Cantaba Marilyn Monroe que los diamantes son los mejores amigos de una chica. No vamos a contradecirla a estas alturas, pero un buen libro, a falta de pan, también hace compañía. Y luce. Para una conversación, incluso más que una piedra con tropecientas caras y aristas. Kaia Gerber, eso, lo sabe. Quizás porque, como la belleza, le viene de casta. No hay foto que se le tome paseando por la calle en la que la joven no vaya bien pertrechada de una buena novela. O de un ensayo. De pasta dura o de bolsillo. Papel o electrónico. Porque si bien otra cosa que llama la atención es que ha heredado de mamá una cabellera fabulosa, que, ahora, se ha cambiado de tono —más oscuro—, por cierto, lo realmente interesante es comprobar que la nueva musa teen de Ryan Murphy sigue manteniendo su afición a la lectura años ha de que terminara la pandemia.
Entonces, en 2020, creó un club de lectura en su cuenta de IG. Proponía un texto y, a la semana siguiente, invitaba a un amigo —escritor, editor, activista literario— para comentarlo. Desde Daisy Edgar-Jones a Paul Mescal. De Buenos días, tristeza, de Françoise Sagan, a Mi cuerpo, de Emily Ratajkowski. Ahora acaba de convertir esa idea en una plataforma nueva con la que dar a conocer a nuevos talentos de las letras: Library Science. Un campo que le permite mantener los tacones pegados al suelo para que no se le vaya la cabeza con tanto éxito. Primero, porque comparte estrellato con Ricky Martin en Palm Royale, y segundo, porque su chico, Austin Butler, promete de lo lindo con Bikeriders. El saber no ocupa lugar, pero amuebla muy bien la cabeza.