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EXCLUSIVA

Alejandra Rubio y Carlo Costanzia nos anuncian la noticia más inesperada: ‘Vamos a ser padres‘

La hija de Terelu y el hijo de Mar Flores nos anuncian la noticia más inesperada


19 de junio de 2024 - 7:04 CEST

A principios de febrero, Alejandra Rubio y Carlo Costanzia comenzaron su historia de amor. La relación no tardó en hacerse pública, generando así un gran revuelo mediático. Ahora, la hija de Terelu, de 24 años, y el hijo de Mar Flores, de 31, anuncian en ¡HOLA! la noticia más inesperada: van a ser padres. Sin duda, toda una sorpresa, incluso para los propios protagonistas, aunque nos confiesan que afrontan este nuevo proyecto de vida con muchísima ilusión y se muestran de lo más enamorados. A Alejandra se le ilumina la cara cuando mira al actor. De hecho, no logra controlar la sonrisa cada vez que le devuelve la mirada el hijo de Mar Flores, que está pendiente de ella en todo momento. Ambos son los primeros en reconocer que llevan poco tiempo de relación, pero también es cierto que tienen muchas cosas en común. Hasta sus metas profesionales. Recordemos que Alejandra se ha formado como actriz, tras dejar, primero, sus estudios de Diseño de Moda y, después, la carrera de Derecho.

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© VALERO RIOJA

—¡Enhorabuena a los dos! ¿Cómo te encuentras, Alejandra?

ALEJANDRA.—Muy bien.

CARLO.—Estamos muy contentos, la verdad.

—¿Cuándo nacerá el bebé?

A.—En diciembre. Estoy de tres meses y casi dos semanas. Todavía no sabemos si es niño o niña.

—¿Qué creéis qué puede venir?

A.—Ni idea, pero nos da igual.

C.—Yo prefiero una niña.

A.—¿Sí? He pensado que puede ser niño… Son intuiciones.

—¿Cómo llevas el embarazo?

A.—Al principio, no fue fácil. De repente, el cuerpo empezó a hacer cosas raras… Cansancio, muchas náuseas… He tenido de todo. ¡Que diga Carlo! (Ríe).

C.—No lo ha llevado muy bien, pero es normal por el desequilibrio hormonal tan grande que debe de tener. Alejandra se cierra mucho con ciertas comidas y su carácter es un poco más fuerte.

A.—(Ríe). Carlo me ha aguantado muchísimo, la verdad.

C.—Faltaría más. Entiendo esos cambios de humor y las náuseas, así que intento estar con ella.

A.—Él siempre está muy pendiente. Mi madre dice que no vivió nada de esto cuando estuvo embarazada de mí. Ya le dije a ella: ‘Ya me lo he llevado yo todo’ (ríe). Ahora, más o menos, estoy saliendo de esta fase complicada.

“El bebé nacerá en diciembre. Estoy de tres meses y casi dos semanas”, nos desvela la futura mamá, a sus 24 años. “Estamos muy contentos”, añade él

—¿Notas algún cambio físico?

A.—Sí. Desde el principio. Y una barbaridad. Sobre todo, el pecho.

—¿Ya han empezado los antojos?

A.—Me ha dado por el chocolate, cuando antes no lo comía tanto.

—¿Habéis pensando en algún nombre para el bebé?

A.—Es muy pronto todavía.

C.—No hemos hecho la lista (ríe).

—Alejandra, si es niña, ¿has pensado en el nombre de Teresa, en homenaje a tu madre y tu abuela?

A.—No creo que sigamos la tradición. En la familia de Carlo sí la hay, pero en la mía no tanto. Sé que a mi madre le haría mucha ilusión, pero me gustan los nombres más rebuscados, menos comunes.

C.—Si es niño, sí me gustaría que se llamara Carlo. Pero habrá que decidirlo entre los dos.

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A cerca de cinco meses de relación, Alejandra y Carlo se enfrentan al gran reto que cambiará sus vidas para siempre. Ninguno de los dos oculta sus nervios, pero la hija de Terelu también confiesa que encuentra en el actor e hijo de Mar Flores una persona que le transmite una gran paz. ‘Nunca la había sentido en la vida’, confiesa la colaboradora de televisión, que también quiere ser actriz

Así conocieron la noticia

—¿Cuánto tiempo lleváis juntos?

