Para Felipe de Marichalar se cierra una etapa y empieza otra llena de nuevos retos. Llegó a Emiratos en febrero de 2023 sin saber cuánto tiempo se quedaría, y un año y medio después, no hay fecha de vuelta. El hijo mayor de la infanta Elena se queda al menos un año más en Abu Dabi, donde ha encontrado su sitio lejos de los focos de Madrid y sin ser cuestionado a cada paso.
Echa mucho de menos España, pero también le gusta vivir fuera. Se hizo a ello siendo un niño cuando sus padres lo enviaron con 12 años a estudiar a West Sussex, Inglaterra; y posteriormente al internado Blue Ridge, en Saint George, Virginia, donde hizo bachillerato.
Graduado ya regresó a Madrid, donde estudió Comunicación y Relaciones Internacionales en The College for International Studies; y cinco años después puso rumbo a Abu Dabi para buscar trabajo. Lo encontró en la cumbre climática COP28 -de impacto mundial- que se celebró a finales del año pasado en Dubái. Felipe se ocupó de acompañar a las delegaciones desplazadas a los Emiratos -representantes de 200 países-, y posteriormente siguió trabajando en las oficinas hasta el cierre completo del proyecto este mismo mes.
Dadas las circunstancias, Felipe podría haber regresado a España, pero según ha podido saber ¡HOLA!, Felipe tiene ya tiene un nuevo trabajo. Su futuro sigue pasando por la capital de los Emiratos Árabes Unidos. Lo confirmó él mismo durante su último viaje a España: “Estoy muy a gusto… muy tranquilo”.
Cambio de residencia
Vive en un apartamento del paseo marítimo, de una sola habitación y con muy buenas vistas al mar, pero no se sabe si, después de las vacaciones de verano, cuando vuelva a Abu Dabi, se mudará a otro piso que esté más cerca de su trabajo. En cualquier caso, como ha pasado hasta ahora, está descartado mudarse a la casa de su abuelo, que vive en la isla Zaya Nurai.
Felipe lo visita con frecuencia y, al revés, también quedan a almorzar en la capital y van a misa al Centro Abrahámico, en el Distrito Cultural Saadiyat -un complejo interreligioso en el que conviven las religiones católica, judía e islámica. Y los planes no solo pasan por Abu Dabi. Don Juan Carlos y su nieto mayor, también acuden a grandes citas internacionales, especialmente deportivas. La última, en Londres.
El exjefe de Estado llamó a su nieto Felipe de Marichalar que estaba en España, y llegó la sorpresa. No puede estar más unido y agradecido a su abuelo, pero estas imágenes de abuelo y nieto juntos son diferentes. Cariño, risas, confidencias y la gran alegría compartida de ver al Real Madrid alzarse con el triunfo frente al Borussia Dortmun en otra noche mágica para los reyes del fútbol en el estadio de Wembley. La ciudad donde vivieron una noche extraordinaria, antes de poner rumbo a Abu Dabi.
Vida sentimental
Allí siente que tiene libertad y privacidad, va al gimnasio, juega a pádel, practica kitesurf y se cuida como nunca. No sólo es el deporte, también los nuevos hábitos de alimentación que le han llevado a perder diez kilos y a sentirse mejor consigo mismo.
En cuanto a su vida sentimental, nada se sabe. Su única relación conocida es la que mantuvo con Mar Torres. Empezaron a salir siendo adolescentes y, después de años de relación, en los que hubo varias rupturas y reconciliaciones, empezaron a hacer vidas separadas.
En los últimos tiempos, Felipe ha sido fotografiado con su amiga la influencer Belén Perea, surgiendo rumores de noviazgo, pero parece que infundados. De hecho, fueron desmentidos por el propio Felipe a finales de mayo en la plaza de toros de Las Ventas: “Es mi amiga y nada más. Es muy amiga mía”.
El hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar tiene unas semanas por delante de trabajo en Abu Dabi. De hecho, podría celebrar su 26 cumpleaños (17 de julio), en la capital de los Emiratos, aunque esto puede cambiar. Lo que sí parece seguro es que pasará las vacaciones de verano en España y después regresará a Emiratos para seguir abriéndose camino profesional. Asimismo, también espera poder retomar estudios universitarios a distancia para seguir formándose.