largo del día. Si voy a entrenar, desayuno en lugar de ayunar. Tengo entendido que, para favorecer el metabolismo y el buen funcionamiento de mis hormonas y de todo mi sistema, es imprescindible aportarle suficiente energía (comida) y descanso. O sea, no voy a entrenar si no he descansado bien. Priorizo primero el sueño. Y dos, intento mover mi cuerpo todos los días, pero no tiene que ser una clase intensa. Es más, estoy intentando hacer menos intensidad y más movimiento, pesas, pilates, como menos estrés para el cuerpo, porque la verdad es que en el día a día, con una hija, el trabajo y todo, el nivel de estrés tanto físico como mental se dispara, y justo lo que estoy buscando es encontrar cómo regenerarme, por decirlo así.
—No te obsesionas ni con la comida ni con el ejercicio.
—Se trata de comer con intención. Es decir, si me quiero comer una galleta, me la como feliz, pero escuchando mis pautas de hambre. E intento hacerlo de manera práctica también. Digo «pues en vez de comerme la “cookie”, voy a comerme algo nutritivo y después voy a disfrutar de la “cookie”. Como más consciente todo. Y no sentir culpa, sino aprender de lo que no ha ido bien y lo que quiero cambiar la próxima vez que coma. Y, de verdad, no centrarme en el peso, sino en cómo me quiero sentir en mi día a día. En este momento, igual peso lo mismo, pero estoy mucho más en forma, así que no le doy tanta importancia al peso.
—¿Qué te ayuda a relajarte: el deporte, paseos, el mar…?
—Salir a dar paseos, sí o sí, porque estoy mucho rato con el ordenador y necesito tomar pausas y mirar a lo lejos sin pantallas. Doy varios paseos al día. Y luego el mar es lo que más me gusta, me encanta.
—Si pudieras revivir un verano de tu vida, ¿cuál elegirías?
—Pues muchos, porque me encanta el verano, pero si tengo que elegir uno… el último, porque tenía a mi hija por primera vez