A.—Cinco meses.

—¿Y cuándo descubristeis que esperabais un bebé?

A.—Al poco tiempo, estando en Jávea con unos amigos.

C.—Teníamos la intuición.

—Por cálculos, llevaríais unos dos meses juntos cuando lo supisteis.

C.—Sí, más o menos.

A.—En marzo salió una noticia de que estaba embarazada, pero no era verdad. Pero esta vez sí sentí el cuerpo raro. Lo que no sabía era por qué.

—Y fuiste a la farmacia para salir de dudas.

A.—No fui yo, sino un amigo. En realidad, yo no pensaba que saldría positivo, pero el resultado apareció rapidísimo. De repente, me agobié muchísimo…

C.—En ese momento, me dijo: ‘Amoooooorrrr. ¡No me lo creo!’.

A.—Sí, le grité desde el baño (ríe). Le pedí que viniese corriendo y le enseñé el resultado.

—¿Cómo reaccionó Carlo?

A.—Me dijo: ‘Bueno, tranquila’. Estaba calmado, aunque sé que agobiado por dentro. Pero Carlo lo disimula mucho mejor que yo.

Alejandra: “Tardé poco tiempo en descubrir que estaba embarazada. No pensé que saldría positivo en el test, pero el resultado apareció rapidísimo. De repente, me agobié mucho…”

—¿Qué sentisteis? ¿Se escapó alguna lágrima?

A.—Lo primero que sentí fue miedo.

C.—Yo también. Me vino una responsabilidad muy grande. Es que no me lo esperaba, vino todo un poco de sopetón.

A.—Nos cambió la vida de repente. También pensé que qué iba a pasar… Es que llevábamos muy poco tiempo, aunque eso nunca lo vi como algo negativo. Simplemente, la vida es así.

—¿Te preocupaba más la responsabilidad que implica tener un bebé?

A.—Claro.

C.—Sí, la responsabilidad y el miedo a estar a la altura. Pero estos sentimientos salen siempre, lleves tres meses con una persona o diez años.

—¿Siempre tuvisteis claro que queríais tener el bebé?

C.—Sí. Por supuesto.

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Sobre estas líneas, dos imágenes de Carlo con sus padres, Mar Flores y el conde Carlo Costanzia di Costigliole

Así se lo contaron a Terelu y Mar Flores

—¿Vuestras familias conocen la noticia?

A.—Nuestras familias y algún amigo nuestro. Lo sabe muy muy poca gente.

—¿Cómo se lo comunicasteis a vuestros padres? ¿Fue después de hacer la prueba?

A.—No se lo dijimos en ese momento.

C.—En realidad, se lo dije a los míos no hace mucho. Esperamos por si había complicaciones.

—¿A quién se lo comunicasteis primero?

A.—A mi madre. Es que estoy muy unida a ella y voy a su casa casi cada día: a comer, merendar, cenar… No quería contárselo, pero… (ríe).

C.—Ella notaba algo… Es que es su madre.

A.—Al poco tiempo de hacerme la prueba, me preguntó qué me pasaba. Me notaba rara y muy nerviosa. Tampoco le hablaba como siempre. Igual estaba más a la defensiva. Por eso, mientras estábamos hablando de otra cosa, se lo solté de sopetón. Pensé: ‘Ahora o nunca’.

Carlo: “También sentí miedo y una responsabilidad muy grande. No me lo esperaba, pero siempre tuvimos claro que queríamos tenerlo”

—¿Qué fue lo primero que te dijo Terelu?

A.—’Ah, vale. Ahora lo entiendo todo’. Como me veía nerviosísima, mi madre no entendía por qué me estaba comportando así. Después, ya me dijo que, fuera lo que fuera, tomáramos la decisión que tomásemos, iba a estar con nosotros y nos apoyaría. Mi madre es increíble.

—¿Lloró de emoción o se quedó impactada?

A.—Al principio, flipó, claro. Normal, su hija le dijo que estaba embarazada y la iba a hacer abuela. Pero, luego, se emocionó mucho. Con mi padre esperé un poco más.

—¿Cómo reaccionó él?

