“Es mi compañera en todos los sentidos. Tenemos vidas muy distintas, nos adaptamos muy bien, entendemos la vida de cada uno; respetarse, admirarse y comprenderse es fundamental. Laura es mi hogar en Madrid”. Estas palabras de David Ascanio, el pasado enero, en una entrevista, no hacían presagiar que su matrimonio con Laura Sánchez pudiera estar atravesando una crisis. Un mes más tarde, el 13 de febrero, llegaban de la mano a la fiesta del 70 cumpleaños de su amiga Bibiana Fernández y se paraban ante las cámaras con su habitual simpatía. “¿Tienes preparado algo especial para ella?”, le preguntaron los reporteros al cantante al ser la víspera de San Valentín: “Yo siempre, pero esta vez le toca a ella —respondía mirando a su mujer entre risas—, la pelota está en su tejado. ¡Claro que me gusta celebrarlo! Soy más cariñoso, más amoroso…”. “Te va a crecer la nariz…”, le decía Laura con sentido del humor. Ella confesaba que les esperaba un buen madrugón para trabajar y él se lamentaba de que ya lo celebraría por la tarde solo… Lo que entonces parecía un divertido tira y afloja de la pareja, unos instantes de bromas y complicidad, como los hemos visto en muchas otras ocasiones, toma ahora un significado diferente y mucho más profundo. Porque, según ha podido saber ¡HOLA!, Laura Sánchez y David Ascanio se han separado, y esa imagen de hace casi cuatro meses es la última ocasión en la que se les ha podido ver juntos en público.
Ha sido una ruptura desde el amor y el respeto, sin peleas ni enfrentamientos y, por supuesto, sin que hayan tenido que ver terceras personas
Es un final inesperado a sus quince años de relación y a sus casi seis de matrimonio , aunque fuentes cercanas nos deslizan, sin embargo, que la decisión está tomada desde hace un tiempo, es decir, que la separación no se ha producido ahora, sino hace varios meses, tras no poder superar la crisis que venían atravesando. Y no por falta de amor, porque la top y empresaria onubense, nacida en Alemania, y el músico canario se han querido muchísimo, y muchísimo siguen queriéndose y respetándose. Pero son conscientes de que, ahora mismo, están en etapas vitales muy diferentes, en un punto donde, en este momento, no convergen sus caminos, sueños, ilusiones y maneras de pensar, y han tomado la decisión de comenzar una nueva etapa cada uno por su lado, evitando sumar daño gratuito al que ya de por sí se presupone en una ruptura después de tantos años de unión.
Un trámite esperado
Laura y David se separan desde el amor y el respeto. No ha habido entre ellos peleas ni enfrentamientos o malos rollos y, por supuesto, no hay terceras personas. La vida los unió hace tres lustros y construyeron una relación en la que se han comprendido, se han apoyado y se han admirado. Entre ellos ha habido siempre amistad y complicidad. Y no era cuestión de tirar todo eso por la borda. Aunque, como es evidente, ha sido muy doloroso, aún más cuando el amor no ha desaparecido, pero sí era una decisión necesaria para poder crecer y seguir adelante. No ha caído por sorpresa tampoco, para ambos era un trámite ya esperado después de haberlo pensado y madurado. Laura continúa viviendo en el que, hasta ahora, ha sido el hogar de la pareja, en el centro de Madrid, una vivienda única y muy especial, con patio y abierta a todos sus amigos, donde han recibido a ¡HOLA! en varias ocasiones; mientras, David, al que no hace mucho veíamos ensayar una de sus canciones en el piano del estudio con paredes de ladrillo visto y sus pinturas adornando las mismas, se ha mudado a una casa nueva. Hace tan solo unos días, el 29 de mayo, la empresaria celebró su 43 cumpleaños soplando las velas de la tarta que le había hecho su madre y, en esta ocasión, no hubo reacción del vocalista de Picoco’s Band felicitándola, como en otras ocasiones en fechas señaladas, cuando compartían románticos mensajes en sus redes. Aunque no han dejado de seguirse.
Así comenzó su historia
“Teníamos muchos amigos en común que aseguraban que nos teníamos que conocer. Yo les decía que trajeran a Laura a alguno de mis conciertos, pero no venía nunca. Hasta que un día nos presentaron en un cumpleaños. Aunque ahí no hubo esa sensación de “he conocido a la mujer de mi vida”, y menos ella, que se fue y no miró hacia atrás». Así nos contaban cómo había comenzado su historia de amor, en 2009. “Después, empezamos a vernos un poco más porque nuestros amigos en común nos llamaban. Fue como muy natural y, después de un par de reuniones, hice una cena en casa, vino Laura y a partir de ahí no nos separamos. Bueno, sí… esto nunca lo he contado. Era junio y ella tenía planificado su verano: se iba con su hija y con Martina Klein a Punta Umbría. Así que, después de tres semanas sin separarnos, nos despedimos hasta septiembre. Llegué a mi casa y me dije: “¿Cómo que hasta septiembre? ¡De eso nada!”. Hice la maleta, me compré un billete y me subí a su tren. ¡Se quedó helada cuando me vio! ¡Me alquilé una casa frente a la suya y me llevé a mis amigos!”. El resto ya es historia. La que forjaron juntos y de la que también ha sido protagonista Naia, la hija de Laura, que en agosto cumplirá 18 años y tenía apenas tres cuando su madre y el músico se enamoraron.
