Lutgarda: debido a la pérdida de su dote matrimonial, fue encomendada a un convento benedictino a los doce años y, posteriormente, una visión de Jesucristo transformó su vida, llevándola a una intensa experiencia mística y a ingresar en la estricta orden cisterciense. Pasó sus últimos años con gran humildad, profetizando, sanando enfermos y ofreciendo consuelo espiritual.
Aureliano de Arlés: nacido en el seno de una familia aristocrática de Borgoña, fue nombrado arzobispo de Arlés en 546 a los 23 años, destacando por sus cualidades espirituales y el apoyo del rey Childeberto I. Fundó monasterios en Arlés, asistió al Concilio de Orleans en 549 y murió en Lyon el 16 de junio de 551.
-Quién fue Onofre y cuándo se celebra su onomástica
Ciro (Ciriaco) y Julita: durante la persecución de Diocleciano, Julita huyó con su hijo Ciríaco y dos sirvientas, buscando refugio. Ante el tribunal, Julita declaró ser cristiana y fue condenada a azotes, mientras que Ciríaco, defendiendo su fe, fue asesinado por el gobernador. Tras la ejecución, sus cuerpos fueron enterrados en secreto y venerados posteriormente, aunque la historia es considerada una leyenda medieval sin pruebas históricas concretas.
María Teresa Scherer: ingresó en el instituto de las Religiosas Enseñantes en 1845 y luego se unió a las Religiosas de la Caridad de la Santa Cruz, dedicándose a obras de misericordia. Fue elegida superiora general en 1857 y, a pesar de tensiones y críticas, lideró con éxito el instituto hasta su muerte el 16 de junio de 1888.