A.—Fue distinto. Fue reacción de un padre con su hija. Se puso nervioso. Es normal, porque soy su niña y, de repente, le descuadró todo. Pero ahora está supercontento.

© VALERO RIOJA

Alejandra presume de tripita de embarazada tras superar el primer trimestre

—Carlo, ¿cómo se lo contaste a tus padres?

—Primero se lo dije a un par de amigos. Cuando ya vimos que el embarazo iba bien, se lo conté a mis padres. Fue hace como dos semanas o un poco más, casi a la vez. Se dio el caso de que ese día vi antes a mi padre e, inmediatamente después, a mi madre. Me lo quería quitar de en medio cuanto antes. Obviamente, mi padre también flipó. Pero me dijo que era nuestra decisión y que nos apoyaría al cien por cien.

—¿Y Mar, tu madre?

—Exactamente lo mismo. Bueno, a ella le impactó un poco más, pero se lo tomó muy bien. Se puso supercontenta y me dijo que nos iba a apoyar en cualquier cosa. Fue muy bien, la verdad. Mejor de lo que yo me esperaba (ríe).

—Alejandra, tienes 24 años, y Carlo, 31. Vuestras madres os tuvieron muy jóvenes. 

C.—Sí, mi madre me tuvo con 23.

A.—Mi madre no tanto. Tenía ya 34.

“Cualquier cosa de nosotros o nuestras familias ya es un bombazo, así que imagínate con esta noticia”, reconoce Carlo, a lo que su novia apostilla: “Tengo pánico, pánico. Hay gente muy dañina”

—¿Qué consejo os han dado las dos?

C.—Todavía no hemos entrado en el tema de los consejos. Es que todo ha sido muy reciente.

—¿Os las imagináis como futuras abuelas?

C.—Llamarlas abuelas… me parece…

A.—(Interrumpe). Abuelas, abuelas no son. Tampoco son madres al uso. Es que mi madre tiene 58 años.

C.—Y la mía 55. Por eso, van a ser madres en otra fase, llamémoslo así (ríe).

—Alejandra, ¿qué crees te hubiese dicho tu abuela, María Teresa Campos?

—Hubiera flipado, pero también sé que le hubiera parecido bien. Mi abuela me respetaba mucho y confiaba mucho en mis decisiones. Me habría encantado que conociese al bebé, porque ella lo habría dado todo… Pero bueno, la vida es así.

© Archivo ¡HOLA!

Sobre estas líneas, dos imágenes de archivo, al poco de nacer —el 24 de marzo del 2000—. En ambas, con sus padres, Terelu y el empresario Alejandro Rubio. A la izquierda, con Rocío Jurado y José Ortega Cano, en el bautizo de Alejandra

—¿Habéis ido a haceros alguna ecografía?

A.—Sí, varias. La última, el martes pasado. Ya se ven los bracitos, las piernas, la cabeza… Y se mueve como si estuviera en una lavadora (ríe). Es una locura.

C.—Es increíble que se haya desarrollado tanto en tan poco tiempo. La sensación es muy bonita.

—¿Habéis llorado en algún momento?

A.—¿Llorar de emoción? Con tanto estrés y tanto caos…

C.—No hemos tenido casi ni tiempo.

A.—Siendo nosotros y encima manteniéndolo en secreto, ha sido tan complicado…

—Es que habéis soportado mucha presión mediática desde el principio.

A.—Por eso.

C.—Ha venido todo de golpe y no hemos tenido la tranquilidad para disfrutarlo.

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“Si es niña, no creo que sigamos la tradición de llamarla Teresa, aunque sé que a mi madre le haría mucha ilusión”

Nueva vida tras unos meses duros

—¿En qué momento vuestro, como pareja, llega este proyecto en común? 

A.—Llega muy pronto, pero, en realidad, el tiempo es una tontería.

C.—El tema del tiempo es relativo. Sí es verdad que he pensado: ‘Ostras, llevamos muy poco juntos’. Pero, si ha venido, ha venido por algo.

A.—Justo. Los dos opinamos igual.

—Un bebé siempre es un motivo de celebración, y más después de unos meses complicados que habéis vivido. En tu caso, Alejandra, marcados por la pérdida de tu abuela. 

—Totalmente. Mi madre me dijo que se había ido una vida y ahora viene otra. Va a traer mucha alegría a la familia.

