Skip to main contentSkip to footer
almudena cid© FERNANDO JUNCO

Almudena Cid nos desvela que regresa a los Juegos Olímpicos... aunque de una forma muy diferente

La exgimnasta nos contó su próxima ‘aventura’ en los Juegos que se disputarán en París este verano


9 de junio de 2024 - 17:03 CEST

El pasado miércoles 29 de mayo, tuvo lugar un acontecimiento único  en Madrid. Y no, no estamos hablando del masivo y espectacular concierto de Taylor Swift en el Santiago Bernabéu. Más bien nos trasladamos a un espacio mucho más pequeño, íntimo y sofisticado, el restaurante Pilar Akaneya, donde se citó a un reducido grupo de personas selectas y amantes de la gastronomía para conocer en persona a Hiroki Ito, el granjero japonés más premiado del país asiático, y poseedor de la carne (Ito Ranch) más cara del mundo. Y la más deliciosa. Entre los rostros populares se encontraba Almudena Cid, quien nos confesó ser una enamorada de Japón y con quien pudimos conversar de sus próximos proyectos y sus primeros recuerdos de Madrid.

Almudena Cid© FERNANDO JUNCO
Sobre estas líneas, Almudena Cid en el restaurante Pilar Akaneya. La ex gimnasta llevó un vestido de Coosy (@coosyofficial) y joyas de Marina Garcia (@marinagarciajoyas).

-Almudena, te vemos en un montón de eventos, ¡no paras!

- ¡Debería parar! Lo que pasa es que Yolanda, quien me contactó para este evento, es muy amiga mía, y yo tengo una conexión con Japón muy fuerte porque de pequeña cuando era gimnasta siempre hacíamos giras en Japón, y me maravilló ese país por toda la parte de la tecnología que no teníamos en España. Recuerdo que le traje a mi hermano una caja para llevar la consola de Nintendo, con los cartuchos, un amplificador para la música (porque él era DJ), que no existía en España... Yo volvía de los viajes de Japón súper cargada, porque lo que veía allí no llegaba a España. Claro ahora estamos más interconectados. Luego pude viajar otra vez por placer, y el síndrome de Stendhal lo viví en Japón en una papelería. Siempre me dicen: “¿Dónde viajarías o dónde repetirías?”, sin duda, Japón.

- Eres amante de la comida japonesa. 

- Síi, me encanta, auque debo decir que todo menos el salmón. Yo me siento muy salmón, entonces ¡sería canibalismo! (risas). Porque siento que en la gimnasia he ido contracorriente, en la vida siento a veces que voy al revés, entonces no sé, siento que me estaría comiendo a mí misma... No sé si esa teoría es así para el resto...(risas).

- ¡Creo que esa teoría es solo tuya!

- (risas) Pero todo lo demás, el maki, el pez mantequilla...todo me encanta. Tuve la oportunidad de probar la carne de Kobe en Kioto y flipé, y creo que esta que vamos a probar hoy es más todavía.

Almudena Cid© FERNANDO JUNCO

-Aparte de la gimnasia rítmica y la interpretación que son dos de tus grandes pasiones...

-Ahora tengo París, ¡los Juegos Olímpicos! Voy a hacer los mismos Juegos Olímpicos como comentarista que como gimnasta. Y cuando lo pienso así, digo: “cómo pesan los primeros y qué ligeros son los cuatro que han pasado”.

- Así que estarás en París retransmitiendo

- Sí, y además en directo, porque no todos los comentaristas van a poder estar in situ. Yo tengo la suerte de que estaré en la propia competición.

-También te has animado a la organización de eventos...

-Bueno eso me ha hecho mucha gracia porque de momento solo organizamos un evento de pádel para el autismo pero realmente la empresa está creada para el Marketing digital, entonces tenemos algunas empresas con las que trabajamos para llevar la parte de redes sociales, etc.... con vistas al futuro de sí poder crear eventos propios claro. Es verdad que yo siempre he estado en eventos, ya sé un poco la dinámica, pero poco a poco.

-Tú eres de Vitoria, ¿qué recuerdos tienes de tu llegada a la capital?

-Uff, un poco agridulces, porque dejaba a la familia para cumplir un sueño y enseguida empecé a echar de menos los besos de buenas noches de mis padres porque era muy pequeña. Se me hizo grande, la amplitud de la capital para mí era la distancia en kilómetros que me separaban de mis padres.

-Pero bueno ahora estás más que en encantada, ¿no?

- Sí, Madrid lo que tiene es que da muchas oportunidades. Y tiene una oferta cultural que muchas ciudades intentan seguir este ritmo, pero es verdad que Madrid en ese sentido es pionera, y luego creo que tenemos una Gran Vía que se ha ido modificando en los últimos años donde el musical ha tenido muchísima presencia y estamos con Broadway, casi que ahí, (risas). Estamos apostando mucho por lo musicales y por los espectáculos teatrales.

Almudena Cid© FERNANDO JUNCO

-¿Y qué planes te gusta hacer por Madrid?

-Pues consumo mucho teatro, me encanta y creo que además me enriquece muchísimo como persona y para mi carrera como actriz por supuesto. Pero creo que es algo que necesito para mi vida, escuchar otras historias, contadas de forma diferente. Luego la oferta gastronómica, es verdad que como se come en País Vasco (sonríe)... tenemos muy buena gastronomía, pero es cierto que hoy lo que nos trae aquí es algo único, y esto solo pasa en una capital. Además Madrid me ha permitido conocer a gente maravillosa. Gente de hace poco tiempo y gente de hace mucho tiempo. Y te diría que los que he conocido entre medio no tengo tanta unión, pero los que me recibieron al principio y los que he descubierto más recientemente, siento que tengo familia.

-Has venido con tu pareja, con Gerardo, ¿cómo estáis?

-Estoy muy bien. Creo que lo más importante para mí es que he reconducido toda mi vida laboral, que la tuve parada un tiempo, pero siento que se me han abierto un montón de posibilidades en este último año y medio. Me veo trabajando en televisión, como actriz, dando masterclasses con gimnastas, conferencias para empresas, creando mis propios proyectos...es que ahora lo estoy diciendo y digo ‘no hay tiempo para tanto’, pero está todo bien engranado.

-Estás en un momento muy bueno. 

-Sí, muy tranquila y estable. Y con ganas de vivir y estar con mi familia. De hecho me he comprado un terreno cerca de Vitoria para estar con mis padres, y mi sueño es instalarme allí aunque trabaje aquí en Madrid. Saber que mis raíces están allí con mi familia.