El amor, el desamor, las traiciones, los secretos, las alianzas y las venganzas continúan en Hermanos una semana más. Fatma y Oğulcan están completamente asombrados con el dinero que han encontrado escondido en el sillón que trajeron de la calle, nada más y menos que 15 millones de liras turcas (cerca de 428.000 euros). Abuela y nieto se plantean qué hacer con su hallazgo y cómo van a explicar lo acontecido a su familia.
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El joven Eren cree que lo correcto es llevar el dinero a comisaría, pero la anciana le convence de que encontraron el mueble en la basura y que se lo deberían quedar. Mientras deciden qué hacer, esconden los billetes para que Orhan no los vea. Sin embargo, la mujer realiza algunas compras en las que derrocha una gran cantidad que hace sospechar a sus familiares.
Propiciando un acercamiento
Ayaz continúa muy interesado en Asiye. Quiere saber más sobre ella y trata de ganarse el favor de la chica y de su familia. Sarp, que pretende todo lo contrario, se lo acaba poniendo en bandeja y, gracias a lo que pasa durante un examen en clase, la chica Eren y el sobrino de Şevval están cada vez más cerca.
Aunque el muchacho trata de disimularlo delante de su primo, asegurándole que lo hace todo para ganar la apuesta por la que tiene que conseguir salir con ella, en realidad está colado por la joven.
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Una visita inesperada
Un invitado sorpresa llama a la puerta de Ayla dejando a todos muy impactados. Se trata de Gökhan, el padre biológico de Elif y Berk, quien acaba de salir de la cárcel y ha regresado con la intención de enmendar los errores que cometió en el pasado. La viuda de Resul no sabe cómo hacer frente a esta situación mientras que Elif, que conoce bien a su progenitor, no acaba de creerse nada de lo que dice y Berk se ilusiona con la idea de conocer a su padre.
Nunca llueve a gusto de todos
Por un lado, Yasmin acepta lo que siente por Tolga y, con ayuda de Oğulcan, organiza una bonita declaración de amor para pedirle que salgan juntos. El chico se emociona mucho y le confiesa que también está enamorado de ella. Mientras tanto, Asiye y Ayaz siguen acercándose poco a poco.
Por otro lado, la decisión de casarse de Süreyya y Yaman provoca la reacción de todos, sobre todo la de sus hijas cuando les comunican la noticia. Las jóvenes siguen enfrentadas y no soportan la idea de que los cuatro se vayan a convertir en una familia, lo que hace que Süsen se encare con su madre. Por su parte, Suzan está sorprendida por esta precipitada decisión y no puede evitar sentir celos, un sentimiento que comparte con Akif, que está decidido a eliminar a su socio de la ecuación y preparará un plan para hundirlo.
Pero este no será el único movimiento que se va hacer en relación a este tema. Lydia, que no aguanta a la que va a convertirse en su futura hermana, se une a Sarp para molestar a la chica y a su novio. Süsen y Ömer montan un puesto de comida en la calle, pero llegan la hija de Yaman y el hermano de Yasmin para fastidiarlo todo.
Ambos cogen el carrito ambulante y lo dejan caer contra el escaparate de una tienda rompiendo el cristal. La policía detiene a Ömer y Süsen y los lleva al calabozo, pero Süreyya se hace cargo de la fianza y consigue sacarlos.
Gökhan continúa acercándose a Elif y Berk, pero esta vez les anuncia que, en dos días, se marchará. Esta noticia disgusta al novio de Aybike, que no quiere perder a su padre. Antes de irse, su progenitor le da un reloj de bolsillo para que tenga algo suyo.
Şevval en un delicado momento
La madre de Sarp y Yasmin tiene que lidiar con la mujer de Sado, quien sigue chantajeándola a cambio de guardar silencio. Cansada de esta situación, Şevval habla con Akif y le pide ayuda para deshacerse definitivamente de ella.
El empresario no puede soportar la idea de que Süreyya se haya comprometido con Yaman y no es capaz de disimularlo. Şevval, que se da cuenta de ello, le confiesa que ella también estaba interesada en el padre de Lydia.
Por este motivo, la gerente del Ataman no tardará en actuar contra la madre de Süsen: la encerrará en la sauna del gimnasio. Este movimiento pondrá a Suzan en una complicada situación ya que Süreyya la acusará pensando que ha sido ella.
Un despiste que puede acabar en tragedia
Oğulcan está con el pequeño Umutcan en el parque y ve a su abuela que pretende huir con todo el dinero. El chico deja al niño solo mientras corre tras ella, pero no consigue alcanzarla. Al regresar, el miedo le invade al darse cuenta de que su hermano no está y de que su descuido le puede salir muy caro.