Carlo: “Es verdad que he pensado: “Ostras, llevamos poco juntos”. Pero si ha venido, es por algo”

—Carlo, también has pasado unos meses difíciles. 

—Al final, Dios tiene ideado un camino para todos… Llámalo Dios, karma, universo o lo que sea. De alguna manera, todo está escrito. Este embarazo se ha producido en el momento en el que se tenía que producir. No es un momento fácil, obviamente, pero esto me va a ayudar. Sin duda, es una buena noticia y, tras tantas malas, es agradable.

—¿Has cumplido con tus responsabilidades legales?

—Sí. Ya no me queda nada más. Todo lo que no me rompe me hace más fuerte. Ahora, estoy en un momento muy bueno y va a ser mejor.

—También ha habido algunos problemas con tus hermanos. ¿Cómo lo has vivido?

—Estoy bien. No ha sido de buen gusto y menos cuando se ha tratado públicamente de una manera tan cruda y tan salvaje. Pero sé quiénes son mis hermanos, sé quién soy yo y sé las cosas de verdad. Hay veces que las cosas van bien y otras mal, pero de todo se aprende.

© Archivo ¡HOLA!

Sobre estas líneas, una fotografía de la futura mamá con Terelu y María Teresa Campos. Este posado excepcional tuvo lugar en las Navidades de 2013, en casa de María Teresa, que falleció el 5 de septiembre de 2023

—Pero, en todo momento, Alejandra siempre ha estado a tu lado. 

—Desde que la conocí, siempre me ha apoyado y nunca me ha juzgado. Siempre ha estado ahí.

—Volvamos a vuestra futura paternidad. ¿Habéis comprado ya algo?

A.—¡No! (Ríe).

C.—¡Todavía queda mucho!

—¿Estáis preparados para convertiros en padres? 

C.—Es imposible contestar a esta pregunta hasta que no lo sea, aunque he vivido el nacimiento de siete hermanos pequeños, tres de mi padre y cuatro de mi madre. Entonces, sé lo que es la llegada de un niño desde bien pequeño. No voy a decir que estoy preparado, pero sé lo que es criar a un niño.

A.—Yo no sé… Tengo un hermano mayor y nunca he cuidado a un niño. Carlo es mucho más niñero que yo. Hasta que no me vea en ese papel, tampoco lo sabré, pero tengo clarísimo que Carlo va a ser un padre increíble. Estoy muy contenta de ser madre con él, sinceramente.

Alejandra: “A la primera que se lo conté fue a mi madre. Me notaba rara y se lo solté de sopetón. Pensé: “Ahora o nunca”. Flipó, claro, pero nos dijo que nos apoyaría”

—¿Seréis padres rectos o más permisivos?

C.—Un cincuenta cincuenta,

A.—Yo voy a ser mucho más mandona que Carlo (ríe).

C.—Eso seguro. En mi caso, puedo parecer más pasota y relajado, pero con las cosas más serias soy más recto. Alejandra va a ser una madraza. Es imposible elegir mejor madre para lo que venga, sea niño o niña.

—¿Qué os preocupa como padres primerizos?

A.—¡Todo! (Ríe). Sinceramente, no me he puesto a pensar en exceso, porque sé que me voy a agobiar muchísimo. Cuando nazca el bebé, iremos aprendiendo, que nadie nace con un manual de madre. De momento, me estoy haciendo todas las pruebas a rajatabla.

—Alejandra, ¿qué crees que has aprendido de tu madre y tu abuela? 

—No sé qué contestar… Sé que le voy a dar la mejor educación.

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“Yo prefiero una niña”, confiesa él. “He pensado que puede ser un niño, pero son intuiciones”, añade ella

—Pero has crecido siempre al lado de las dos.

—Carlo también es superfamiliar. Eso es superimportante. Para los dos, la familia es lo primero.

—¿Y tú de tu padre, Carlo?

Mi padre siempre ha sido superprotector conmigo, superatento… Es mi padre y amigo. Sobre todo, me ha enseñado principios y educación. Eso es algo fundamental en mi familia. Y eso es lo que le voy a inculcar. Voy a ser un padre amigo, padre protector y voy a estar ahí en cualquier momento.

—¿Y de tu madre?