La decisión se tomó hace un tiempo, tras no poder superar la crisis que venían atravesando, según ha podido saber ¡HOLA! Son conscientes de que ahora mismo están en etapas vitales muy diferentes
Juntos han vivido los momentos más difíciles para la top, cuando repartía su vida entre Madrid y Bilbao para poder ver a la niña; juntos la han visto crecer y, cuando organizaron su enlace en tiempo récord, hicieron todo pensando en ella. Fue el 29 de junio de 2018, en Tenerife, la tierra de David. Eligieron la fecha para que Naia, de entonces once años y con la que el músico mantiene una relación muy cercana, pudiera viajar ya sin colegio, y se dieron el ‘sí, quiero’ en una boda civil, muy romántica y muy diferente, ante tan solo once personas. Después, almorzaron en uno de sus restaurantes favoritos y, por la noche, celebraron una fiesta alrededor de la piscina, a la que se unieron otros familiares y amigos. El anillo de compromiso-matrimonio de Laura (solo uno, porque David prefería no llevar alianza) llevaba tres piedras, tres zafiros, porque “nosotros somos tres”.
Termina una etapa
Entonces, en un reportaje excepcional, nos hablaron el uno del otro: “¡Mi marido! Pues me gustan muchísimas cosas. Es un hombre que le da la importancia justa y merecida a las cosas, y eso es muy importante. No es extremista. Me hace la vida muy fácil. Para mí es muy importante para la vida profesional y personal que tengo con mi hija; realmente valora las cosas que valora. Me aporta mucha tranquilidad y mucha paz en todo”, aseguraba ella. “Es muy especial, es mi compañera, mi apoyo, mi vida. Me hace la vida muy fácil también, cuando quiere —decía entre risas—. Tenemos una relación muy sana, los dos nos queremos, nos cuidamos mucho. No somos una pareja que nos pongamos trampas. Somos una pareja que vamos muy a favor de estar bien. De ella destacaría que nos compenetramos muy bien en nuestros valores, en nuestra forma de pensar, en nuestra forma de vivir, en cómo queremos a la gente, cómo queremos a nuestras familias…”. Y ese remar a favor para estar bien del que hablaban han seguido practicándolo hasta el final. Naturales, divertidos y espontáneos, Laura y David han formado siempre un equipo unido. En los buenos y en los malos momentos, porque, como en una ocasión nos decía ella, siempre la vemos reír, pero también ha llorado mucho. Desde hace tres años convive con la diabetes tipo uno, que le fue diagnosticada en una revisión ginecológica habitual: “Lo tengo controlado, pero emocionalmente… tengo mis días. No es una enfermedad de pincharte y ya. No, hay mil decisiones. Estoy en la etapa que tengo que pasar tras dos años con esta enfermedad”, nos decía hace un año, en la primavera de 2023, a punto de celebrar cinco de casados: “El balance es maravilloso. La verdad es que ha sido muy positivo. Tengo un compañero de vida hoy. Nosotros decimos “hoy”. No creemos que estamos casados para toda la vida. Esto hay que currárselo todos los días. Hay rachas más tranquilas, otras que no nos vemos y otras en las que nos cabreamos más, pero sin llegar al drama, sabiendo que la vida es así!”.
Laura continúa viviendo en el que, hasta ahora, ha sido el hogar de la pareja, en el centro de Madrid, mientras David se ha mudado a una nueva casa
El pasado fue un verano muy difícil para la top, que recibió un durísimo golpe al perder a su padre. No la vimos, como en otras ocasiones, disfrutar de la playa de Mangueta, su paraíso en la costa gaditana, y han sido contadas sus apariciones, centrada en su trabajo al frente de su empresa de comunicación, de la pasarela We Love Flamenco —que se celebró del 13 al 19 de enero este 2024— y como conductora del programa Andalucía es moda, a punto de estrenar su tercera temporada. Una etapa se termina, pero quién sabe lo que les deparará el tiempo o si, en un futuro, aquellas vidas que un día se unieron volverán a encontrarse en otro cruce de caminos del destino. Amor hay y ya conocen el dicho… donde existió fuego, rescoldos quedan.