Medio mundo contiene la respiración ante los incesantes rumores de ruptura de Jennifer Lopez y Ben Affleck mientras la pareja sigue provocando todo tipo de especulaciones con cada uno de sus movimientos. El último les ha llevado a unirse en el fin de curso de Samuel, de doce años, hijo de Ben y Jennifer Garner, una fiesta a la que se ha visto llegar al actor sonriente y con su alianza de boda en el dedo. El artista llegó acompañado de su madre Chris Anne Boldt, mientras que Jennifer lo hizo con sus mellizos, Max y Emme, de 16 años, también llevando su alianza y el anillo de compromiso. Han sido estos anillos los que han centrado la atención en las últimas semanas, pues que estén o no en las manos del matrimonio se ha visto como un claro signo del estado de su relación. También Jennifer Garner y los otros dos hijos que comparte con el actor, Violet, de 18 años, y Fin, de 15, estuvieron, claro, en la cita.
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No se vieron imágenes de Ben y Jennifer Lopez juntos en el exterior del centro, aunque quizá si se sentaran al lado dentro. Días antes ya se pudo ver a Ben con su madre y Jennifer Garner, con quien la madre del artista sigue manteniendo una excelente relación a juzgar por las imágenes en las que la abraza. En medio de las incógnitas que ahora rodean el amor de Ben y Lopez, Jennifer Garner se ha convertido en una persona cada vez más cercana al actor y no es raro verles en su tiempo libre con sus hijos. Quizá ahora que se acerca el verano tengan que acordar el tiempo que pasarán con cada uno, aunque la actriz siempre ha sido uno de los grandes apoyos del actor, incluso a pesar de que están separados.
Una casa a la venta y ¿una recaída?
A pesar de que Jennifer y Ben tratan de mantener una imagen de normalidad su situación sigue suscitando muchas dudas. Han puesto a la venta la lujosa mansión de Beverly Hills en la que vivían juntos hasta hace unos meses (y por la que pagaron 55 millones de euros). El actor se mudó hace semanas a otra mansión en el barrio de Brentwood, mientras que ella sigue residiendo en la vivienda. Hace unos días, Ben visitaba a su mujer en la casa, pero solo pasaba allí unas horas. Tampoco se les ha visto en público desde hace un tiempo. Jennifer ha encontrado en sus hijos su mejor compañía para salir e ir de compras en medio de un momento anímico convulso.
A los comentarios que sobrevuelan su matrimonio, se une la cancelación de su gira veraniega por Estados Unidos y, aunque mantiene la sonrisa en sus apariciones, ella misma confesó en un comunicado que está "completamente desconsolada y devastada" por la suspensión del tour. A todo esto se unen las sospechas de que Ben Affleck podría haber recaído en sus adiciones. Algunas fuentes señalan que el artista podría haber vuelto a tener problemas con el alcohol a consecuencia de la situación personal que atraviesa, una cuestión sobre la que de momento no se ha pronunciado públicamente.
Y mientras pasa el tiempo, todavía no está claro cómo seguirá la historia de Bennifer. Los medios siguen publicando todo tipo de informaciones al respecto, contradictorias en muchas ocasiones. Mientras unos ya dan por hecho que la separación es real y no va a tardar en anunciarse, otros aseguran que ya están haciendo todo lo posible para arreglar su matrimonio. En este sentido habrían estado asistiendo a una terapia de pareja, que les ayude con sus personalidades tan diferentes. "A ella le gusta compartirlo todo de su vida. Él es más introspectivo y reservado" se ha señalado. Parece que el actor se habría visto superado por la sobreexposición mediática de su mujer, algo que a él no le hace feliz y le provoca mucho estrés. Algunas fuentes han señalado a la revista People que es algo que, inevitablemente, les ha pasado factura.