—Lo mismo. Los dos siempre han sido muy protectores y me han inculcado mucho la educación y los principios. Pero, al ir avanzando todos, también le inculcaré cosas mías.

Encuentros con sus suegras

—Carlo, creo que conoces a Terelu. ¿Qué impresión te llevaste la primera vez?

—Al principio, me dio respeto. Pero no porque fuera Terelu, sino porque siempre da respeto conocer a la madre de tu pareja. Pero, al conocerla, me he ido relajando.

—¿Cómo es Terelu como suegra?

—Es superguay, una supersuegra. La verdad, estoy gratamente sorprendido. A su padre no lo he conocido todavía, pero habrá ocasión.

—Alejandra, ¿ya conoces a Mar Flores?

—Sí y me dio mucha vergüenza cuando la conocí (ríe). Pero fue muy bien, la verdad. Muy simpática. No tengo nada malo que decir de ella. Todo lo contrario. Con su padre, igual. Mola mucho, me cae muy bien.

Carlo: “A mi madre le impactó un poco, pero se lo tomó muy bien. Se puso supercontenta. Fue muy bien, la verdad. Mejor de lo que yo me esperaba” (ríe)

—Siempre se ha dicho que vuestras madres no se llevan bien. ¿Qué decís vosotros?

C.—La gente habla para intentar estar más en el centro de atención. Sobre todo, cuando se habla de personajes como su madre o la mía. ¿Que no han sido mejores amigas? Evidentemente, no. Pero es que no se conocen.

A.—Creo que se han visto una vez en la vida. No han tenido ningún tipo de relación. Entonces, se habla de algo que no existe.

—¿Tenéis pensado reunirlas pronto? 

A.—Ya habrá ocasión.

C.—Con calma.

—Contadnos, ¿cómo os conocisteis?

C.—¿No fue en una página para ligar? (Ríe).

A.—Ay, amor, de verdad…

C.—Era broma. La empecé a escribir por las redes y tardó un par de días en responder. Entablamos conversación y quedamos para comer.

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En la imagen, Alejandra, junto a Carlo, quien asegura que “Alejandra va a ser una madraza. Es imposible haber elegido mejor madre”

—¿Quién dio el paso?

A.—Él, por supuesto.

C.—A los dos días, cuando tuvimos tiempo libre, quedamos para vernos y comer juntos.

—Antes, ¿qué imagen teníais del otro?

A.—Ninguna. Había visto poco de él y no le seguía mucho, aunque le defendí en televisión.

—Carlo, ¿la escribiste a raíz de su defensa?

C.—Sí, fue a raíz de eso.

A.—¿Sí? (Ríe). Le defendí siendo objetiva. El día que quedamos no fue el mejor. Me vino a buscar a clase y yo llevaba unas pintas de estudiar… Encima, él se acababa de operar de la rodilla y cojeaba…

C.—Un poco cuadro todo (ríe). Pero me llevé una sensación superbuena de ella. Sobre todo, por el nivel de conversación que tuvimos. No es fácil encontrar a una persona con un discurso bonito, racional… Alejandra tiene muchísimas tablas, muchísima educación… Sabe muchísimo. Es una empollona de la vida.

A.—¡El otro día me llamaste ‘friki’!

C.—Me parece magnífico ser ‘friki-empollona’. Mejor eso que alguien que no sabe de nada.

Alejandra: “Mi madre me dijo que se había ido una vida y ahora viene otra —dice en relación a la pérdida de María Teresa Campos, su abuela—. Va a traer mucha alegría a la familia”

—¿Cuánto conseguisteis mantener vuestra relación sin que se hiciera pública?

A.—Poquísimo. A los dos días de vernos. Fue surrealista, de verdad.

C.—El primer beso que nos dimos fue portada de una revista…

A.—¡El primero! Muy fuerte.

—¿Y cómo lo vivisteis?

C.—No fue agradable.

A.—Fatal. Se podía haber roto todo, pero, mira, fue todo lo contrario.

—¿Qué es lo que más te gusta de Alejandra? Por ejemplo, a nivel físico.

C.—Me gusta ella entera. Me encanta, la verdad. Todo entera. No dejaría nada fuera.

A.—(Ríe ruborizada).

—¿Y de su personalidad?

