Entre rumores de una posible crisis y ruptura de su relación con el jinete Álvaro Escassi, María José Suárez tuvo la oportunidad de acudir a un evento muy especial el pasado miércoles 29 de mayo. A escasos kilómetros del estadio Santiago Bernabéu, donde se aglomeraban miles de personas para presenciar el primero de los dos conciertos de Taylor Swift de su gira The Eras Tour en Madrid, tenía lugar una reunión muy íntima y única en el restaurante Pilar Akaneya, uno de los dos restaurantes del Grupo Akaneya que hay en España (el segundo se encuentra en Barcelona). Aquello fue una reunión de amigos y amantes de la gastronomía que tuvieron la fortuna de conocer a Hiroki Ito, el ganadero más premiado de Japón, que visitaba España para presentar su carne, Ito Ranch, la más preciada del País del Sol Naciente y la más cara del mundo. María José ejerció de anfitriona de este evento y aprovechamos la ocasión para que nos contase la curiosa historia de sus orígenes.
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—María José, cuéntanos por favor la razón por la que estás hoy aquí como anfitriona.
—Me llamaron porque venía Hiroki Ito a España. Y saben la relación que yo tenía con Japón, que había hecho algunas cosas antes. Como cuando presenté la gala, por mi pasado nipón, que tuvo lugar en el Teatro Real, cuando se cumplió el 400 aniversario de las relaciones entre Japón y España.
—Así que tienes ascendencia japonesa, ¡qué curioso!
—Sí, sí, sí. Muchos la tenemos en Coria del Río. Esto data del año 1612, cuando una expedición parte de Japón para establecer relaciones comerciales con Europa. La misión viene capitaneada por un samurái, Hasekura Tsunenaga, que está representado con una estatua en el paseo de Coria del Río. Entraron por el Guadalquivir, subieron desde Sevilla a Madrid y también a Barcelona. Pero no fueron todos, porque el barco, el galeón, se quedó en Sevilla. Hay una réplica a tamaño real de la nave en Sendai, el pueblo del que partió la delegación, que está hermanado con Coria del Río...
—¿Y qué pasó con los que no viajaron al resto de España?
—Los que se quedaron, que estuvieron hasta tres años esperando a que se terminara la misión, se establecieron en Coria. Todos eran hombres, así que tuvieron descendencia con las mujeres de Coria del Río. Hay muchas familias en mi pueblo que se llaman Japón, que es un apellido que no se da en el resto de España, pero que para nosotros era normal. La razón es porque a estas mujeres que tenían hijos con los nipones les resultaba muy complicado ponerles su apellido, porque no sabían pronunciarlo (ríe). Entonces tenían hijos y les ponían Japón.
Embajadora cultural
—¿Y tú siempre lo has sabido?
—No, no, porque esta historia se descubre en los años 90. Yo fui elegida Miss España en el año 96. Ese año, claro, salió en la prensa que soy natural de Coria del Río. El embajador de Japón en Madrid lo vio y me envió una carta porque querían conocer si éramos descendientes de japoneses. Nos presentamos en Madrid, nos recibió el embajador y yo, además de llevar muchísimas fotos, le conté que mi bisabuela tenía los ojos achinados y que se llamaba Carmen Japón Japón. Luego, mi abuelo se llamaba Pepe Suárez Japón, pero ya mi padre no tenía el apellido Japón porque se va perdiendo. A raíz de esta historia, nos cursó una invitación formal para conocer Japón. Nos fuimos mi madre y yo un mes y medio, durante el que también fuimos embajadoras de diferentes actos culturales.
—O sea, que Japón ahora para ti tiene un significado especial.
—Estuvimos en Osaka, Tokio, Nara, Kioto, Sendai... Bueno, años después fue el terremoto devastador en Sendai, que es la ciudad que está hermanada con Coria del Río. Hicimos un homenaje, llenamos el río de velas, que fue muy muy bonito. Y en el año 2013, que es cuando se cumplieron los 400 años de la relación de España con Japón, fue cuando vino el Emperador Naruhito a visitar nuestro país. Entonces, desde la embajada de Japón en España decidieron que yo fuera la persona encargada de presentar la gala en el Teatro Real de Madrid. Y ahí volvimos a recordar la historia. Después me llevé al Emperador a Sevilla. Tuvimos otra recepción y fuimos a Coria del Río, le enseñé mi pueblo… Es una historia que sirvió de inspiración para hacer la película de Los Japón. ¡Imagínate!