A.—Dependerá del día (ríe).

C.—¿Últimamente o siempre? Es broma (ríe). Alejandra es una persona supersolar. Hay gente amargada, pero ella siempre está contenta y de buen humor. Se notan sus raíces del sur.

© Hola
© Hola

Dos de las portadas que Alejandra ha protagonizado en ¡HOLA!: arriba, junto a Terelu, en marzo de 2018, con motivo de la mayoría de edad de Alejandra; sobre estas líneas, con su abuela María Teresa Campos, en septiembre del año siguiente

—Alejandra, ¿y qué te gusta de Carlo?

A.—Del físico, también diría que todo, pero me encanta cuando se ríe. Luego, me da muchísima paz y nunca había sentido eso en mi vida. Me gusta mucho compartir con él, podemos hablar de todo y nos llevamos muy bien. Me gusta mucho su forma de ser, en general.

—¿Quién es más romántico y detallista?

C.—Ella, creo. Más romántica no, porque los dos lo somos, pero más detallista, sí.

A.—No, él está mucho más pendiente.

C.—Sí. La escribo todo el rato y quiero saber de ella. Cuando quieres a alguien, es normal.

—En algún momento, ¿os habéis sentido sobrepasados por el foco mediático? 

A.—Muchísimo.

C.—Creo que yo lo he llevado peor. Parece que uno se puede acostumbrar, pero no.

A.—Yo pensaba que era más fuerte, pero ha habido momentos difíciles.

Prejuzgados por su imagen

—Probablemente, os juzguen por vuestro aspecto. ¿Creéis que os ven como unos ‘malotes’?

C.—Puedo dar esa primera impresión, porque soy un tío alto, fuertote, con tatuajes y medio serio. Luego, me han visto en esa faceta en las dos películas para Netflix y en una serie. Pero he salido en programas de televisión, he hecho entrevistas y soy bastante activo en Instagram. Entonces, quien ha querido ha podido conocerme.

—¿Cómo os imagináis la repercusión mediática de esta noticia?

C.—Me da igual cómo se lo tome la gente… Pero va a ser una bomba. Cualquier cosa que tiene que ver con nosotros o nuestras familias ya es un bombazo, así que imagínate con esto…

A.—Va a ser… —resopla—. Tengo pánico, pánico, lo juro (ríe). Hay gente muy dañina y, cuando se conozca mi embarazo, sé que le van a sacar el lado negativo y la parte oscura, aunque no la haya. Me va a dar mucha pena, porque es algo bonito. Pero siempre hay alguien que intenta empañar la felicidad de los demás y es triste.

C.—Muchas veces, los comentarios dicen más de la persona que lo que dicen.

A.—Sí, ‘lo que Juan dice de Pedro habla más de Juan que de Pedro’. Pero me van a dar por todas partes. Como siempre digo que no doy exclu­sivas…

Alejandra: “Lo nuestro salió a la luz a los dos días de vernos por primera vez. Fue surrealista. Se podía haber roto todo, pero fue todo lo contrario”

—Pero esta no es una ocasión cualquiera.

A.—Por eso. Es un noticia que quiero contar yo. Lo de ser tan joven me parece una tontería. Siempre he dicho que quería ser madre joven y me veo más madre ahora que con 37 años.

—Alejandra, estudiabas Interpretación. 

—Ya he cursado el último año y he terminado la carrera. Aún no he hecho castings. Ahora estoy centrada en mi trabajo y en lo que viene.

—¿Os veis trabajando juntos?

A.—Si se da, sí. Lo que venga, que soy muy joven. Si Dios quiere, habrá tiempo para todo.

—Siendo Carlo actor, ¿te ha dado algún consejo para abrirte camino como actriz?

A.—Hablamos de todo y nos aconsejamos.

© VALERIO RIOJA

Alejandra, que ya está empezando a superar las náuseas propias de su estado

TEXTO: ANTONIO DIÉGUEZ
TEXTO ANTONIO DIÉGUEZ
FOTOS:VALERO RIOJA
REALIZACIÓN:MARÍA PARRA
ASISTENTE DE FOTOGRAFÍA:ANDRÉS BARBOSA Y PEDRO MELO
ESTILISMO: ALINE PATIÑO
MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: OSMANY